ANÁLISIS / PREVIA CONFERENCIA eSTE
Nets parte como favorito en el Este con Milwaukee en la defensa del título
Atención a Hawks, Heat, Bulls, Celtics y Knicks, a la espera de la interna de Sixers
La temporada 2021-2022 está a punto de empezar. Toca, por lo tanto, hacer un repaso a lo que pueden dar de sí los equipos en el curso venider. Repasamos la Conferencia Este, con Brooklyn Nets como gran favorito con permiso de los vigentes campeones, Milwaukee Bucks.
El Este está pendiente de un doble conflicto: el de Kyrie Irving con los Nets y el de Ben Simmons con los Sixers. De la resolución del primero saldrá fortalecido o debilitado el equipo favorito para ser campeón de la NBA, si nos atenemos a su plantilla. De la resolución del segundo veremos qué capacidad tiene Sixers de seguir siendo un equipo puntero o no.
El Este nos deja una serie de equipos que tendrían que estar sí o sí en playoffs. Por una parte, los eufóricos Hawks -gran temporada la suya- y los reforzados Heat y Bulls. Por otra, unos Celtics que buscan dar un paso adelante, unos Knicks que esperan confirmar su 'milagro' del curso pasado y unos Sixers que tienen una difícil solución química en el vestuario.
Comenzamos el repaso del Este por divisiones.
DIVISIÓN ATLÁNTICO
PHILADELPHIA 76ers (49-23 en la pasada temporada).- Los Sixers están pendientes de la resolución del caso del rebelde Ben Simmons, pero da la impresión de que por mucho que el jugador pueda volver a la disciplina del equipo, la química de Simmons con Sixers está rota, y eso es un problema de considerables dimensiones para un conjunto que quiere ser ganador (como lo puede ser el hecho de que Simmons siga varado en su pésima relación con el tiro libre).
Nadie duda a estas alturas de partido de que Joel Embiid es el jugador franquicia. Tobias Harris ha de ser su escudero más productivo y jugadores como Danny Green y Seth Curry han de aportar solidez en la pista. A eso se añade el formidable trabajo defensivo de Thybulle, la juventud emergente de Maxey, la seguridad que aportan a la segunda unidad Korkmaz y Milton, y la llegada de dos hombres interesantes: Andre Drummond, que intercambia equipo con Dwight Howard y que es un notable refuerzo como segundo de Embiid, y Georges Niang, que abrirá más el campo con su sobresaliente tiro de 3.
Doc Rivers y Daryl Morey apostaron para este curso por rejuvenecer la plantilla, y en esa política de rejuvenecimiento salieron del equipo George Hill, el citado Dwight Howard, Mike Scott y Anthony Tolliver.
BROOKLYN NETS (48-24).- Los Nets tienen, hoy por hoy, la mejor plantilla de la NBA, pero todo ese encaje perfecto fabricado por Sean Marks y al servicio de Steve Nash puede tambalearse con la crisis abierta por Kyrie Irving. Con Irving en juego y centrado este equipo está llamado a ser campeón, una vez sus piezas esenciales ya tienen un año de encaje; sin Irving en la ecuación, el equipo seguirá siendo competitivo, pero otros equipos de la liga podrán intentar hacer frente a los Nets con mayor fuerza.
Estamos ante una plantilla de impresión. Al frente, un trío estelar integrado por Kevin Durant, James Harden y Kyrie Irving, un trío cuyo líder ya nadie duda de que es Durant, que volvió de su lesión de Aquiles de un modo inimaginable. A ese frente All-Star se unen Joe Harris y un reconvertido Blake Griffin, como jugadores que ya estaban en el equipo, LaMarcus Aldridge como jugador repescado de forma inesperada y los recién llegados Patty Mills y Paul Millsap, dos veteranos de lujo.
La plantilla se completa con jugadores como Bruce Brown, Nic Claxton, James Johnson, Jevon Carter (todos con sus roles bien definidos) y la adición de un novato más que interesante, Cam Thomas.
Se bajaron del proyecto Landry Shamet, Jeff Green y Spencer Dinwiddie (que no jugó ya el curso pasado por lesión), pero poco importa. Uno ve la plantilla de los Nets y asusta. Y no es que Marks se haya dormido en los laureles. En la presente temporada... ¡10 altas y 10 bajas respecto a la pasada!
