José Juan Barea puede estar contento. Los otros dos bases de Dallas Mavericks -uno el titular y armador en estado puro, Jason Kidd, y otro el escolta que a veces se reconvierte en director de juego, Jason Terry- han alabado su trabajo y consideran que es un jugador muy apto para el equipo.
El jugador boricua está ante una buena oportunidad. Tras firmar 3 años de contrato –los dos primeros garantizados y el tercero opcional- por 4,8 millones de dólares, el armador de Puerto Rico se encuentra ahora con la opción de ser el segundo base de Dallas tras el despido de Keith McLeod, un potencial rival por el puesto.
El medio digital Hoopsworld, especializado en la NBA, se hace eco de las positivas manifestaciones de los dos Jason del equipo, dos jugadores con un importantísimo peso en el vestuario y en el juego de los Mavs.
El veteranísimo Jason Kidd eleva encendidos elogios al jugador nacido hace 24 años en Mayagüez. “Creo que va a hacer una maravillosa labor para mantener el ritmo (de juego) y va a hacer todo lo que el entrenador le pida”, ha asegurado el ex de New Jersey Nets, que considera que Barea acabará encontrando sin problemas al jugador libre y será capaz de asumir sus propios tiros en cada partido.
“Trataré de ayudarle a mantener el ritmo y encontrar al jugador libre tanto como me sea posible”, afirma Kidd en una declaración de intenciones que no parece para nada hueca si nos atenemos a lo que dice el propio Barea sobre Kidd: “Es un gran compañero, una gran persona. Me ayuda mucho en todo lo que necesito para mejorar”. Y es que Barea dice que no solo aprende del base titular en los entrenamientos, sino que también lo hace en los partidos, para lo cual le es muy útil observar el trabajo de Kidd en el primer cuarto de los partidos sentado en el banquillo.
Terry cree en la utilidad de Barea
Mientras, Jason Terry , el otro jugador que junto a Barea y Kidd puede ejercer como base en el equipo liderado por Nowitzki, también confía en el puertorriqueño.
Según Hoopsworld, “puede ayudarnos y darnos un cambio de ritmo en la posición de base. Es energía instantánea y una vez consiga estar sano va a ser una ayuda para el equipo”.
Terry ve a Barea como un buen sustituto de Jason Kidd, que posiblemente precise de, como mínimo, 10 ó 12 minutos de respiro en cada partido.
Más cómodo con el nuevo entrenador
Mientras, Barea admite que se siente más cómodo con el sistema de trabajo planteado por el nuevo entrenador, Rick Carlisle, que con el que imponía el anterior técnico, Avery Johnson, que apostaba por un juego más encorsetado y por una disciplina más que férrea.
Sobre el modo de entrenar de Carlisle afirma Barea que “es un poco más libre para mí y para todos”. Y es que, según afirma, antes “todos teníamos que salir, buscar jugadas y ejecutar esquemas, pero ahora es un poco más libre, así que creo que eso nos va a ayudar a largo plazo”.