Utah Jazz será el rival de los Lakers de Bryant y Gasol en las semifinales del Oeste. Los hombres de Jerry Sloan no desaprovecharon su segunda oportunidad de rematar la eliminatoria y se impusieron con comodidad a los Rockets (113-91) en Salt Lake City. Los Jazz no tendrán tiempo de celebrar la victoria ya que el domingo inician en Los Angeles la serie que dará acceso a uno de los dos equipos a la final de la Conferencia Oeste.
Houston lo fio todo en el sexto partido al desempeño individual de McGrady y como era de esperar no fue suficiente ante el mejor juego de conjunto de los Jazz. McGrady anotó 40 puntos y lideró también a su equipo en rebotes y asistencias (10 y 5 respectivamente) pero su esfuerzo ofensivo sólo encontró la ayuda del argentino Luis Scola, 15 puntos y 9 rebotes. Entre los dos anotaron 20 de sus 38 tiros mientras el resto de la plantilla sumaba un pobre 10 de 39, sin que ningún otro jugador superase los 8 puntos.
Poca aportación frente a un conjunto como Utah, en el que 7 hombres anotaron 10 o más puntos bien dirigidos por su hombre más destacado, Deron Williams, que se fue a 25 puntos y 9 asistencias. Frente a la gran actuación del base visitante, los locales sufrieron precisamente la falta de un director de juego, defecto agravado tras tener que retirarse Rafer Alston en el segundo cuarto al torcerse un tobillo en una entrada a canasta.
Un equipo frente a un hombre solo
Tras el varapalo sufrido en el anterior encuentro disputado en Houston (95-69), los Jazz saltaron a la cancha del EnergySolutions Arena decididos a sentenciar la serie y evitar tener que viajar a Houston a jugárselo todo al cara o cruz de un séptimo partido. Desde el inicio se pudo ver sobre la pista la diferente forma en que ambos conjuntos iban a afrontar el encuentro, especialmente en lo que al planteamiento ofensivo se refiere. Mientras los Jazz buscaron la participación de todos sus hombres en sus ataques los Rockets lo fiaron todo al buen hacer de McGrady y así es muy difícil ganar partidos.
Los de Utah tomaron pronto la iniciativa de forma clara en el marcador y en el segundo cuarto llegaron a marcar una distancia de 19 puntos con el rival (48-29). La cosa se ponía mal para los texanos, pero entonces surgió el mejor McGrady para anotar 9 puntos consecutivos. Esos 9 puntos de 'T-Mac' supusieron el comienzo de un parcial de 20-5 que permitió a los Rockets volver a meterse en el partido, de tal forma que al descanso la ventaja de los locales era ya de sólo 4 puntos (58-54).
McGrady terminó la primera mitad con 28 puntos tras hacer un completo despliegue de sus capacidades ofensivas mientras que Scola anotó 10. Entre los dos mantuvieron a Houston en el choque, pero en mitad de la remontada que les llevó a igualar el encuentro al descanso los Rockets sufrieron una pérdida que iba a resultar decisiva. Rafer Alston se torció un tobillo al entrar a canasta y se vio obligado a retirarse del partido. La baja era importante puesto que Alston, además de ser uno de los pocos hombres con capacidad anotadora del conjunto texano, es lo más parecido a un organizador dentro de su equipo, aun cuando su estilo de juego entra más en la categoría conocida en la NBA como 'shoot then pass' (primero tirar y luego pasar), dejando en un segundo plano la tarea de creación de oportunidades para sus compañeros propia de un armador.
Bastaba frenar a McGrady
Jerry Sloan vio claro en el descanso el camino a la victoria y su equipo salió del vestuario con lo que parecían dos consignas muy claras: frenar a McGrady y aprovechar la ausencia de Alston. Y es que a Alston le sustituyó Bobby Jackson como base y éste, que es un tirador puro, un escolta, no es hombre para dirigir a un equipo que pretenda ganar y más cuando se tiene enfrente a uno de los mejores bases de la liga, Deron Williams.
Jackson fracasó una vez más en su labor de sustituir a Alston, como ya lo hizo en los dos primeros partidos de la serie, saldados con sendas derrotas de Houston en su casa, a los que Alston faltó también por lesión. Falló en lo colectivo y en lo individual (2 de 12 en el tiro y sólo una asistencia) y además fue incapaz de parar en defensa a Williams que sumó 13 de sus 25 puntos en el tercer cuarto incluidos 3 de los 6 triples que terminaría anotando.
Con Williams desatado, los Rockets desorganizados, la defensa de los Jazz asfixiando a McGrady, a quien dejaron a cero en el tercer cuarto, y sin ningún otro hombre capaz de tomar el papel del escolta de Florida en ataque, el resultado no podía ser otro que el desastre. Los Rockets anotaron únicamente 4 de sus 22 lanzamientos en el tercer periodo y los Jazz les endosaron un parcial de 27-11 para llevar el marcador a un 85-65 que resultó definitivo.
Utah simplemente fue mejor
Los Jazz acabaron dominando el encuentro en todos los ámbitos. Tiraron mejor, rebotearon mejor, dieron más asistencias (Houston sólo fue capaz de dar 10 la mitad de ellas de McGrady) y perdieron menos balones que el rival, tan sólo 5, una cifra que habla muy a las claras de la incapacidad que tuvieron anoche los Rockets para dificultar el planteamiento ofensivo de Utah, que tenía como mejor anotación de la serie 93 puntos y ayer se fue a los 113. Junto a Williams, los mejores en el conjunto mormón fueron Okur, 19 puntos y 13 rebotes, y Boozer, 15 y 10.
Con esta derrota McGrady suma su séptimo fracaso en primera ronda en sus siete presencias en la fase final lo que no hará sino acrecentar el sambenito de estrella menor que acompaña al jugador por lo que sus críticos califican de incapacidad, más allá de sus indiscutibles cualidades individuales, para hacer mejores a sus compañeros y llevar a sus equipos a objetivos mayores. Bien es cierto que tampoco se podía esperar mucho más de estos Rockets, que bastante han hecho sobreponiéndose a la ausencia de Ming y llevando a cabo una más que buena temporada regular con serie récord de victorias consecutivas incluida.
Los Jazz se enfrentarán ahora a los Lakers para buscar el pase a la final de la conferencia en una serie en la que, en principio, los californianos parten como favoritos aunque tendrán que pelear para hacer valer esa condición. Mañana domingo tendrán su primer choque en el Staples Center.
Utah Jazz 113 Houston Rockets 91 (4-2) UTAH: Williams (25), Brewer (13), Kirilenko (11), Boozer (15), Okur (19) -cinco inicial- Korver (10), Millsap (7), Harpring (10), Price (3), Collins, Hart y Miles. |
HOUSTON: Alston (8), McGrady (40), Battier (5), Scola (15), Mutombo (2) -cinco inicial- Jackson (6), Hayes (2), Novak (8), Landry, Brooks (5), Head y Harris. |
Parciales: 32-22, 26-32, 27-11 y 28-26. |