JORNADA NBA / PLAY-IN 2022
Pelicans se mete en los playoffs dejando fuera a los Clippers
Victoria en L.A. 101-105 con liderazgo de Ingram y gran partido de Nance Jr.
Partido de altibajos y alternativas que se cerró con una conexión Ingram-Valanciunas
De poco sirvió este viernes el factor cancha en la última y decisiva jornada del play-in. Ni Cavaliers pudo ganar a Hawks en Cleveland ni Clippers se pudo imponer a Pelicans en Los Ángeles. Los emparejamientos de la postemporada ya están cerrados.
El último en entrar en los playoffs ha sido Pelicans tras ganar 101-105 a Clippers en un partido con altibajos y alternativas, una verdadera montaña rusa de emociones que ha llevado a cada equipo a sentir que tenía el partido en sus manos en algún momento de la noche.
Una primera parte de Pelicans en la que el equipo de Nueva Orleans llegó a tener 16 puntos de ventaja con un gran Brandon Ingram; un tercer cuarto arrollador por parte de Clippers, que remontó el marcador con un parcial inicial de 20-2 y un resultado en el cuarto de 38-18; y un cuarto final en el que Pelicans se repuso para imponerse 17-31 y ganar 101-105 en un encuentro que tuvo una gran carga emocional.
Primeros playoffs para Pelicans desde 2018. Y poco se podía imaginar algo así empezando la temporada con un 1-12, no contando en toda ella con Zion Williamson, teniendo al mando a un entrenador novato, Willie Green, ex de Clippers, por cierto, quedándose en momentos de la temporada sin Brandon Ingram, haciendo cambios en su roster en el mercado invernal... Con todos esos ingredientes sobrevivieron estos Pelicans hasta meterse en la postemporada. Ahora toca el muro aparentemente inabordable llamado Phoenix Suns.
Si Pelicans se ha pasado toda la temporada sin Zion Williamson, Clippers ha tenido que competir todo el curso sin Kawhi Leonard. Dos equipos con vidas paralelas, ya que los angelinos estuvieron un buen tiempo también sin Paul George, y hoy esa baja, esta vez inesperada, de George ha sido vital. El alero se quedó fuera del partido por la Covid-19 y se unió a otra ausencia de peso para la escuadra de Tyronn Lue, la de Luke Kennard.
A pesar de esos inconvenientes de primer nivel, Clippers se mostró competitivo y llegó hasta el final de un partido que se definió con una maravillosa asistencia de Brandon Ingram a Jonas Valanciunas bajo una excelente presión defensiva sobre el balón por parte de los californianos. Ingram pudo liberarse a duras penas para asistir el mate de Valanciunas que ponía el inalcanzable 101-105 a 12,6 segundos del final.
Ingram fue el líder indiscutible de Pelicans con 30 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias y un gran 14 de 21 en el tiro de campo, mientras que Larry Nance Jr. -enorme su partido- y el joven Trey Murphy III fueron los inesperados revulsivos del equipo visitante, el primero con 14 puntos, 16 rebotes y 4 asistencias en 24 minutos, con 7 de 8 en campo y 2 libres errados en un momento delicado y el segundo con 14 tantos tras meter 4 de sus 6 intentos triples.
Ellos compensaron la mala noche de C.J. McCollum, que se quedó en 19 puntos como resultado de sus malos porcentajes de tiro.
El español Willy Hernangómez no jugó y se fue del play-in sin pisar la pista en ninguno de lo dos partidos jugados por su equipo.
Valiente el inexperto Willie Green a la hora de ejercer su rotación y dejar en pista en momentos decisivos a jugadores no habituales en esos momentos, pero que lo estaban haciendo muy bien.
Clippers, por su parte, trabajó muy bien el rebote y muy mal su triple, teniendo como máximos exponentes en pista a Reggie Jackson (27 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias en 46 minutos) y Marcus Morris (27 tantos y 9 rebotes en 43).
Le secundaron Norman Powell con 17 puntos y Robert Covington con 14, un Covington que salió de inicio en el tercer cuarto por Ivica Zubac, una apuesta táctica de Lue que le salió ciertamente bien hasta el punto que permitió a los Clippers remontar de forma espectacular y llegar a tener 13 puntos de ventaja en el último cuarto, una ventaja ganadora que se esfumó para dejar fuera de los playoffs al equipo local ante la mirada decepcionada de Steve Ballmer.