El ala-pívot de los Bobcats Sean May ha vuelto a las pistas tras una grave lesión de rodilla, pero todo parece indicar que su estado físico está aún lejos de permitirle contribuir al equipo. Su entrenador, Larry Brown, lo dejaba claro ayer, “ahora mismo no creo en absoluto que esté en condiciones de jugar”.
Contundente sentencia la de un Brown que ha visto como May ha sumado más faltas personales (22) que rebotes (21) en los 8 partidos de pretemporada que ha disputado. Un serio problema para los Bobcats, que no tienen un recambio de garantía en el banquillo que pueda suplirle.
En las 3 temporadas que lleva en la liga, May sólo ha podido jugar 58 de los 246 partidos posibles por culpa de las lesiones. La temporada pasada la vio desde la grada tratando de recuperar su rodilla. “Tengo que ponerme en forma”, dice May, quien reconoce que volver después de tanto tiempo sin jugar está resultando duro.
Brown cree que el jugador está esforzándose y confía en que en un futuro pueda estar a un nivel competitivo, pero mientras tanto ya ha anunciado que, sin May, el estilo de juego del equipo tendrá que ser diferente al que se había planteado en un principio.