El nuevo entrenador de los Dallas Mavericks, Rick Carlisle, parece tener claro cuál es el punto de partida para ganar: odiar al contrario. Eso es al menos lo que se desprende de sus declaraciones a los principales diarios de Dallas.
Su sistema: ataques rápidos construidos a partir de una defensa agresiva y el dominio del rebote. De ahí que el técnico quiera que sus jugadores adopten una actitud mucho más dura de cara al contrario. “¿Cómo conseguir ser malos?”, se pregunta Carlisle, “Bien, creo que odiar al contrario es un comienzo. Es algo que tenemos que ir desarrollando sobre la marcha”, se responde.
Jerry Stackhouse, que estuvo a sus órdenes en Detroit, recuerda la actitud que imprimía Carlisle en aquella época: “No nos gustaba el contrario. Hacíamos un esfuerzo consciente por no ver a los otros equipos en el calentamiento”.
Jugadores como Bruce Bowen o el ex compañero de Carlisle en Boston y ex jefe en Indiana, Larry Bird -“odiaba a todo el mundo”, dice de él Carlisle- parecen ser el modelo a seguir por sus jugadores, que tendrán que esforzarse en ser ‘malos’ si quieren ganarse un puesto en la rotación.