El escolta argentino de San Antonio Spurs, Manu Ginóbili, afirma en la columna que escribe periódicamente en el diario La Nación que la serie contra los Hornets está siendo muy dura.
La columna de La Nación se incluye, como es habitual, en la página web oficial del jugador de Bahía Blanca.
En ella, Manu asegura que la eliminatoria contra los New Orleans Hornets está siendo “una serie tremenda, durísima mentalmente” y añade que si los Spurs quieren ganar el séptimo partido y acceder a la final del Oeste tendrán que mejorar mucho sus prestaciones como visitante.
“Si queremos ganarlo vamos a tener que jugar los 48 minutos y no 36 como nos pasó las 3 veces en Nueva Orleans. No tienen que repetirse esos lapsus que nos agarran”, dice la estrella argentina.
El bahiense no se explica la trayectoria de esta eliminatoria, que se encuentra 3-3 con victorias siempre holgadas para los locales. Ginóbili reconoce que la paridad entre los dos equipos no se notó todavía en un mismo partido. “Muchos me preguntan por qué y la verdad es que... ¡no tengo ni idea!. Nunca jugué una serie como ésta”, afirma el jugador de los Spurs, que considera que “es un misterio, si tengo que inclinarme por algo, tengo que creer que es mental”.
Sin embargo, en su columna dice que le parece sorprendente la trascendencia que está teniendo en las semifinales de la NBA el factor cancha, más aún cuando la presión que se sufre en las canchas de la NBA por parte del público no tiene nada que ver con la que se puede dar en otros pabellones del mundo, y cita como ejemplo Argentina y sus barras bravas.
Sobre el rival, afirma que “están defendiendo muy duro y tiene un ataque balanceado” y sobre su propio equipo advierte de que “nuestra estrategia es siempre la misma y es jugar interior. La primera opción es poner la pelota interior para Tim Duncan”, del que revela que jugó los dos primeros partidos de la serie estando enfermo, con fiebre, de ahí sus malos números, especialmente en el partido inicial.
También hace referencia el jugador internacional albiceleste a la jugada entre Robert Horry y David West, que supuso, en el sexto partido, el agravamiento de los problemas de espalda que venía arrastrando el ala-pívot de New Orleans. Las malas lenguas ya hablan de otra jugada antideportiva de los Spurs para sacar tajada en una situación comprometida. Ginóbili se molesta con esta interpretación de la jugada y dice que es una falta de respeto para un jugador como Horry, que tiene una amplia trayectoria en la liga. “Horry no es un jugador con mala intención”, sentencia Manu.
Lo que está claro es que el escolta argentino va a vivir el lunes una experiencia inédita. Va a tener que jugar el séptimo y definitivo encuentro de una serie lejos del AT & T Center. Y es que hasta la fecha Ginóbili ha jugado con San Antonio dos séptimos partidos: el 2005 ante Detroit Pistons, partido que ganó, y en 2006 contra Dallas Mavericks, encuentro que perdió. En ambos casos ese partido final se disputó en San Antonio.