Frenéticas han tenido que ser las últimas horas en los despachos del Madison Square Garden. Los New York Knicks han acordado en una misma noche 2 traspasos que modifican sustancialmente la fisonomía de su plantilla y lo han hecho pensando más en el verano de 2010 que en la actual temporada.
El primero de los traspasos lo anunciaba oficialmente el general manager de los Knicks, Donnie Walsh, a primera hora de la tarde neoyorquina. El hasta ahora máximo anotador de los Knicks en lo que llevamos de temporada, Jamal Crawford, tendrá que hacer las maletas para irse a la soleada California, a los Warriors.
A cambio, los Knicks obtienen al descontento ala-pívot Al Harrington, un hombre que había pedido públicamente salir de Oakland y, dato importante, con 1 año menos de duración en su contrato que Crawford. El italiano Marco Belinelli, cuyo nombre se mencionaba en los últimos rumores, ha quedado finalmente la margen de la operación.
Menos de 2 horas después de este anuncio, el diario New York Times confirmaba el otro traspaso del que se había venido hablando, el de Zach Randolph a los Clippers.
Los Knicks consiguen desembarazarse así de uno de los contratos más largos y gravosos de cuantos figuraban en sus libros y a cambio reciben a Tim Thomas y Cutino Mobley. Con Randolph se marcha también Mardy Collins.
Con estos movimientos el equipo de New York para esta temporada parece debilitarse, pero los Knicks consiguen aumentar su espacio salarial de cara a su gran objetivo del verano de 2010: contratar a LeBron James.