NEW YORK KNICKS (41-31).- Después del maravilloso 'milagro' tejido la pasada temporada por Tom Thibodeau y sus chicos tras quedar cuartos en temporada regular (luego cayeron en primera ronda en playoffs), a los Knicks les toca ahora lo más difícil: refrendar el trabajo bien hecho y no dar un paso atrás.
Para ello el equipo se ha reforzado con los fichajes de Kemba Walker y Evan Fournier. El primero aporta una calidad indudable, pero deja siempre una duda procedente de su físico y de su incapacidad para encadenar grandes partidos; el segundo aporta ofensiva a un equipo defensivo.
Este es el equipo de Julius Randle. El All-Star de nuevo cuño se ha trabajado de forma brillante ese estatus de líder. Pero junto a él hay grandes mimbres. A Derrick Rose, por ejemplo, se le ha visto fantástico en la pretemporada, RJ Barrett tiene que seguir creciendo y el equipo cuenta con una nómina de jóvenes muy ilusionante: Quickley, Robinson, Toppin son los abanderados del futuro. Los Knicks han mantenido su núcleo duro, perdiendo, eso sí, a un jugador importante en los esquemas de Thibodeau, como era Reggie Bullock, que ha emigrado a Dallas.
BOSTON CELTICS (36-36).- Los Celtics vienen de una temporada que no fue precisamente feliz, lo que desencadenó cambios importantes: Brad Stevens pasó de la banda a los despachos y llegó al banquillo Ime Udoka, un entrenador de la factoría Popovich que busca inculcar un espíritu más defensivo al equipo. Y no parece que Stevens se haya movido mal en su nuevo rol. Interesantes los cambios operados en el equipo para buscar subir peldaños en el Este.
Llegaron dos hombres altos con pasado Celtic: el dominicano Al Horford, que podrá redefinir así su recta final de carrera tras el esperpento de los Thunder, y el turco Enes Kanter. Llegó el español Juancho Hernangómez. Pero sobre todo llegaron Josh Richardson y, especialmente, Dennis Schröder. Es una muy buena nómina de nuevos para empezar a alzar el vuelo.
Este es el equipo de Jayson Tatum y Jaylen Brown, también de Marcus Smart. Ellos son el corazón de estos Celtics. Pero también es un equipo en el que habrá que ver si mejoran o no jóvenes como Robert Williams, enorme su potencial, Aaron Nesmith o Payton Pritchard. Se puede decir que ha llegado más de lo que se ha marchado, a pesar de la salida de Kemba Walker. Estos Celtics tienen mimbres para mejorar tras dejar atrás una pretemporada marcada por la Covid-19.
TORONTO RAPTORS (27-45).- Los Raptors vuelven a Toronto, que no es poco, tras su exilio pandémico en Florida. Pero lo hacen sin apenas músculo deportivo. Estamos ante una franquicia en franca descomposición desde que obtuviera el hito más grande de su historia, ser campeona en 2019. Lo van a tener difícil estos Raptors en un Este que en los últimos años está cobrando más fuerza competitiva.
La última salida del equipo en ese proceso de descomposición ha sido la de uno de los grandes símbolos del equipo: Kyle Lowry. Se fue precisamente al estado de Florida. No necesitó cambiar de aires. En el capítulo de altas: Goran Dragic, al que se le ha buscado salida, y Precious Achiuwa, un joven pívot que no tiene mala pinta. Ambos procedentes de Miami.
La escuadra de Nick Nurse tiene la necesidad de que Pascal Siakam dé un paso definitivo, un paso estelar que no dio el pasado curso. Un Siakam que todavía sigue con su lesión de hombro. Habrá que ver cómo vuelve de ella. El otro jugador esencial en este equipo es Fred VanVleet, con OG Anunoby como tercer espada. Y luego está la apuesta en el draft de Scottie Barnes, seleccionado en el cuarto puesto. Está en un equipo en el que podrá soltarse desde el primer momento, si se acopla bien a la NBA desde el principio.
