La noticia es, sin duda, triste para Jorge Garbajosa, aunque no ha sorprendido a nadie, aún menos al jugador español. El ala-pívot madrileño no podrá disputar con su selección los Juegos Olímpicos de Pekín, ya que su equipo, Toronto Raptors, se lo ha prohibido.
La reacción del equipo canadiense entra dentro de la más estricta lógica. No en vano, a Jorge le queda un año de contrato con los Raptors a razón de 4.350.000 dólares, un salario que le paga, no olvidemos, su equipo, un conjunto que se ha visto muy perjudicado por la decisión del jugador de disputar el Eurobasket 2007.
La decisión de Garbajosa era también lógica. El Eurobasket se disputaba en su país y España venía de ganar el Mundial de Japón, lo que le otorgaba unas probabilidades muy serias de obtener por primera vez en la historia el título europeo. Pero para que Garbajosa jugara la Federación Española de Baloncesto hubo de suscribir un millonario seguro con Mutua Madrileña, un asunto que ha acabado en los tribunales y que ha enrarecido mucho la situación.
Garbajosa no estaba plenamente recuperado de su lesión, por lo que esta temporada sólo ha jugado 7 partidos con Toronto. Y el equipo canadiense ha terminado demandando judicialmente a la Federación Española.
Los Raptors no están dispuestos a repetir errores y su General Manager, Bryan Colangelo, no ha podido ser más rotundo: "Garbajosa no jugará los Juegos Olímpicos mientras que tenga contrato con nosotros".
La decisión, como decimos, se presentía y no ha sorprendido a nadie. Otra cosa es que, aunque le hubieran permitido acudir a la Olimpiada el entrenador español, Pepu Hernández, le hubiera convocado, ya que hubiera sido, tal vez, un agravio comparativo para otros jugadores que están completando una gran temporada y que ya vieron como Garbajosa era alineado con la selección el año pasado a pesar de sus meses de baja y su precaria situación física.
El jugador de Torrejón de Ardoz tiene una importante experiencia en Juegos Olímpicos, ya que intervino en los de Sidney 2000 y Atenas 2004. Ésta hubiera sido, por lo tanto, su tercera Olimpiada.
Calderón y Mitchell
Tras la eliminación de los Raptors en primera ronda de los playoffs la prensa local echa humo. Cuando decimos echa humo no nos referimos a que se estén profiriendo fuertes críticas al rendimiento del equipo, que también las hay, sino sobretodo a que se ha disparado la rumorología. Y en todos los rumores aparecen tres nombres: Sam Mitchell, José Manuel Calderón y T.J.Ford.
Empecemos por el jugador hispano, ya que finaliza contrato con el club y se convierte en agente libre restringido, es decir, Toronto podrá seguir contando con sus servicios siempre que iguale la oferta más alta que le llegue al base español.
Pues bien, Colangelo también ha hablado de este asunto y ha dicho que "es casi seguro que Calderón volverá a vestir el uniforme de los Raptors". En el diario local Toronto Star se habla de que la franquicia le ofrecerá un gran contrato de larga duración a principios de julio y el armador extremeño ya ha dicho que siente que tiene una deuda con la ciudad y con el equipo, por lo que le gustaría llevar a los Raptors a las más altas cotas. Sin embargo, habrá que esperar con cautela a ver cómo se soluciona la situación.
Preguntado por el 'culebrón' Calderón-T.J.Ford, Colangelo reconoce que "el puesto de base es nuestro mayor talón de Aquiles". Lo dice no por que no esté bien cubierto, ya que Calderón y Ford forman la mejor pareja de bases de la NBA, sino por la posible incompatibilidad entre ambos directores de juego.
La prensa local carga las tintas sobre Ford por su actitud cuando aseguró que su sitio era la titularidad y por cómo su rendimiento fue un fiasco cuando fue suplente, lo que obligó a Mitchell a colocarle de titular para buscar una mejora en el equipo. Sin embargo, no está clara su posible marcha. Y es que, tal y como reconocen los medios locales, con Ford se presenta un serio obstáculo de índole económica, ya que firmó un largo contrato que implica que Toronto le debe pagar aún 8 millones de dólares la próxima temporada y 8,5 millones la campaña 2009-2010, año en el que su situación será de 'player option', es decir, será el jugador el que decida si extiende o no su contrato, que en esa temporada será también de 8,5 millones.
El otro asunto que está en boca de todos es la continuidad o el despido de Sam Mitchell, que no hay que olvidar que el verano pasado, tras ser nombrado entrenador del año, firmó un contrato de 4 años a razón de unos 16 millones de dólares.
Colangelo asegura que Mitchell puede sentirse seguro, aunque matiza la situación con un inquietante "por ahora".
Los rumores se han disparado y más de un medio sitúa al actual entrenador de Phoenix Suns, Mike D'Antoni, en el puesto de Mitchell, en gran medida por su relación con Colangelo y con su asistente, Maurizio Gherardini, en la etapa en la que los directivos rigieron los destinos del equipo de Arizona, que coincidió con la llegada a los Suns de D'Antoni.
El General Manager de Toronto dice que se trata únicamente de especulaciones de los medios de comunicación que tienen más de divertidas que de ciertas y no suelta prenda sobre lo que va a ocurrir con el puesto de entrenador, ya que ha confirmado a Mitchell, pero lo ha hecho de una forma tibia.