El alero de segundo año de los Minnesota Timberwolves Corey Brewer se perderá con casi toda probabilidad lo que resta de temporada. El jugador sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha el pasado sábado, durante el partido que su equipo perdió ante Denver.
Las pruebas de imagen llevadas a cabo por los médicos de la franquicia han confirmado la gravedad de la lesión, que le obligará a pasar por el quirófano.
El jugador sufrió durante el partido una primera caída en mala posición que le hizo retirarse brevemente al vestuario. Poco después, intentó regresar al partido, pero fue en vano. A los pocos instantes volvió a caer al suelo y tuvo que retirarse definitivamente. Su entrenador, Randy Wittman, cree que la lesión ya se había producido en la primera caída porque “me pidió el cambio y Corey nunca pide el cambio”.
La lesión del joven jugador, que estaba promediando 6,2 y 3,3 rebotes en 20,5 minutos de juego, es una seria pérdida para los Wolves pues se trata, entre otras cosas, de su mejor defensor en individual.
El técnico de Minnesota no puede dejar de lamentar la pérdida de un jugador que “estaba jugando con confianza y aportándonos mucha energía desde el banquillo” pero confía en que sus compañeros puedan mejorar su rendimiento para suplir su ausencia.
En su primer año como jugador NBA, Brewer disputó 79 partidos, 35 de ellos como titular, promediando 5,8 puntos y 3,7 rebotes en 23 minutos de juego.