Al Horford fue una de las claves defensivas que llevó a Atlanta a mantener su imbatibilidad tras ganar en Oklahoma City. Mientras, la dirección de Calderón permitió el lucimiento de Bosh y Bargnani en la victoria de Toronto en Charlotte y Boston destrozó a Detroit con Herrmann relegado a las últimas posiciones de la rotación de los Pistons.
Y fuera del universo hispano, los Knicks de Mike D’Antoni lograron una meritoria victoria ante Utah Jazz, que perdió así su primer partido dejando como únicos equipos invictos a Los Angeles Lakers y Atlanta Hawks.
Oklahoma City 85 Atlanta 89
Los Hawks llevan, con éste, 5 triunfos en 5 partidos y los Thunder 1 victoria y 5 derrotas en 6 encuentros. Pero esa abismal diferencia en sus trayectorias no se apreció prácticamente en el partido disputado en un casi abarrotado Ford Center.
Tuvo que echar mano el equipo entrenado por Mike Woodson y en el que milita el dominicano Al Horford de sus mejores armas. Y la mejor de todas ellas es, hoy por hoy, su defensa.
Es el de los Hawks un equipo joven cargado de futuro, y de personalidad, tal y como demostró anoche al superar una notabilísima baja, la de su hombre orquesta, Josh Smith.
Sin Smith, sus compañeros se aplicaron a la tarea defensiva y dejaron en manos de Joe Johnson gran parte de la responsabilidad ofensiva (lanzó con discreto acierto 25 veces a canasta). El escolta de Atlanta fue el máximo artillero de los visitantes con 25 puntos y también se aplicó en defensa, tal y como demuestran sus 4 robos de balón.
A su lado, en ataque, le apoyaron con eficacia Marvin Williams (16 puntos) y Ronald Murray, que suplió con solvencia la baja de Smith y anotó 14 unidades.
Mientras, el dominicano Al Horford se convertía en una pieza básica en el entramado defensivo de Atlanta. De hecho, Mike Woodson le otorgó una minutada, siendo el jugador de su equipo que más tiempo estuvo en cancha (43 minutos).
Nuevamente, el jugador hispano se mostró demasiado remiso a finalizar las jugadas de su equipo (sólo lanzó 6 veces a canasta), pero su aplicación en los tableros resultó decisiva (12 rebotes y 5 tapones).
No resultó fácil el triunfo para el equipo que lidera, hoy por hoy, la Conferencia Este. Y eso que comenzó el choque de forma abrumadora con un parcial de 5-16 que se reveló pronto como un espejismo, ya que los locales reaccionaron con rapidez.
A partir de ese primer cuarto el encuentro se movió en márgenes muy estrechos hasta que entró en los últimos 2 minutos. Con 80-80 en el marcador entraron en acción Joe Johnson y Mike Bibby para adelantar a los visitantes por 6 puntos (80-86) y dejar encarrilado el enfrentamiento.
No fue un buen partido. Ambos equipos no llegaron al 40% de efectividad en sus tiros (Atlanta tiró incluso mejor de 3 que de 2). Pero hubo una diferencia notable, los 17 balones que perdieron los locales, algunos de los cuales dieron la oportunidad del contraataque a los visitantes, que llegaron a anotar 23 puntos en transiciones rápidas.
Los Thunder se quedaron a las puertas de su segundo triunfo. Pero el esfuerzo de Durant (20 puntos), el novato Westbrook (15) y el veterano Joe Smith (14 puntos y 9 rebotes) resultó baldío.
Charlotte 79 Toronto 89
Partido lleno de baloncesto control -juego con pocas pérdidas, escasos contraataques, medidos sistemas ofensivos...- que se resolvió en un último cuarto en el que salió a relucir la mayor capacidad resolutiva de los Raptors, que defendieron espléndidamente hasta endosar a su rival un parcial de 12-26.
Los dos jugadores claves del partido fueron, por este orden, Chris Bosh y Andrea Bargnani, bien dirigidos por el español José Manuel Calderón que no perdió un solo balón en 35 minutos en los que anotó 13 puntos (6 de 10 en el tiro) y repartió 7 asistencias.
Bosh ejerció, ¡cómo no!, de líder indiscutible de los canadienses. Anotó 30 puntos, se hizo con 15 rebotes y resultó decisivo al anotar 14 puntos en el último cuarto. Su gran partido le llevó a convertirse en el segundo jugador de Toronto que supera en la historia de la franquicia los 7.000 puntos. Por delante de él ya sólo está Vince Carter.