DIVISIÓN CENTRAL
MILWAUKEE BUCKS (46-26).- Los vigentes campeones apuestan por la continuidad de su plantel campeón, con un big three exitoso integrado por Giannis Antetokounmpo, Khris Middleton y Jrue Holiday, jugador cuya inclusión en el equipo la pasada temporada resultó providencial.
Anteto acalló a sus detractores con una temporada impresionante que tuvo como colofón una actuación para la historia en el sexto y definitivo partido de las Finales ante Suns: ¡50 puntos, 14 rebotes y 5 tapones en un encuentro que Bucks ganó anotando 105 puntos! Tienen todo el derecho el griego y su equipo a sentir el peso del favoritismo, aunque las plantillas de Nets y Lakers puedan quebrar, obviamente, ese estatus de Milwaukee.
La franquicia extendió el contrato del arquitecto del equipo, Jon Horst, y celebró el título con un Mike Budenholzer que pasó de estar en la cuerda floja a convertirse en exitoso campeón.
Milwaukee sigue con jugadores secundarios de relieve como Brook Lopez, Pat Connaughton, Bobby Portis y Donte DiVincenzo, se ha encontrado en la pretemporada con un inconmensurable Jordan Nwora, ha recuperado a George Hill, se ha hecho con el tiro de Grayson Allen como sustituto de Bryn Forbes, y su único pero, un pero importante, ha sido perder a P.J. Tucker, que se fue a Miami. Pero lo importante para los campeones es que tienen una plantilla muy conjuntada, con experiencia amplia de juego común, y tienen, lo que es más difícil de lograr, una plantilla con la mentalidad distinta que da el haber ganado el anillo.
INDIANA PACERS (34-38).- La gran novedad de los Pacers está en su banquillo y se llama Rick Carlisle, que tras una larga y fructífera etapa en Dallas vuelve a los 61 años a una franquicia en la que estuvo 7 temporadas (4 como entrenador jefe). El fichaje de Carlisle le dará una impronta diferente a un equipo que necesita un empujoncito para convertirse en un sólido integrante de playoffs.
Pocas novedades, como contrapunto, en la plantilla. Destacar la elección del dominicano Chris Duarte en el puesto 13 del draft (Duarte ha completado una muy brillante preparación en octubre) y la de Torrey Craig como pieza defensiva.
Por lo demás, este equipo es el equipo de Domantas Sabonis. También, en menor medida, del infravalorado Malcolm Brogdon. Pero es igualmente un equipo que ha de estar pendiente del físico, ya que el pasado curso sufrió mucho con las lesiones de jugadores clave. De hecho, Caris LeVert y T.J. Warren, dos jugadores a todas luces importantes, vienen de lesiones y no podrán estar en los primeros partidos de la temporada.
CHICAGO BULLS (31-41).- Extraordinario trabajo de Arturas Karnisovas para intentar recomponer el paso de una franquicia histórica que andaba deambulando sin rumbo por la competición. En el deadline del mercado invernal llegó Nikola Vucevic para hacer compañía a Zach LaVine en el liderazgo del equipo y este verano se incorporaron al club DeMar DeRozan para formar big three con Vucevic y LaVine, Lonzo Ball y Alex Caruso. Se trata, sin duda, de tres incorporaciones que pueden ser muy productivas para Billy Donovan.
A todos ellos hay que añadir el vuelo que puedan tener Coby White, que no estará en el inicio de la temporada porque sigue con el hombro lesionado y que sigue dejando sensaciones agridulces, y Patrick Williams, que afrontará su segundo año como profesional tras dejar una buena impresión como novato.
Estamos ante una plantilla bastante bien conformada, con todas las posiciones cubiertas, un plantel que además es bastante joven (solo 24,7 años de media) y del que las salidas con más nombre han sido las de Thaddeus Young, jugador importante en Bulls que se fue a Spurs, y Lauri Markkanen, jugador cuya relación con el equipo no parecía evolucionar de ninguna manera.
CLEVELAND CAVALIERS (22-50).- Equipo llamado a vagar por puestos intrascendentes, según van creciendo sus referentes jóvenes, Collin Sexton y Darius Garland, y según tenga un impacto más inmediato o no la gran apuesta de la franquicia en el último draft, Evan Mobley.
