El internacional argentino Carlos Delfino abandona la NBA, liga en la que ha permanecido 4 temporadas. El escolta santafesino ha llegado a un acuerdo con el subcampeón de la liga rusa, el Khimki, equipo con el que jugará las próximas 3 campañas.
Delfino abandona la NBA en el momento en el que había mostrado su mejor baloncesto, en una temporada en la que se convirtió en una pieza importante dentro de los Raptors de Toronto.
El montante económico de la operación no se ha revelado, si bien algunos medios se han apresurado a ofrecer cifras bastante dispares y en algunos casos ciertamente disparatadas. Lo que está claro es que se trata de un acuerdo económico muy importante, ya que diversas fuentes lo sitúan como la tercera operación más costosa del baloncesto europeo.
Delfino llega al segundo equipo de Moscú, tras el CSKA, un conjunto marcado por el poderío económico, un poderío que le sirvió para lograr esta temporada la copa rusa y el subcampeonato de liga.
En la escuadra moscovita militan jugadores como el polaco Maciej Lampe, el irlandés Pat Burke, el norteamericano Daniel Ewing o el ruso Anton Ponkrashov, entre otros. Pero es que en el pasado jugaron en el Khimki, que todavía pretende al español Jorge Garbajosa, el también argentino Rubén Wolkowyski, Óscar Torres, Milt Palacio o Ademola Okulaja.
Desde hace días se venía hablando y escribiendo sobre la posibilidad de que Delfino regresara al baloncesto europeo, en el que ya estuvo varios años, concretamente en la liga italiana en la que vistió las camisetas del Reggio Calabria y el Skipper Bologna. Pero fue ayer cuando esos rumores cobraron una fuerza inusitada, apuntando la existencia de una oferta irrechazable procedente de Rusia.
“Estoy muy emocionado de unirme al Khimki. Realmente quería jugar en Europa de nuevo”, afirma el jugador argentino en un comunicado difundido por su nuevo club. El ex de los Raptors cree que tiene ante sus ojos un importante futuro deportivo en Europa, toda vez que asegura que “el Khimki tiene un proyecto ambicioso y está en el camino de convertirse en uno de los equipos más fuertes de Rusia y Europa”.
2 opciones
El propio Delfino asegura en un artículo exclusivo escrito en el diario Clarín que al final sólo había 2 opciones: Detroit Pistons o Khimki.
En un principio la prioritaria era la procedente de la NBA, que, según el jugador, era una buena oferta económica, pero no le ofrecía ninguna garantía de disputar minutos en la temporada. Frente a esa posiblidad había “una oferta irresistible desde lo económico pero esencialmente una oportunidad deportiva muy tentadora”. Era la del equipo ruso y con ella se ha quedado.
La firma del contrato que unirá al conjunto ruso y a Delfino se llevará a cabo el próximo lunes en la capital de España, Madrid, aprovechando la presencia allí del jugador, que disputará al día siguiente un partido amistoso con su selección teniendo como contrincante a España. Y es que la resolución de su situación contractual permitirá, por fin, que el santafesino se entrene al mismo nivel que sus compañeros y pueda jugar los partidos amistosos que pueblan el calendario de preparación de Argentina de cara a los Juegos Olímpicos de Pekín.
Como decimos, la firma del contrato se hará efectiva el lunes, 21 de julio, pero no será hasta el 10 de septiembre cuando el jugador se presentará oficialmente con su nuevo equipo.
4 temporadas en la NBA
Delfino –un escolta de 1,98 de altura y 25 años- llevaba ya 4 temporadas en la NBA, 3 de ellas en Detroit Pistons y la última en Toronto Raptors.
En sus 2 primeros años en la liga estadounidense apenas jugó minutos, aunque ya en la tercera campaña con los Pistons su situación mejoró, aunque no de forma radical. En esa tercera campaña Delfino disputó ya con Detroit los 82 partidos que configuran la temporada regular, aunque sólo jugó 16,7 minutos por encuentro.
Fue en la recién acabada temporada 2007-2008 cuando el baloncestista argentino dio un salto de calidad al fichar por Toronto, equipo con el que empezó a demostrar su enorme valía. Con los Raptors disputó otra vez los 82 encuentros de la fase regular, pero promedió 23,5 minutos por partido y, lo que es más importante, mejoró sus estadísticas notablemente al terminar con unas medias de 9 puntos, 4,4 rebotes, 1,8 asistencias y un 38,2% de acierto en los triples.
Su participación tuvo un mayor peso gracias a su tremenda versatilidad, que le permitió jugar de escolta, de alero e incluso de base.
Su mejor momento individual llegó el 16 de enero cuando logró su mejor registro anotador en la NBA al lograr 26 puntos ante Sacramento Kings.