Mientras, el italiano Bargnani en el continuo tobogán en el que está inmerso en este inicio de campeonato se quedó en la parte alta del recorrido firmando un gran partido (18 puntos en 28 minutos).
Ambos fueron los jugadores decisivos en el momento clave del partido. Con empate a 74, los Raptors golpearon a su rival con un parcial de 0-15 alimentado con 9 puntos de Bosh y 6 de Bargnani. Los esquemas atacantes culminaron sin excepción en ellos dos en el momento de la verdad. Y el 74-89 que reflejaba el luminoso a 1:42 de la conclusión se hizo ya insalvable para los Bobcats de Larry Brown, que apenas acertaron el 37% de sus tiros frente al 49,3% en el que se movió Toronto.
El ataque de Charlotte vivió permanentemente en el cortocircuito, tal y como demuestra ese paupérrimo porcentaje de acierto y el hecho de que el máximo anotador local fuera el novato D.J.Augustin. El ex base de la Universidad de Texas hizo 14 puntos, mientras los Richardson, Wallace y Okafor se difuminaban en la cancha hasta debilitar a su equipo.
Detroit 76 Boston 88
Debut de Allen Iverson ante su nueva afición y nueva derrota de los Pistons, que no conocen la victoria con Iverson en sus filas.
La de anoche fue una demostración de impotencia del equipo de Michael Curry y una exhibición de juego por parte de los actuales campeones.
Los Celtics demostraron en el estado de Michigan que su aura de favoritos pesa más de lo que algunos creen. Con Garnett en 8 puntos (4 de 15 en el tiro) y Pierce en 7 (3 de 10), los de Doc Rivers firmaron un preciado triunfo en casa de uno de sus más directos rivales. Lo hicieron defendiendo de forma casi perfecta y regalando una nueva entrega en la que admirar cómo crecen sus jugadores de banquillo.
Fue el partido de los Allen. El Allen suplente –Tony- lideró la anotación (23 puntos, 12 en el cuarto decisivo, que fue el segundo) y el Allen titular –Ray- exhibió su clase (17 puntos) e incluso colaboró bajo los aros (8 rebotes).
Y es que sólo un equipo que defiende a este nivel es capaz de soportar la ausencia ofensiva de sus dos máximas estrellas, todo un lujo al alcance de casi nadie.
Esa defensa trazada por Rivers con escuadra y cartabón dejó a Detroit en un 34,7% en el tiro para sumar 76 puntos. Y se exhibió de manera desmedida en el segundo cuarto, punto de inflexión del encuentro con su brutal parcial de 10-30 que hizo que se llegara al descanso con un esclarecedor 29-47 para unos Celtics cuya máxima ventaja en el partido fue de 23 puntos.
En los Pistons, Herrmann fue uno de los damnificados. La posición del argentino en la rotación cayó bastante debido, sobre todo, a la gran actuación del alero titular, Prince, que acabó con 23 puntos y 8 rebotes.
Tras él la nada. Rasheed Wallace hizo un doble-doble (10 puntos y 11 rebotes), pero anotó sólo 4 de sus 17 lanzamientos. Iverson anduvo discreto y Hamilton vivió una de sus peores pesadillas (3 puntos con 0 de 8 en el tiro de campo).
En cuanto a Herrmann, lo dicho. Apenas pudo intervenir. Disputó sólo 4 minutos en los que capturó 1 rebote y erró 1 triple.
Partido sin jugadores hispanos
En el único partido de la noche disputado por equipos sin jugadores hispanos en sus filas se produjo una sorpresa. Esa sorpresa vino de la mano de los Knicks de Nueva York. Y es que el equipo de D’Antoni derrotó 107 a 99 a Utah Jazz, que hasta anoche había firmado un inicio inmaculado con 5 victorias consecutivas.
Crawford lideró a los neoyorquinos con 32 puntos, seguido de Randolph con 25 puntos y 14 rebotes y Duhon con 16 puntos y 9 asistencias. Mientras, en los Jazz, Boozer hizo 19 puntos y 17 rebotes, Kirilenko sumó 18 tantos y Okur 17, destacando también la labor de Ronnie Brewer que terminó con 12 puntos, 7 asistencias y 7 recuperaciones.
Con este triunfo, los Knicks se sitúan con 4 victorias y sólo 2 derrotas, un buen arranque para la nueva aventura del equipo de la Gran Manzana.