El retrovisor le da a este equipo un toque nostálgico al unir en sus filas a dos excompañeros de lujo en Minnesota, Kevin Love, que sigue perdido en el infinito sideral, y Ricky Rubio, que está en un gran momento de su carrera pero que no encuentra un acomodo demasiado útil en la NBA. Será una buena oportunidad para el español a la hora de jugar minutos y dejarse ver de cara a buscar otro destino, si es posible.
Además de Rubio, llega a los Cavs un Lauri Markkanen necesitado de recuperar un territorio definitivamente perdido en la liga. Entre los que siguen, destacar a Jarrett Allen, Isaac Okoro y Cedi Osman. Muy poco para un equipo sin pretensiones desde la marcha de LeBron, un conjunto que perdió a Larry Nance Jr. y Taurean Prince. Los técnicos J.B. Bickerstaff (entrenador jefe) y Sidney Lowe (asistente), ambos con pasado en Grizzlies, tienen como gran objetivo hacer que el núcleo joven del equipo evolucione, un núcleo joven con muy buenas perspectivas.
DETROIT PISTONS (20-52).- Otro equipo apostando por la reconstrucción a partir de savia nueva, una savia nueva que alcanza su máximo exponente con la adquisición en el pasado draft del número 1, Cade Cunningham, un jugador en torno al cual intentará Detroit edificar su nuevo camino y que parte como uno de los grandes candidatos para ser Novato del Año.
Mientras Cunningham se hace a la NBA, el líder de estos Pistons sin camino hacia playoffs es Jerami Grant, que prefirió en su día dejar un equipo con aspiraciones como Denver por otro sin ellas como Detroit. Rodeando a Grant un ejército de jóvenes cargados de futuro. El citado Cunningham, Saddiq Bey, Isaiah Stewart, notable el primer año de estos dos jugadores, Hamidou Diallo y Killian Hayes, cuyo encaje en el equipo se va a ver comprometido con la llegada de Cunningham.
El veterano Dwane Casey parece un técnico idóneo para trabajar con paciencia con los jóvenes y convertir a estos Pistons en un equipo que poco a poco vaya cobrando un vuelo en la competición, un vuelo del que ahora mismo carece.
DIVISIÓN SUDESTE
ATLANTA HAWKS (41-31).- Cuando algo funciona bien hay que hacer pocos cambios, simplemente ajustes que determinen una mejora sin arriesgar el camino ya recorrido. Esa máxima la aplica a rajatabla este año Atlanta Hawks, una franquicia que incide en la continuidad a la vista de los movimientos que se han hecho en sus despachos.
Tras hacer una brillante temporada y unos formidables playoffs, el equipo de Trae Young aspira a subir en el escalafón impulsado por una plantilla enormemente equilibrada. A Young se unen jugadores jóvenes, como él: De'Andre Hunter, Kevin Huerter, Cam Reddish... así como la experiencia de John Collins, Danilo Gallinari o un Lou Williams que ya está al final de su carrera, pero que sigue aportando mucho en momentos puntuales.
Pero las dos adquisiciones que llevaron la pasada temporada a Atlanta a dar un salto de calidad fueron Bogdan Bogdanovic y Clint Capela. Con ellos aportando y esa mezcla perfecta de juventud y veteranía, estos Hawks resultan muy competitivos. Más aún cuando se tiene a un líder del calibre de Trae Young, claro, y se ubica en el banquillo un entrenador como Nate McMillan, con las ideas tremendamente claras y con la capacidad para llevarlas adelante con todas las consecuencias.
MIAMI HEAT (40-32).- El equipo de Erik Spoelstra tuvo una temporada decepcionante tras ofrecer un festival de baloncesto en la burbuja de Orlando hasta llegar a las Finales. Por eso, su mandamás en los despachos, el maestro Pat Riley, reaccionó de inmediato. Desapacen del club Goran Dragic, Kendrick Nunn, Trevor Ariza, Andre Iguodala, Nemanja Bjelica y Precious Achiuwa. Dicho así parece una hecatombe, pero esa hecatombe se diluye cuando se dan los dos nombres más importantes que han llegado al equipo: Kyle Lowry y P.J. Tucker, dos campeones de la NBA con un notable pedigrí, cada uno desde perspectivas bien distintas.
Miami se ha hecho también con Caleb Martin y el depauperado Markieff Morris, un jugador que si recupera su tono del pasado puede ser muy útil al equipo de Florida.
