Boston Celtics 96 Cleveland Cavaliers 89 (3-2) BOSTON: Rondo (20), Allen (11), Pierce (29), Garnett (26), Perkins (1) –cinco inicial- Posey (2), Davis (6), Brown (1), Cassell, Powe y House. |
CLEVELAND: West (21), Szczerbiak (10), James (35), Wallace (4), Ilgauskas (6) –cinco inicial- Varejao (4), Smith (7), Gibson (2) y Pavlovic. |
Parciales: 18-23, 25-23, 29-17 y 24-26. |
Que el factor cancha es importante en la fase final nadie lo dudaba pero este año parece más determinante que nunca ya que en los 20 partidos de segunda ronda disputados hasta ahora sólo se ha producido una victoria a domicilio. Los Celtics cumplieron ayer la norma y se impusieron en el Garden por 96-89 a los Cavs, adelantándose por 3-2 en la eliminatoria.
Precisamente los Celtics son tal vez el mayor exponente del diferente rendimiento de los equipos según jueguen en su cancha o lejos de ella y es que los de Boston se han mostrado en lo que se lleva disputado de las dos primeras rondas de la fase final tan imbatibles en el papel de anfitriones como incapaces de vencer en campo contrario.
La ventaja que tienen los Celtics es que su gran temporada regular (66 victorias por 16 derrotas) les asegura el título si consiguen mantenerse invictos en su cancha. Tendrán que luchar contra las estadísticas si quieren ser campeones sin ganar fuera, porque aquéllas dicen que nunca un equipo ha conseguido el título sin ganar al menos un partido fuera de sus dominios.
Anoche la victoria del equipo de Doc Rivers requirió más trabajo que las anteriores. Cleveland dominó buena parte del encuentro, mientras James estuvo inspirado, pero los Celtics remontaron con un gran tercer cuarto, sobreponiéndose a la escasísima aportación ofensiva de la mayor parte de sus hombres, y supieron mantenerse firmes cuando los Cavaliers, de la mano de West y James, intentaron el último esfuerzo en los minutos postreros.
Cleveland al ritmo de Lebron
Si escasa fue la aportación ofensiva de la mayor parte de los hombres de Boston, donde 4 hombres superaron los 10 puntos y los otros siete sumaron 10 entre todos, tampoco fueron muchos los que se sumaron al ataque en Cleveland, que lo fiaron todo a la labor ofensiva de un James más entonado que en anteriores encuentros al que sólo secundó Delonte West, que a pesar de jugar con problemas de visión en uno de sus ojos volvió a demostrar que es, con diferencia, el menos tuerto de la corte de ciegos, ofensivamente hablando, que acompaña al rey James.
Ayer ni siquiera Szczerbiak e Ilgauskas, los otros dos hombres que han mostrado iniciativa en el ataque de Cleveland en algunos partidos de esta eliminatoria, pudieron mantener el ritmo. El primero sólo anotó 10 puntos, y con eso fue el tercer mejor anotador del equipo, mientras que el lituano sólo anotó 6 después de que el buen trabajo defensivo de Boston sobre él redujese a 5 sus intentos a canasta. En Boston, Pierce (29 puntos), Garnett (26 puntos y 16 rebotes) y Rondo (20 puntos y 13 asistencias) cargaron con el peso del equipo mientras que Allen, que no acaba de entonarse en este cruce, sólo llegó a 11 y los otros 7 jugadores célticos que saltaron a la pista fueron incapaces de superar los 10 puntos entre todos.
Así las cosas el partido se movió al ritmo de Lebron. Éste salió muy entonado, anotó 8 de sus 11 primeros tiros, sumó 23 puntos en los 20 primeros minutos y con ello permitió a los Cavaliers dominar la primera mitad, en la que llegaron a abrir una brecha de 14 puntos (29-43) que los Celtics, por fortuna para ellos, pudieron restañar antes del descanso para marcharse al vestuario con sólo 3 de desventaja (43-46). Pero si los primeros 20 minutos de Lebron fueron espléndidos, muy alejados de la pobre imagen que venía dando en la eliminatoria, los siguientes 20 no se parecieron en nada a los primeros y Cleveland acabó pagando el apagón de su estrella. Es lo que ocurre cuando no hay más cera que la que arde.
Garnett toma la iniciativa
Los Celtics iniciaron la segunda mitad con la inercia de su positivo final de la primera y pronto tomaron ventaja en el marcador apoyados en la buena labor ofensiva de Garnett y Rondo y en el aumento de la presión defensiva sobre Lebron, que también mantuvo la inercia, en este caso negativa, de la primera mitad, como si la media parte apenas hubiera durado un fugaz instante.
Si en los últimos 4 minutos del segundo cuarto la estrella de los de Ohio no había sido capaz de anotar, en los siguientes 16 minutos iba a ser capaz de sumar una única canasta. Fue a 45 segundos del final del tercer cuarto y para entonces los Celtics ya habían tomado una ventaja de 12 puntos que, sin ser excesiva, les resultó suficiente para llevarse el triunfo. Nadie fue capaz de relevar a James en las labores ofensivas y el resultado fue un determinante 29-17 para el equipo local en el tercer cuarto.
Está claro que cuando su faro deja de alumbrar el equipo de Cleveland está perdido en la cancha. Sólo fueron capaces de dar 11 asistencias en todo el partido, por 25 del rival, y su desacierto en el tiro lejano, 3 de 16 incluidos 5 intentos fallados de James, no les sirvió ni siquiera para encontrar segundas oportunidades en los rebotes largos, dado el buen trabajo de los Celtics a la hora de asegurarse los rechaces, labor en la que Garnett tuvo un papel destacado.
Frustrado último intento
El pescado parecía vendido en el periodo final pero los visitantes aun encontraron fuerzas para intentar un último asalto a la fortaleza céltica. La fuerza que encontraron no fue otra que la de siempre, Lebron James, apoyado en esta ocasión por Delonte West. El alero anotó 10 puntos y el base 9 en un parcial de 19-13 que permitió a Cleveland acercarse a tan sólo 4 puntos (91-87) con 46 segundos por jugar.
En las gradas del Garden empezó a notarse un cierto nerviosismo, pero la tensión duró poco. Los Celtics agotaron casi hasta el final la siguiente posesión y cuando Garnett erró el tiro, casi sobre la bocina de los 24 segundos, los Cavs se dejaron escapar el rebote y con ello su última y remota posibilidad de buscar la victoria. Quedaban 15 segundos que sólo sirvieron para ver cómo Pierce remataba al rival anotando 5 de los 6 tiros libres de que dispuso.
El próximo viernes los dos equipos se volverán a ver las caras en Cleveland, donde los Cavs buscarán forzar el séptimo encuentro y los Celtics romper su maleficio fuera de casa para abreviar la eliminatoria y enfrentarse en la final de conferencia a unos Pistons que ya llevarán para entonces un buen puñado de días descansando a la espera de rival.