Los Angeles Lakers cumplieron todos los pronósticos y ganaron de manera apabullante (124-101) a Sacramento Kings en el Staples Center en el que era su último partido de la temporada regular. Con este triunfo, los angelinos terminan primeros en la Conferencia Oeste, lo que les otorgará el factor cancha en los playoffs de su conferencia y en una hipotética final de la NBA siempre que a la misma no llegaran los dos grandes equipos del Este, Boston y Detroit, que acumulan más victorias que los californianos.
El último escollo para lograr la primera posición en el Oeste no fue tal. Los locales arrollaron a Sacramento de tal modo que el último cuarto fue patrimonio exclusivo de los suplentes. El español Pau Gasol lideró al conjunto de Phil Jackson, siendo el máximo encestador con 22 puntos, anotados en tan solo 27 minutos.
Al norte de Los Angeles, en Portland, los Trail Blazers obtenían su victoria número 41 de la temporada, un triunfo que les asegura, como mínimo, acabar con un balance del 50% de victorias, lo que supone un rendimiento más que meritorio a lo largo de los casi seis meses de fase regular.
En el encuentro estuvieron presentes dos baloncestistas españoles, uno por cada bando. El local Sergio Rodríguez recordó al jugador de la temporada pasada y en apenas 10 minutos repartió 6 asistencias. Mientras, el visitante Juan Carlos Navarro partió como titular y en 30 minutos anotó 7 puntos con 1 solo triple, lo que le aleja del récord de triples anotados en una temporada por un jugador novato. Para empatar el registro de Kittles tendría que encestar 6 triples en su último partido, una tarea titánica.
L.A Lakers 124 Sacramento 101
Muy distinto fue el encuentro disputado anoche entre Lakers y Kings en el Staples Center al disputado apenas 24 horas antes en el Arco Arena entre los Kings y San Antonio Spurs. Y es que el mismo equipo que puso contra las cuerdas al conjunto de Popovich fue arrasado anoche por el de Phil Jackson.
Los Lakers tenían que ganar para cumplir su segundo gran objetivo de la temporada tras ganar su división: quedar primeros en la Conferencia Oeste. Dicho y hecho. Ante su público se dieron un atracón de baloncesto de tal enjundia que al finalizar el tercer cuarto todo estaba más que resuelto (101-72). Por eso el último cuarto fue un coto vedado para los titulares de Phil Jackson, que lo vieron íntegro desde el banquillo completamente relajados, entre bromas y risas, felices al fin tras una recta final de temporada regular cargada de tensión en la que, ayudados por un calendario hasta cierto punto benévolo, han ganado 8 de sus últimos 9 partidos.
Sin Ron Artest, Kevin Martin y Brad Miller el equipo de Reggie Theus apenas pudo hacer nada ante un equipo angelino cargado de motivación. Esa motivación estuvo liderada por el español Pau Gasol, que fue el máximo encestador de su escuadra con 22 puntos (extraordinario en el tiro de campo con 9 de 11), a los que añadió 7 rebotes y 3 asistencias en tan solo 27 minutos, ya que ninguno de los cinco titulares llegó a la media hora de juego. El ala-pívot catalán se retiró al banquillo cuando faltaban 2:38 para finalizar el tercer cuarto en medio de una gran ovación. Con él en pista, los Lakers tienen un balance de 22 triunfos y 5 derrotas.
Tras Gasol se situó en la lista de anotadores la gran estrella local, y máximo aspirante a MVP, Kobe Bryant. El escolta de Philadelphia alcanzó los 20 puntos a pesar de su mal día en el tiro (3 de 13) y asistió 5 veces a sus compañeros para superar las 4.000 asistencias en su carrera, convirtiéndose así en el tercer jugador de la franquicia que logra tal cifra de asistencias por detrás de dos leyendas de la NBA: Magic Johnson y Jerry West.
La lista de jugadores locales destacados es más extensa. En ella hay que colocar, sin duda, al siempre inspirado en esta recta final de campaña Lamar Odom -que terminó con 15 puntos, 12 rebotes y 3 robos- y al serbio Radmanovic (14 puntos con 6 de 7 en el tiro).
Los suplentes volvieron a funcionar. Lograron 49 puntos liderados por Farmar (13) y Turiaf, que logró 10 puntos y fue el máximo asistidor del equipo con 6 pases de canasta. Y es que la de anoche fue una fiesta en toda regla, una fiesta en la que participaron los 12 jugadores locales, pues todos ellos fueron capaces de anotar, al menos, un punto. Hasta Chris Mihm pudo permanecer 12 minutos en la cancha tras superar una larga lesión.
En el rival, Douby vivió su gran noche. Tras fallar un triple en el último segundo que le hubiera dado a su equipo el empate ante San Antonio, 24 horas después se marcó el partido de su vida y se fue hasta los 32 puntos en 33 minutos. Ésta es la magia que encierra el formato NBA en el que en cinco meses y medio cada equipo disputa 82 partidos.
Junto a Douby sobresalieron, en menor medida, Beno Udrih (22 puntos y 6 asistencias con 10 de 13 en el lanzamiento dinámico) y el dominicano Francisco García, que finaliza la temporada en una gran línea y volvió a ser titular (15 puntos -3 de 3 en triples-, 4 asistencias y 2 robos). Además, es de valorar el partido del suplente Shelden Williams. El ex de Duke finalizó el partido con 12 puntos y 11 rebotes.
