Phoenix gana su tercer partido seguido y deja a Clippers contra las cuerdas

La suerte está echada. Al menos, en estos momentos, nadie pondría un solo penique por estos Clippers. Phoenix suma ya 3 victorias seguidas para remontar hasta el 3-1 y los angelinos están jugando sin Kawhi Leonard y sin Paul George.

Segundo partido consecutivo sin el dúo estelar de Clippers (George se ha perdido los 4 encuentros) y nueva derrota ante unos Suns cargados de argumentos, con sus 4 jugadores principales mostrándose a gran nivel.

Kevin Durant elevó su apuesta hasta los 31 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias, Devin Booker sumó 30 puntos, 9 rebotes y 7 pases de canasta, Chris Paul añadió 19 puntos, 9 asistencias, 3 robos y 3 tapones, mostrándose mortífero en la recta final, y Deandre Ayton finalizó con 15 tantos y 13 rebotes.

Con esos números del póker que maneja el juego de Suns poco se puede hacer como rival, más aún si te faltan tus dos jugadores de referencia. Aunque en este escenario perfecto para los de Monty Williams hay un reverso que puede tener su importancia a lo largo de estos playoffs: las estrellas de Phoenix están jugando auténticas minutadas ante el escaso poder de la segunda unidad del equipo. Hoy, sin ir más lejos, Durant estuvo en pista 45 minutos.

Más allá de eso, Phoenix supo poner la directa en el momento de la verdad tras un partido igualado que entró en sus últimos 5 minutos con 96-102 en el marcador. Y fue en esa definición en la que Chris Paul derrochó magia.

Lo hizo a través de una completísima secuencia que resolvió el partido. Metió un triple, acto seguido robó un balón, segundos después capturó un rebote ofensivo y de forma inmediata, desde la línea de fondo, sin apenas ángulo de tiro, enchufó un lanzamiento espectacular. Esa concatenación de aciertos del base visitante puso el 96-109 en el marcador con 2:57 por jugar. Y ahí terminó la real oposición de unos Clippers que llegaron lejos porque Russell Westbrook hizo que llegaran lejos.

Westbrook se echó el equipo a la espalda y siguió silenciado a sus críticos, al menos en su estancia en Clippers. Partidazo del base para terminar con 37 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, tras asumir 29 tiros, estar por encima del 50% de efectividad y enchufar 3 triples de 6 intentos. Raro que con todo ese volumen de juego y toda esa agresividad de cara al aro no dispusiera de un solo tiro libre.

El problema de Clippers es que en ataque Westbrook estuvo demasiado solo. Ninguno de sus compañeros brilló de cara al aro. Norman Powell, que venía de meter 42 puntos en el anterior partido, se quedó esta vez en 14, errando 11 de sus 15 lanzamientos, Terance Mann hizo 13 puntos y Eric Gordon, 10. Fue un Russ contra el mundo, y así es difícil ganar a un equipo como Phoenix Suns.

Phoenix dominó el rebote, utilizó de forma quirúrgica el triple (solo lanzó 9 en la primera parte) y exhibió en la recta final del juego una capacidad para definir notable, algo normal si en tu plantilla están Durant, Booker y Paul.

Clippers llegó vivo al descanso, 47-48, a pesar de perder 10 balones, aspecto este del juego que corrigió tras el intermedio, pero le faltó fuelle al final, si bien bastante hizo con llegar con opciones a los últimos minutos del encuentro.

El martes se jugará el quinto partido de la serie, que vuelve a Phoenix. O mucho cambian las cosas o el final de este duelo puede llegar ese mismo día.