Trae Young vuelve a silenciar al Madison con 45 puntos y victoria

Trae Young volvió a silenciar al Madison. A eso se le llama reincidencia. El joven Young jugaba su primer partido en la cancha de los Knicks desde su tensa y exitosa exhibición en los playoffs del pasado curso, y volvió a doblegar a los Knicks y a su afición.

New York tenía el partido en vilo, pero sus opciones estaban ahí. Recta final y 105-102 para los neoyorquinos. Hasta que una lluvia de triples y una genialidad de Young enterraron las opciones locales con un parcial de 0-11 que puso el 105-113 a 1:04 del final.

Fueron 3 triples de Young, Bogdan Bogdanovic -partidazo el suyo- y De'Andre Hunter, seguidos de una jugada en la que Trae Young, con 105-111 en el marcador, rompió los tobillos de Taj Gibson hasta dejar al veterano jugador tendido en el piso, lo que aprovechó Young para anotar un tiro a media distancia que supuso la puntilla para los Knicks.

Vencieron 111-117 los Hawks y Young se fue del Madison Square Garden con números superlativos: 45 puntos, 8 asistencias, 7 triples anotados, por encima del 50% en el tiro de campo y decisivo en el desenlace del partido. Está claro que a este chico le motivan los retos y le hacen crecer los abucheos. Otra piedrecita en el viejo zapato de los Knicks.

El otro elemento que mató al equipo local fue el serbio Bogdanovic, que lleva ya tiempo ofreciendo un rendimiento notabilísimo. Hoy, ese notable ascendió a sobresaliente con su mejor anotación de la temporada. Hizo Bogdanovic 32 puntos y 3 robos. Enorme.

Hunter añadió 14 puntos y 8 rebotes y Danilo Gallinari hizo un doble-doble por los pelos, con unos Hawks que jugaron, entre otros, sin John Collins y que tuvieron a un Clint Capela invisible ante el mayor poder de Mitchell Robinson.

Los Knicks se dejaron medio partido desde los tiros libres (12 errados por 5 fallados por Hawks) y no pudieron ejercer control alguno sobre el final del encuentro.

Jugó New York sin Julius Randle (Obi Toppin fue titular), con RJ Barrett como máximo anotador (30 puntos y 13 rebotes), pero con 9 de 25 en el tiro. Alec Burks metió 21 puntos e Immanuel Quickley, 17.

La derrota resulta matadora para los Knicks (30-42) a la hora de seguir alimentando la esperanza de luchar por el play-in y la victoria aporta tranquilidad a los Hawks (36-36) en relación a asegurarse la presencia en dicho play-in en una temporada en la que tanto unos como otros han estado muy lejos de su brillante campaña anterior.