Noche extraordinaria para 3 jugadores españoles por lo que respecta a sus equipos. Y es que no todos los días Memphis puede ganar a Orlando ni Portland a San Antonio. De los 3 hispanos destacó uno, Marc Gasol, cuyo juego resultó vital para la victoria de los Grizzlies.
En la ciudad de Elvis ya se empieza a hablar, y mucho, del jugador catalán, que anoche ofreció toda una lección de comprensión del juego y de aportación decisiva en los momentos cruciales sin necesidad de anotar ni un solo punto en esos instantes. Su contribución hizo posible el tiro final de Rudy Gay, que sobre la bocina otorgó el triunfo a su equipo por 86-84 ante un rival de campanillas, los Magic.
Marc Gasol ha tenido que debutar en la NBA enfrentándose a dos de los retos más difíciles de la competición: Yao Ming y Dwight Howard. Y ha salido airoso.
Mientras, Portland Trail Blazers fue el encargado, esta vez, de evaluar la vulnerabilidad de San Antonio Spurs ausente Ginóbili. Sin el argentino, los de Popovich han perdido sus 2 primeros enfrentamientos. En Oregón lo hicieron por 1 solo punto.
El escolta Rudy Fernández cumplió, aunque se fue apagando según avanzaba el partido y el base Sergio Rodríguez mejoró con respecto al primer partido, pero no termina de despegar. Mientras, a la consabida destreza baloncestística de Roy y Aldridge se sumó la impresionante irrupción de otro joven lleno de talento: Nicolas Batum. El francés hizo enloquecer con su juego a las gradas del Rose Garden.
Memphis 86 Orlando 84
En el baloncesto no todo es tirar a canasta y meter puntos. Eso lo entiende perfectamente el español Marc Gasol, pero no la estrella local de los Grizzlies, Rudy Gay. Anoche, Gay y Gasol fueron protagonistas. Sin ellos la sorprendente victoria local ante Orlando hubiera sido imposible. Pero sus caminos para conseguirlo fueron bien dispares.
Es cierto que Rudy Gay acabó dando la victoria a los suyos con una tremenda canasta sobre la bocina, pero no es menos cierto que sin Gasol ese tiro no hubiera sido posible.
El español defendió de forma extraordinaria, aunque se cargara de personales, a Dwight Howard, al que apenas dejó tirar a canasta. Y en el último cuarto se aplicó sin límites en el trabajo en los tableros, capturando 5 rebotes y decidiendo el choque con sus acciones en el último minuto.
A 49,9 segundos del final puso un tapón más que importante a Bogans y se quedó con la bola para que la siguiente jugada la ejecutara Ross con un tiro errado cuyo rebote lo atrapó Gasol, que dio a los suyos una nueva posesión. Restaban 25 segundos y el luminoso señalaba empate a 84.
Tras un tiempo muerto, Gay falla el tiro, que se suponía decisivo. Faltaban 2 segundos y Orlando pasaba a tener la bola de partido.
Otro tiempo muerto. Sacan los Magic y Lowry roba el balón gracias a la fantástica defensa ejercida por Gasol sobre Howard. Lowry, con el balón en las manos, solicita un tiempo muerto a falta de 1,9 segundos.
Los locales sacan de banda para hacer realidad una jugada trazada sobre la pizarra por Marc Iavaroni. Y la clave de esa pizarra reposa sobre el corpachón de Marc Gasol, que hace un bloqueo decisivo sobre Dwight Howard para que el balón llegue a Rudy Gay que se ha marchado por velocidad de su defensor por la línea de fondo. Gay recibe y esta vez no falla. Tremenda canasta y soprendente victoria.
Podría parecer una herejía criticar al alero de Memphis. Fue el máximo artillero de los suyos (29 puntos) y anotó nada más y nada menos que 14 en el último cuarto. Pero es que se tiró hasta las zapatillas y jugó como si no tuviera compañeros. En los últimos minutos firmó un 2 de 7 en el tiro y su ratio lanzamientos intentados-asistencias dadas constituye un auténtico escándalo que desvela el egoismo de su juego (26 tiros a canasta y 1 asistencia).
Gasol fue otra cosa. Sólo pudo jugar, a causa de sus problemas con las personales, 23 minutos. Hizo 10 puntos, capturó 5 rebotes, anotó 5 de sus 8 intentos a canasta y repartió 3 asistencias. Además puso 1 tapón decisivo y robó 2 balones.
También destacaron el novato O.J.Mayo, que anduvo más entonado en el tiro que en su noche de debut (17 puntos) y Ross a nivel defensivo. De hecho, Iavaroni hizo cambios de balonmano entre estos 2 hombres en el último minuto: defendía Ross, atacaba Mayo.
