Denver pone el 2-0 ante los Suns con 39 puntos de Jokic

Denver está en modo playoff. Pero en modo playoff playoff. Es decir, convencido de que más allá de sus valores técnicos en la postemporada hay que meter la marcha extra de la máxima exigencia física y el compromiso defensivo. Y Phoenix Suns no encuentra el camino.

Segundo partido de la serie y segundo triunfo de Denver como local. Denver supo definir perfectamente un partido áspero, intenso, pasional, muy físico y muy defensivo, un partido de esos en los que o se pone toda la carne en el asador o estás perdido.

Y Denver puso toda la carne en el asador, lo que le dio para ganar a pesar de sufrir actuaciones deficientes de Michael Porter Jr. (5 puntos) y Jamal Murray (10 puntos, 8 asistencias y 3 de 15 el tiro por su 0 de 9 desde el triple). Eso si, al menos Murray sacó la cabeza en la recta final para terminar siendo un jugador importante en el desenlace junto a Kentavious Caldwell-Pope y un Nikola Jokic imponente, que recuperó los máximos galones del equipo.

El serbio fue una fuerza incontenible. Sumó 39 puntos, 16 rebotes y 5 asistencias, con un 17 de 30 en el tiro, tras anotar 26 puntos en la segunda parte.

Aaron Gordon hizo 16 puntos, KCP se fue a 14 tras lograr un perfecto 4 de 4 desde el triple, 3 de los cuales los anotó en el cuarto final, y Bruce Brown colaboró como siempre con eficacia desde la segunda unidad.

El partido nos dejó un esfuerzo titánico de ambos equipos por anotar con cuentagotas ante la agresiva defensa del rival. El triple fue un arma desnutrida tanto en el bando local como en el visitante y la suplencia de Phoenix apenas anotó 4 puntos con un 2 de 16 en el lanzamiento a canasta. Y es que se le van a hacer muy cuesta arriba estos playoffs a los Suns disponiendo de una segunda unidad tan pobre, tan corta para afrontar partidos de la máxima exigencia, lo que está haciendo que Monty Williams sobrecargue de minutos a sus estrellas.

Por si fuera poco, por si esa parca suplencia no fuera ya un problema, se lesionó en el tercer cuarto Chris Paul, un tercer cuarto en el que además Deandre Ayton cometió pronto su cuarta falta y tuvo que sentarse.

La lesión de Paul tuvo su trascendencia. Es cierto que con él en pista el ataque de Phoenix no funcionó, pero es que sin él la debacle ofensiva de su equipo en el último cuarto fue muy seria.

El parcial del último cuarto, 27-14, lo dice todo. Anotaron 8 puntos Kevin Durant, el único que tuvo una mínima iniciativa ofensiva cuando todo estaba en juego, 4 un Devin Booker que se desdibujó en la recta final y 2 Ayton. El equipo visitante firmó un 7 de 25 en el cuarto final con 0 de 9 desde más allá del arco. Penuria total.

Caldwell-Pope encendió el Ball Arena con 2 triples consecutivos que adelantaron a los locales 76-73 a 8:56 del final. Respondió Durant con un par de canastas y poco después se entró en los últimos 3 minutos con marcador de 86-81. Y ahí llegaron otro triple de KCP y una canasta de Jamal Murray para el 91-81. Ese fue el principio del fin para Phoenix.

En la recta final, una disputa agresiva, con cara a cara incluido, de Bruce Brown y Devin Booker y un querer y no poder de unos Suns que encajaron un parcial de 25-10 en 9 minutos para situarse con 12 de desventaja a 1:10 de la conclusión.

No valieron esta vez los 35 puntos y 6 asistencias de Booker ni los 24 puntos y 8 rebotes de Durant. Ayton sumó 14 puntos y 8 rebotes y el lesionado Paul solo pudo estar 25 minutos en la cancha.

El 2-0 pone plomo en las botas de Phoenix Suns. Habrá que ver como reacciona el equipo cuando empiece a ejercer como local, pero por el momento la luz que alumbra esta serie es la de Denver.