JORNADA NBA / playoffs 2024 (oeste)
Minnesota gana a Denver por 45 en una histórica paliza y fuerza el séptimo
Triunfo por 115-70 tras tener 50 de ventaja con 27 puntos de Edwards y 21 de McDaniels
Es el triunfo más rotundo de Timberwolves en playoffs y la derrota más humillante de Nuggets
Difícil de concebir una debacle semejante de Denver en un partido definitorio. Pero sucedió. Minnesota Timberwolves sobrevivió al sexto partido de un modo espectacular, sacándose de la galera una paliza de impresión, una paliza histórica.
¡Minnesota ha ganado esta noche por 45 puntos a los defensores del título, 115-70, y ha llegado a tener 50 puntos de ventaja, 114-64 en la recta final del encuentro! Se trata de la victoria más contundente conseguida jamás por los Timberwolves en playoffs y se trata de la derrota más humillante sufrida por los Nuggets en playoffs en toda su historia.
Este 115-70 pone el 3-3 en esta peculiar serie preñada de idas y venidas, de arrebatos y vacíos, una auténtica montaña rusa difícil de explicar. Y todo se decidirá en un séptimo y definitivo partido a jugar en Denver.
El juego arrancó con un 2-9 y tiempo muerto de Timberwolves. Ese fue el único momento de flaqueza de un equipo local que de inmediato arrasó al rival, porque de ese tiempo muerto surgió un parcial de 20-0 que lo rompió todo, y Minnesota terminó el primer cuarto dominando 31-14, con Anthony Edwards anotando tantos puntos, 14, como todo el equipo rival.
Denver tuvo un atisbo de reacción en el segundo cuarto cuando se puso a 9 puntos, pero no pasó de ahí. Vino otro arreón local y el partido se quebró. Mediado el segundo cuarto Minnesota doblaba en el marcador a Denver (48-24) y al descanso se llegó con 59-40 tras una canasta sobra la bocina de Jaden McDaniels, que se marcó un partidazo.
La vuelta de Mike Conley -se perdió el partido anterior- hizo mucho bien a su equipo, como lo hizo la marca de inicio de Karl-Anthony Towns sobre Nikola Jokic. Defendió muy bien Minnesota a Jokic, que se fue del partido con más pérdidas de balón, 3, que asistencias, 2, y ahí radicó la falta de fluidez ofensiva de los Nuggets, que terminaron el partido con un 30,2% en el tiro de campo tras errar 60 tiros, sí, ¡60 tiros! Desde el triple, un 7 de 36. Y en el rebote a por uvas.
Al inicio del tercer cuarto Timberwolves pasó del todo a la nada en unos segundos, aunque esa nada afortunadamente para el equipo quedó solo en un susto. Recuperaba el equipo de Mineápolis los 24 de ventaja jugados apenas 2 minutos y 34 segundos después Anthony Edwards se daba un topetazo muy serio. Mala caída de la estrella local que quedó tendida en la pista. Al final se levantó maltrecho y pudo seguir jugando.
Edwards fue el máximo anotador de Minnesota con 27 puntos, seguido por McDaniels con 21 y un 8 de 10 en campo. Mike Conley sumó 13 puntos y 5 asistencias y el trío de hombres altos de Timberwolves arrasó en el rebote con 38 capturas: Karl-Anthony Towns hizo 10 puntos, 13 rebotes y 5 asistencias, Naz Reid sumó 10 tantos y 11 rebotes y Rudy Gobert 8 puntos y 14 rebotes.
Regresando al tercer cuarto, los de Chris Finch, nuevamente en segunda fila tras su operación de rodilla, se pusieron varias veces con 26 de ventaja, y un triple de Conley estiró dicha ventaja a 29 puntos (86-57). Denver era una nave a la deriva. Sus mejores hombres no daban con la tecla para evitar la debacle y su segunda unidad no anotó un solo punto en los 3 primeros cuartos. Terminó el tercer acto 86-61.
Y por si el rapapolvo no había sido ya significativo, llegó el cuarto cuarto. Rudy Gobert puso el 93-63 en el luminoso, 30 puntos de ventaja. Y ahí se alzó la bandera blanca. Los jugadores importantes ya no volvieron a aparecer en la cancha. Restaban 9:52 para el final.
Pues bien, no contentos con todo lo ocurrido, los suplentes de Minnesota no se conformaron e hicieron más sangre aún. Denver encajó un parcial de 24-0 y llegó a estar con 50 de desventaja. Aquello era un infierno para los de Malone, que ni en los minutos de basura tenían descanso.
El 115-70 final lo dice todo. Espectacular el trabajo defensivo de Minnesota, que además dominó el rebote y solo perdió 6 balones en todo el partido.
Denver fue un auténtico desastre. Nikola Jokic hizo 22 puntos y 9 rebotes, pero solo conectó 2 asistencias. Aaron Gordon fue de lo poco salvable, con 12 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones.
En el lado más negativo, Jamal Murray (4 de 18 en el tiro), Michael Porter Jr., que firmó su tercer partido consecutivo sin rendir bien, y los suplentes, que fueron un cero a la izquierda. El ataque de Denver fue como una peregrinación a Lourdes esperando el milagro que nunca llegó. Cojo, manco, ciego... todo a la vez, eso fue el ataque de Denver, un despropósito.
Ahora Denver tendrá que olvidar lo sucedido. Le será fácil hasta cierto punto, porque le espera un séptimo partido y jugando en casa. Esa será, a buen seguro, otra historia. Pero a Minnesota que le quiten lo bailao. Estos Timberwolves tienen hechuras de equipo grande.