Arthur fue titular en detrimento de Milicic, que se mostró incapaz de defender a Howard. El novato salió de principio y jugó 28 minutos. No anotó, pero se hizo con 10 rebotes.
En las filas de Orlando, el trío Howard-Lewis-Turkoglu volvió a ser lo mejor. Rashard Lewis lo bordó en los dos primeros cuartos (19 puntos), pero luego se vino abajo hasta acabar con 23. Turkoglu fue el más completo (18 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias) y Howard estuvo muy bien controlado (14 tantos y 14 rebotes).
Portland 100 San Antonio 99
Está claro que estos Spurs no son los mismos. Sin Ginóbili, el pegamento que todo lo une en el equipo texano, Parker y Duncan se sienten huérfanos y tienen que hacer un sobreesfuerzo personal que además de no llevarles a buen puerto, les puede pasar factura, y grande, a nivel físico, sobre todo a Duncan. Más aún con la ausencia del argentino Fabricio Oberto, que es la pieza ideal para darle un poco de descanso al de las Islas Vírgenes (Duncan tuvo que jugar 42 minutos).
Y es que ayer se enfrentó un equipo con mayúsculas, por su nivel colectivo, los Blazers, y un conjunto excesivamente desequilibrado, al que sin Ginóbili le faltan escoltas y aleros aunque anoche Finley (16 puntos y 4 asistencias) y Mason (14 y 4) cumplieron sobradamente.
Pero todo este análisis podría haber carecido de sentido si Finley no hubiera errado en el último segundo el tiro decisivo, el que hubiera dado la victoria a San Antonio, que, todo hay que decirlo, jugó bastante mejor que su rival en las 2 jugadas postreras, pero careció de suerte.
En Portland, la pareja Brandon Roy-LaMarcus Aldridge hizo estragos. El primero terminó con 26 puntos (incluidas sendas canastas sobre las bocinas del segundo y tercer cuarto), 5 rebotes y 7 asistencias y su juego resultó más luminoso conforme el partido se acercaba a sus momentos decisivos. El segundo aportó 23 puntos y una canasta vital a 34 segundos del final (el 100-97).
Mientras, los españoles tuvieron un rendimiento desigual. McMillan volvió a confiar en Rudy Fernández, que jugó 30 minutos partiendo del banco. Hizo 6 puntos, atrapó 8 rebotes y anotó 1 triple, pero su juego fue de más a menos y se acabó diluyendo en la segunda parte.
Por su parte, Sergio Rodríguez mejoró un poco. Disputó 9 minutos en los que anotó 1 triple, dio 2 asistencias, capturó 2 rebotes y robó 1 balón. Ejerció como segundo base si se tiene en cuentra que Bayless no saltó a la pista. Pero a la hora de la verdad el segundo base de este equipo no es ningún suplente. Es un titular y se llama Brandon Roy.
Pero el gran descubrimiento de la noche fue el francés Nicolas Batum (12 puntos y 2 tapones en 22 minutos). Su juego levantó al público de sus asientos haciendo enloquecer a la grada. Penetraciones espectaculares, algún triple, movilidad increíble y facilidad para correr en contrataque, taponazo a Duncan... e incluso una magnífica defensa individual al base rival, a su compatriota Tony Parker, en la última jugada del segundo cuarto. Un jugador total que habrá que seguir con lupa. Enamora.
En el plano colectivo, los Spurs tuvieron una efectividad desmedida (55,9% de campo, 56,3 de 3 y 93,3 en los tiros libres) pero sucumbieron a partir de su desastrosa relación de balones robados (1) y perdidos (14), una relación en la que Portland lo bordó (11 robos por 6 pérdidas).
Partidos sin hispanos
Se disputaron, además, 2 partidos sin hispanos en la noche de Halloween. Los Knicks fueron arrasados por Philadelphia (116-87) y Denver ganó en la prórroga a los Clippers (103-113).
En Philadelphia no hubo partido, tal y como atestigua el 59,1% que hicieron los locales en el tiro de campo por el 32,7 que presentó su rival.
Elton Brand se salió (24 puntos y 14 rebotes en 31 minutos) y Andre Miller brilló (20 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias).
En Nueva York ya hay marejada: Marbury y Curry no juegan ni un solo minuto y la suma de sus sueldos asciende a más de 30 millones de dólares.
Mientras, Denver terminó imponiéndose en Los Angeles a los Clippers en un encuentro muy emocionante. Iverson logró 25 puntos, pero la gran alegría de la noche es ver recuperado plenamente sobre una cancha a Nené Hilario, una vez superado en su día su proceso cancerígeno. El brasileño firmó 22 puntos y 11 rebotes.
En los Clippers, Thornton se fue hasta los 30 puntos, Tim Thomas firmó 20 y Kaman 15 y 15 rebotes.