Detroit derrotó cómodamente a Minnesota por 115-103 y obtuvo su victoria número 58 de la temporada, con la que aseguró la segunda mejor marca de los 30 equipos de la NBA y el factor cancha en caso de quedar finalista de la competición, ya que todos los equipos del Oeste terminarán la fase regular con un menor número de victorias que los Pistons.
A pesar de ello, su entrenador, Flip Saunders, que sigue sin contar con el argentino Walter Herrmann, declaró al final del partido que no considera que el factor cancha sea decisivo en los playoffs actuales. El técnico de Detroit subrayó que ese factor cancha ha perdido peso a raíz del cambio de configuración de los partidos, una modificación que supuso que las eliminatorias adoptaran un formato 2-3-2 en el que los dos primeros y los dos últimos encuentros se juegan en el feudo del equipo que tiene a su favor el factor cancha. La afirmación no extraña si se tiene en cuenta que los Pistons ganaron su último título de la NBA teniendo en contra ese factor.
Mientras, los Magic de Orlando derrotaron por 105 a 121 a los Hawks de Atlanta en un choque plácido en el que ninguno de los dos equipos se jugaba nada.
En el encuentro hubo presencia hispana. En los locales volvió a destacar la labor del dominicano Al Horford, que acabó como el mejor reboteador y pasador de su equipo. En el otro bando, el puertorriqueño Arroyo ejerció como tercer base, disputando 10 minutos en los que no cobró un gran protagonismo.
Detroit 115 Minnesota 103
El partido estuvo siempre bajo el control de los locales, que aseguraron la victoria poco a poco, sin prisa, pero sin pausa.
Al descanso se llegó con ventaja de los Pistons (52-43), pero fue en el tercer cuarto cuando los de Saunders acrecentaron su poder hasta formular el destino del partido, un desenlace que dejó el último tiempo como un mero ejercicio secundario, si bien es cierto que los visitantes llegaron a acercarse hasta los 5 puntos (101-96) a falta de 3:46 para la conclusión tras convertir dos tiros libres Jefferson.
Fue un ejercicio secundario protagonizado por secundarios, al menos por lo que respecta a Detroit. Los titulares dejaron el marcador a la conclusión del tercer cuarto en un cómodo 86-72, una ventaja que los suplentes mantuvieron sin problemas hasta bien entrado el último acto. Fue entonces cuando los Wolves amenazaron con dar un golpe de mano al partido, pero fue simplemente el ladrido de un perro que no es capaz de morder. De hecho, en cuanto los Pistons vieron las orejas al lobo se pusieron las pilas y endosaron a su rival un parcial de 10-2 que dejó solucionada la contienda. Y es que los suplentes de Detroit están demostrando en las últimas jornadas que tienen carácter... y más cosas. Hay calidad en el banco de los de Michigan. Anoche, sin ir más lejos, la segunda unidad anotó 55 puntos y resultó decisiva, lo que están agradeciendo los titulares, que van a llegar a los playoffs muy descansados.
Saunders utilizó a sus 12 hombres, de los cuales 11 anotaron algún punto y 5 hicieron 10 o más tantos. El máximo realizador fue el suplente Jarvis Hayes (20 puntos en 24 minutos), destacando también la labor de Hamilton, que parece que ya está recuperado de sus problemas fisicos, (18 tantos y 4 robos) y Billups (17 puntos y 6 asistencias, anotando 10 en el decisivo tercer cuarto). El argentino Herrmann no estuvo ni siquiera en el banquillo, como viene siendo habitual en estos últimos encuentros.
Al otro lado de la cancha brilló, por enésima vez, Al Jefferson (30 puntos y 9 rebotes). El armador suplente Rashad McCants demostró su buen estado de forma aportando 19 puntos, mientras que Foye acabó con 13 y 9 asistencias y Gomes con 14 puntos, 9 rebotes y 6 pases de canasta.
Con la derrota, los Timberwolves completaron una racha lastimosa. De los 15 partidos que han disputado a lo largo de la temporada regular en pabellones de equipos del Este han perdido 14. Un balance lamentable para un equipo que pertenece al 'Potente Oeste'.
Atlanta 105 Orlando 121
Los Hawks bajaron las revoluciones de su maquinaria tras el descanso. Parece lógico. Los jugadores de Atlanta habían vivido semanas tensas en pos de la ansiada clasificación para los playoffs, algo que no lograban desde 1999, y una vez conseguida vivieron ante los Magic su primer partido después de haber dormido por fin a pierna suelta la noche anterior. Y eso se notó en la cancha.
No al principio, porque los locales alcanzaron los vestuarios con una victoria parcial de 55 a 51, pero sí tras el ecuador del choque a partir del cual los de Mike Woodson bajaron los brazos en defensa de forma descarada, lo que les llevó a recibir en la segunda parte 70 puntos y caer derrotados.
Fue un partido también de secundarios. Por ejemplo, el máximo anotador del encuentro fue el visitante Maurice Evans. El exjugador de los Lakers acabó con la mejor marca anotadora de su carrera en la NBA al encestar 27 puntos, de los cuales 23 los anotó en esa segunda parte en la que su escuadra sentenció el choque.
Evans fue la cabeza visible del juego extremadamente socializado de su equipo. Los Magic optaron, dada la intranscendencia del choque, por una rotación profunda que se sirvió de sus 12 componentes, de los cuales 11 anotaron y 7 superaron la decena de puntos. Tras Evans destacaron Turkoglu, que suena con fuerza para ser elegido como el jugador más mejorado, (17 puntos y 8 asistencias) y Howard (15 tantos y 13 rebotes).
Carlos Arroyo ejerció como tercer base y jugó 10 minutos en los que hizo 4 puntos. Su juego quedó eclipsado por el buen comportamiento de sus dos compañeros de posición. Nelson acabó con 14 puntos y 5 asistencias y Dooling con 11 y 9. De todos modos, en este final de temporada Van Gundy ha optado más de una vez por jugar con dos bases, lo que podría beneficiar las perspectivas de Arroyo. Aunque los playoffs son otra historia.
En Atlanta se vivió una situación muy similar. Mike Woodson dio oportunidad de jugar a 10 jugadores, de los cuales 6 lograron alcanzar o superar la decena de puntos. Marvin Williams y Salim Stoudamire fueron los máximos encestadores con 16 puntos, seguidos de Josh Childress con 15. Los Hawks no precisaron de los buenos servicios del trío estelar Bibby-Johnson-Smith, que anoche quedaron en un segundo plano.
El dominicano Horford volvió a brillar, sobre todo en rebotes y asistencias, apartados en los que fue el mejor de su equipo. Horford terminó con 8 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias en 26 minutos, grandes números para el tiempo que jugó, si bien no estuvo acertado en el tiro (3 de 11).
Los suplentes de Atlanta se fueron hasta los 52 puntos, pero de nada sirvieron ante el desastre defensivo de la segunda mitad, que permitió a Orlando acabar con un 57,3% de acierto en el tiro de campo, incluidos 11 triples de 23 intentos.
A pesar de la derrota la satisfacción es máxima en la franquicia de Georgia. No es para menos si se tiene en cuenta que han pasado 4 años desde el descalabro que les llevó a no llegar ni siquiera a las 15 victorias en la temporada regular. En 4 años, el trabajo paciente y callado de sus dirigentes y técnicos, apostando por la juventud ante la dificultad para atraer jugadores contrastados de gran nivel, ha dado sus frutos. En menos de un lustro han pasado de ganar 13 encuentros a clasificarse para los playoffs en los que se enfrentarán a Boston Celtics. Todo un premio para la franquicia.