En Estados Unidos se llama ‘flopping’ a la práctica de simular una falta o exagerar un contacto. Dicha práctica, cada vez más extendida en el deporte en general, se ha incrementado también en la NBA en los últimos años. Por ello, los dirigentes de la liga quieren que no quede impune.
Esta misma semana, el Vicepresidente Ejecutivo de Operaciones de Baloncesto de la NBA, Stu Jackson, anunciaba que la liga iba a imponer sanciones a los jugadores que protagonizaran jugadas de este tipo, conocidos como ‘floppers’.
“La próxima temporada comenzaremos a imponer sanciones a los jugadores que evidentemente simulen una caída”, aseguró Jackson en Orlando, donde se había reunido la Comisión de Competición de la liga coincidiendo con la celebración en la ciudad de Florida del Pre-Draft Camp 2008. Allí, la NBA anunció la medida a los representantes de las franquicias.
Desde hace tiempo algo se estaba moviendo en este sentido en la liga profesional norteamericana. Eran crecientes las voces que se alzaban contra los jugadores que echaban mano del teatro para engañar a los árbitros y cobrarse faltas del contrario ya fueran en ataque o en defensa.
Pero la polémica ha llevado a la polémica. Y es que muchos entrenadores, periodistas y analistas estadounidenses culpan de la situación a la llegada masiva de jugadores extranjeros, que han llegado a Estados Unidos cargados de calidad pero también de algunas prácticas dudosas bastante tendentes a la exageración.
Fuego cruzado
Estos días hemos podido ver un cierto fuego cruzado en algunos medios de comunicación norteamericanos.
La mecha la encendió sobre todo el periodista de The Washington Post Ivan Carter, que el viernes pasado arremetió contra algunos jugadores por su propensión al flopping. Carter nombró a dos jugadores argentinos, Manu Ginóbili y Andrés Nocioni, y al brasileño Anderson Varejao, baloncestistas todos, por cierto, que han jugado en Europa antes que en la NBA. De paso, Carter arremetía contra los jugadores europeos en general sin detenerse en nombres.
Estas afirmaciones merecieron una respuesta por parte del analista de la ESPN Carlos Morales, un hombre de notabilísima experiencia que antes de ser comentarista de los partidos de la NBA que retransmite ESPN América Latina fue entrenador de baloncesto en Puerto Rico, donde ejerció incluso como seleccionador nacional, República Dominicana y Venezuela.
Pues bien, Morales lamentaba la ignorancia de Carter, asegurando que la práctica de la simulación no es ajena al baloncesto norteamericano, y que se viene arrastrando desde hace décadas en la NBA. El ex seleccionador puertorriqueño se mostraba sorprendido de que se citara la propensión al 'flopping' de los jugadores extranjeros y no se citara a jugadores estadounidenses bien conocidos por el uso de dicha práctica, algunos vacas sagradas, como LeBron James, Paul Pierce o Allen Iverson.
Mientras, en un artículo de The New York Times, el periodista Howard Beck citaba también como grandes simuladores a Ginóbili y Varejao, y añadía a la nómina a Andrei Kirilenko.
El periódico de referencia de Nueva York se hacía eco de las declaraciones de algunos entrenadores de renombre. Todos ellos estaban de acuerdo: hay que frenar esta práctica, pero no ven claro el modo de hacerlo.
Jeff Van Gundy, actualmente analista de televisión, aseguraba que hay que poner freno a estas acciones, pero matizaba que el modo de hacerlo engendraba ciertas dificultades técnicas.
De la misma opinión es el entrenador de los Lakers, Phil Jackson, que habla de la dificultad de establecer la frontera entre lo que es una falta y lo que es una simulación. De todos modos, Jackson cree que la práctica del 'flopping', aunque haya existido siempre, se ha incrementado en los últimos 5 años. También él culpa, en parte, de la situación a la influencia de deportes que no tienen peso en Estados Unidos, y se refiere en concreto al soccer, es decir, al fútbol, donde la simulación está a la orden del día. Un deporte que ejercería una mala influencia sobre jugadores europeos y sudamericanos.
Mientras, el ex entrenador Jack Ramsey, analista actual de ESPN y miembro del Salón de la Fama, dice lo siguiente: “No me gusta el 'flopping', pero sancionar a un jugador por 'flopping', ¿cómo lo defines?... No sé cómo determinan eso. Creo que es peligroso”.
Una medida controvertida
Está claro que la medida es controvertida, muy dada a la discusión y a la polémica. Por ello, desde la NBA, Stu Jackson ha querido dejar claro que sólo se sancionarán “las simulaciones más notorias”.
Otro asunto peliagudo es el de las medidas a tomar una vez detectada la simulación o la exageración. En este sentido, la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) es muy clara. La FIBA estableció que simular una falta era motivo de sanción, y en el propio partido los colegiados sancionan con técnica al simulador y el equipo contrario dispone de dos tiros libres. En la NBA no será así, aunque algunos, como el jugador de los Lakers Pau Gasol, consideran que la normativa FIBA es más efectiva.
Según Stu Jackson, “este tipo de jugadas son la mayoría de las veces demasiado difíciles para juzgar en directo”. Por ello, lo que plantea la NBA son sanciones económicas para los simuladores, y es que la liga piensa basarse para las sanciones en la observación de los partidos echando mano del vídeo.
La liga no ha especificado cuál será el montante de las sanciones, ni qué vara de medir se utilizará a la hora de los reincidentes, es decir, si, por ejemplo, la acumulación de sanciones por flopping acarreará algún partido de sanción, tal y como sucede actualmente con las técnicas.