El contrapunto a estas buenas actuaciones lo pusieron dos hombres que protagonizaron muy buenos momentos 24 horas antes frente a los Spurs. Y es que Salmons y Hawes fueron un verdadero lastre en ataque al anotar 3 canastas de 15 intentos y 2 de 11.
Los Lakers dominaron el partido de principio a fin, llegando a tener 30 puntos como máxima ventaja y no cediendo jamás el mando en el marcador. Su juego ofensivo fue brillante y ofrecieron un gran rendimiento en los tiros libres (31 de 36), algo que hay que valorar de cara a los playoffs, ya que ese acierto lo tuvieron en un partido en el que se jugaban mucho. Su único lunar en el partido, sin importancia a la vista del resultado, fue lo mal que defendieron los triples (Sacramento anotó 8 de 13), un desliz que contrarrestaron con su enorme capacidad para anotar en posiciones cercanas al aro (60 puntos).
Al final del encuentro había rostros de felicidad en la plantilla y en el cuerpo técnico. Phil Jackson advirtió a sus jugadores de que es ahora el momento de disfrutar y celebrarlo y que tienen casi dos días para hacerlo antes de volver el jueves al tajo. Les espera en primera ronda Dallas o Denver. Y es que los Mavs se han complicado tanto la vida que ahora no las tienen todas consigo porque juegan contra New Orleans y Denver lo hace contra Memphis en la última jornada.
Portland 113 Memphis 91
El partido disputado en el Rose Garden fue un resumen perfecto de la temporada que han hecho unos y otros.
La de los Blazers ha resultado más que positiva. Con el equipo más joven de la NBA y, por lo tanto, con un conjunto cargado de futuro dado, además, su talento, Nate McMillan va a acabar la temporada con un balance, al menos, del 50%. La victoria de anoche lo certifica, ya que fue la cuadragésimoprimera, una cifra que hubiera firmado el propietario del equipo, Paul Allen, antes de iniciar la temporada, más aún cuando su emergente estrella, el novato Greg Oden, ha estado toda la campaña en el dique seco por una lesión.
La de los Grizzlies ha sido un desastre de principio a fin, una debacle que se acentuó con la marcha en febrero de Gasol a los Lakers y que ha llevado al conjunto de Iavaroni a estar a punto de firmar los peores números de la franquicia. O al menos a empatarlos. Hasta la fecha Memphis lleva 22 victorias, las mismas que su peor registro histórico. Y tienen que visitar Denver en el último partido ante unos Nuggets que necesitan ganar para intentar evitar a los Lakers en la primera ronda de playoffs.
El equipo de Tennessee ha sido un cúmulo de despropósitos que ha terminado con un proyecto truncado en el que no faltan jugadores jóvenes con carreras igualmente truncadas. Los dos ejemplos más sangrantes estaban anoche en el banquillo y no saltaron a la pista por decisión de su entrenador. Hablamos de un número 1 del draft, Kwane Brown, y un número 2, Darko Milicic. Dos físicos portentosos, dos jugadores de técnica más que apreciable y dos cabezas dedicadas en exclusiva a desperdiciar todos los talentos anteriormente citados.
Centrándonos en el partido disputado en el Rose Garden, hay que decir que Memphis aguantó hasta el descanso a pesar de haber flaqueado en el segundo cuarto. Se llegó al ecuador con 55-48 en el luminoso, pero la segunda parte dejó al aire las ventajas de contar con una disciplina táctica (Portland) y las desventajas de vivir en la anarquía (Memphis). Y eso que anoche los pupilos de Iavaroni defendieron extraordinariamente las posiciones interiores (los locales sólo anotaron 24 puntos en la zona), pero fue a costa de descuidar de forma kamikaze las posiciones exteriores. Así, los Blazers bombardearon a su contrincante desde la línea de 3 hasta hacerle un boquete de extraordinarias dimensiones. Los locales terminaron con 13 triples de 26 intentos. Un acierto que contrasta con el desastre del juego exterior visitante (5 triples de 28 lanzamientos).
Ésa fue una de las grandes diferencias de la noche. La otra fue la capacidad de los de Oregón para no permitir el juego rápido en ataque de Memphis, merced a una acertada defensa y a un gran trato del balón (sólo perdieron 8 balones lo que impidió la práctica del contraataque a su rival). A todo ello hay que añadir la mala noche de los Grizzlies en el tiro libre (16 de 30). Y es que anoche el equipo profesional se puso al nivel del conjunto universitario de la ciudad, los Tigers, en esa faceta. Bien podría haber tomado nota de los jóvenes universitarios en otras.
Los más destacados de Portland fueron James Jones (20 puntos en 25 minutos con 6 de 7 triples), Jack (18 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias), Roy (16 puntos y 11 asistencias) y Frye (16 puntos). Aldridge estuvo muy bien parado y Sergio Rodríguez completó una buena actuación al lograr 4 puntos y 6 asistencias en 10 minutos.
En Memphis, los mejores fueron Warrick (17 puntos, 14 rebotes y unas sorprendentes 5 asistencias, pero con 6 de 17 en el tiro), Andre Brown, que está maravillando en los últimos partidos, (16 puntos en 20 minutos con 6 de 6 en tiro de campo) y Conley (13 tantos, 7 rebotes y 8 asistencias). Gay anotó 16 y Navarro fue titular, jugó 30 minutos y finalizó con 7 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias, aunque sólo anotó 1 triple de 6 intentos, lo que le aleja de su objetivo de final de temporada: lograr el récord de triples anotados por un novato en la historia de la NBA.