Los Hawks se apagan tras un apagón y los Sixers sobreviven

Fue un partido cargado de baloncesto y tensión que resultó por momentos espectacular y que tuvo un desenlace con un invitado inesperado: ¡un apagón de luz cuando restaba 1:59 para el final y el resultado era 93-94 a favor de los Sixers!

Habría que rebuscar mucho, si es que existe el precedente, para ver cómo en un partido que puede ser el definitivo de una serie de playoff se va la luz en el momento en el que los dos equipos se lo están jugando todo.

Atlanta había firmado un parcial de 9-2 culminado con un triple de Trae Young para poner ese 93-94 y enfilar los dos minutos finales del juego con tendencia positiva, con inercia ganadora, y fue entonces cuando el State Farm Arena se quedó a oscuras en un primer momento para luego quedar iluminado con millares de celulares prendidos en la grada. Una imagen insólita en un momento clave de playoff.

A partir de ese parón la tendencia positiva local se frenó y los Sixers recuperaron sus mejores criterios hasta ganar 99-104 gracias a su excelente defensa (una defensa con la que negaron el triple permanentemente al rival en la recta final del partido) y a su acierto desde los libres en los segundos finales, con Tyrese Maxey y Tobias Harris como jugadores que soportaron la máxima presión respondiendo a las mil maravillas.

Harris acabó el partido con 24 puntos, Seth Curry hizo otros 24 tras meter 6 triples de 9 intentos (excelente su tercer cuarto), Joel Embiid sumó 22 tantos y 13 rebotes, pero con 9 de 24 en el tiro y 8 pérdidas de balón, y Tyrese Maxey añadió 16 puntos y 7 rebotes, siendo un jugador clave. Mal Ben Simmons una vez más.

En Atlanta, 34 puntos, 12 asistencias y 5 triples de Trae Young, gran motor de los suyos durante todo el partido, pero deficiente esta vez en la resolución. Estuvo mal en el momento decisivo. Kevin Huerter hizo 17 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias (solo 2 puntos tras el descanso), Danilo Gallinari añadió 16 y Clint Capela, 14 más 11 rebotes.

Los Hawks perdieron una gran oportunidad. Jugaban en casa, tenían partido para acceder a las Finales del Este, habían conseguido desactivar en la serie a Ben Simmons y se enfrentaron esta vez a un Joel Embiid en clave menor al que los árbitros no respetaron mucho.

Los locales podían esperar que Tobias Harris renaciera, como así fue, que Seth Curry siguiera con su espectacular racha ofensiva, algo que también ocurrió, pero tal vez no esperaban el fantástico rendimiento bajo presión de Tyrese Maxey, este chico tiene una personalidad desbordante, la lesión en el último cuarto de Bogdan Bogdanovic, que no pudo jugar por un problema de rodilla en el momento de la verdad, o los rendimientos desfavorables de jugadores como Lou Williams, John Collins (a pesar de su brutal poster en alley-oop a Embiid) o Kevin Huerter, que hizo un formidable primer tiempo y desapareció en el segundo.

Esta vez el partido fue muy distinto a los anteriores. Nada de heroicas remontadas. Muy al contrario, Atlanta empezó como un tiro impulsado por su afición y se puso de inicio 20-8, pero su dominio en el juego durante toda la primera parte apenas se tradujo en el marcador (51-47).

Trae Young había hecho una primera mitad inmensa, Huerter le había secundado a lo grande y Clint Capela había superado a un Joel Embiid que nada tenía que ver con anteriores versiones, un Embiid que había sido incapaz de superar las fantásticas ayudas defensivas que se habían cernido sobre él y que llegó al descanso con 4 de 11 en el tiro y 5 pérdidas de balón.

Mientras, Ben Simmons, un jugador reducido a escombros en esta serie, solo había jugado 9 minutos en la primera mitad tras hacer 3 faltas. Y luego, ya en el último cuarto, se pondría con 5 faltas, le empezarían a hacer Hack-a-Ben y terminaría jugando al estilo balonmano: saliendo para defender y retirándose a la banda cuando atacaba su equipo. Una ruina.

Regresando al final del primer tiempo... Descanso, empezó el tercer cuarto y todo cambió. ¡Sixers metió 4 triples en 2 minutos y endosó a Atlanta un parcial de 0-14 con 11 puntos de un Curry encendido para ponerse 51-61 tras no haber estado por delante en el marcador en toda la primera parte, un ventaja que poco después alcanzaría los 11 puntos (57-68).

A partir de ahí, reacción local. Brutal alley-oop Young-Collins en la cara de Embiid, parcial de 17-7 para ponerse 74-75 y final del tercer cuarto con un apretado 76-80.

Todo para desembocar en un último cuarto de infarto que esta vez manejó bien Sixers, un manejo que le permitió sobrevivir en la competición cuando estaba al borde de la eliminación. Doc Rivers salva la cara y la serie Sixers-Hawks se decidirá el domingo en Filadelfia.