Evidentemente, el líder de estos Heat es Jimmy Butler, un jugador intachable en los dos lados de la cancha. Junto a él, el todoterreno Bam Adebayo, jugador clave en este equipo, y el recuperado (tremenda su pretemporada) Tyler Herro, una pieza que ha de crecer para hacer más grande a Miami.
Luego está Victor Oladipo, el gran interrogante, porque no sabemos qué Oladipo nos vamos a encontrar, hasta tal punto han hecho mella en él las lesiones. Y Duncan Robinson, un seguro desde el exterior, un jugador que amenaza y abre pista. Es este un equipo a seguir. Estará muy arriba si no median desgracias.
WASHINGTON WIZARDS (34-38).- Russell Westbrook duró poco en la capital, pero dejó su hito histórico vistiendo la elástica de Wizards al superar al legendario Oscar Robertson. Más allá de eso, viendo lo que ha llegado al equipo tras su partida, se puede decir que estos Wizards tienen un mejor plantel que el año pasado.
Porque Washington se ha hecho con Spencer Dinwiddie, Kyle Kuzma, Montrezl Harrell y Kentavious Caldwell-Pope para conseguir configurar una plantilla más completa con las incorporaciones también de Aaron Holiday y el rookie Kispert.
Una mejora que tendrá que refrendar el novato Wes Unseld Jr., que se estrena en los banquillos de la NBA como entrenador jefe. Está claro que el liderazgo del equipo queda en manos de Bradley Beal, el capo sin fisuras de estos Wizards que esperan dejar atrás sus problemas con las lesiones. Thomas Bryant todavía está con su rodilla en recuperación. Importante el peso que tenga Rui Hachimura en el equipo, y habrá que ver cómo rinden los internacionales Deni Avdija y Davis Bertans, este totalmente diluido desde que firmó su nuevo contrato con la franquicia.
CHARLOTTE HORNETS (33-39).- Pocas perspectivas de playoffs para unos Hornets que lo fían casi todo a la irrupción de LaMelo Ball en su segundo año en la liga. De Gordon Hayward se puede esperar un buen rendimiento siempre que su cuerpo aguante el baile de la NBA y a Terry Rozier se le pide que siga siendo un hombre importante en los esquemas de James Borrego, el técnico de Albuquerque.
Por lo demás, Charlotte conserva como hombres secundarios de cierto nivel a P.J. Washington y Miles Bridges, pero perdió en la refriega del mercado a Devonte' Graham, Malik Monk y Cody Zeller, que no es poco, consiguiendo para sus filas a Kelly Oubre Jr., una muy interesante incorporación, Mason Plumlee, Ish Smith, dos jugadores de equipo contrastados, y el novato James Bouknight, que apuntó maneras en la pretemporada
El equipo de Michael Jordan está llamado a no meterse en los playoffs, pero ver jugar a LaMelo siempre es un aliciente.
ORLANDO MAGIC (21-51).- El deadline del último mercado invernal marcó un antes y un después en Orlando Magic, ya que supuso la marcha de casi todos sus jugadores más importantes. A partir de entonces, el futuro inmediato de la franquicia quedó sellado por el ánimo inequívoco del club hacia la reconstrucción pura y dura.
En esa reconstrucción, el primer paso importante se dio en el último draft con la elección de Jalen Suggs, un joven cargado de talento que es la esperanza de estos nuevos Magic, que seleccionaron a otro Top 10 en el draft, el alemán Franz Wagner, que compartirá vestuario con su hermano Moritz.
Otro entrenador novato para guiar a los jóvenes. Se trata de Jamahl Mosley, que tiene en el horizonte una nutrida nómina de promesas que tienen que ir rompiendo el hielo, jugadores como Wendell Carter Jr., que acaba de extender su contrato, Cole Anthony, Mo Bamba, Jonathan Isaac (golpeado por las lesiones), Chuma Okeke o R.J. Hampton. Para poner un poco de cordura y experiencia... el contrapunto de Terrence Ross, Gary Harris y Robin Lopez.
Mención aparte merece Markelle Fultz, que cuando empezaba por fin a brillar sufrió otra grave lesión. No es fácil saber qué va a ser de él.