Parece que el astro argentino Emanuel Ginóbili empieza a ver la luz que siempre hay al final del túnel. Y es que según las últimas noticias que llegan desde San Antonio, el jugador de los Spurs podría volver a jugar la próxima semana si todo marcha según los previsto.
Medios nacionales de reconocido prestigio como CBS Sports o Fox Sports se hacen eco de un teletipo de la agencia estadounidense Associated Press en el que se asegura que Manu podría hacer su debut esta temporada la próxima semana.
El jugador ha llegado a decir, incluso, que le gustaría jugar ya el próximo lunes en el partido que enfrentará a su equipo con Memphis Grizzlies, pero su entrenador, Gregg Popovich, ha rebajado el grado de optimismo del jugador y de sus fieles seguidores al advertir de que no ve factible que el escolta de los Spurs esté preparado ya para jugar en un par de días.
“Va a jugar cuando esté listo, y ahora no lo está”, ha afirmado Popovich, que no ha especificado en ningún caso cuál es el posible calendario de regreso de la estrella argentina. Eso sí, Popo ha reconocido que Ginóbili se está recuperando más rápidamente de lo esperado de la lesión que ha sufrido en el ligamento del tobillo.
Y es que de regresar la próxima semana, el jugador habría logrado reaparecer antes de lo previsto, ya que las previsiones más optimistas hablaban de que podría volver a mediados de diciembre.
Un largo calvario
La lesión ha sido un largo calvario para el jugador, ya que ni mucho menos se remonta a septiembre, sino que viene de lejos.
Los problemas de Gino con su tobillo izquierdo empezaron a ponerle contra las cuerdas en los playoffs de la pasada temporada, es decir, estamos hablando de mayo y junio. De hecho, fueron esos problemas los que le hicieron rendir a tan bajo nivel ante los Lakers, una situación que resultó clave para que los Spurs cayeran en las semifinales del Oeste.
Tras la eliminación de los Spurs, Ginóbili se puso manos a la obra para recuperar su lesión. Tenía prisa, ya que había una fecha clave para él en el horizonte veraniego porque en el mes de agosto se disputaban los Juegos Olímpicos.
Manu llegó aparentemente sano a la Olimpiada y con su selección alcanzó las semifinales, pero fue en ese partido, en el enfrentamiento con Estados Unidos, cuando recayó de su lesión y tuvo que retirarse con su tobillo izquierdo maltrecho.
En septiembre se le practicó en el tobillo una operación artroscópica y desde entonces su único objetivo es poder jugar con su equipo, ya que hasta la fecha está inédito en la presente temporada.