Todo ha ido según lo previsto y Michael Ruffin apenas ha estado 48 horas fuera de los Bulls. El veterano jugador fue cortado por el equipo con la intención de ser repescado y así ha sido.
La razón de este rocambolesco movimiento no era otra más que la económica. Chicago quería evitar ciertas garantías que tenía su anterior contrato para mejorar su posición respecto al tope salarial. Y es que ni siquiera la NBA se libra de la precariedad laboral y los contratos basura, eso sí, bien pagados.
Ruffin, un jugador limitado pero estimado por su capacidad de brega y de rebote, podrá así iniciar su novena temporada en la liga.