Los Knicks vencen a los Lakers con un dominante Julius Randle

Tras la borrachera feliz ante los Nets llegó la resaca infeliz ante los Knicks. La doble experiencia neoyorquina de los Lakers resultó bien diferente. Se pasó de una estruendosa victoria con 19 triples a una gris derrota con 25 pérdidas de balón.

Perdiendo 25 balones se va a pocos sitios. Un desastre de tal calibre en una faceta tan importante del juego no puede llevar más que a la derrota la inmensa mayoría de las veces, tal y como ocurrió hoy. Lakers no defendió mal (tampoco estuvo al nivel de otros partidos), pero su ofensiva fue un carajal. Eso por no hablar de los tableros.

Lakers aguantó hasta el descanso gracias al horrible desempeño de Knicks desde el triple (1 de 11 en la primera parte), pero luego se mostró incapaz de soportar la exigencia física de los neoyorquinos.

Nefasto partido de los dos hombres altos que son ahora mismo referencia en los Lakers: mal Andre Drummond y mal Montrezl Harrell. ¡Entre los dos sumaron 3 puntos tras totalizar 40 minutos de juego! Una ruina muy ruinosa. Marc Gasol, que volvió al juego para solo estar en cancha 5 minutos, anotó los mismos puntos, 3, que sus dos compañeros juntos, lo que dice poco a favor de ellos.

Frente a esa penuria interior de Lakers, excelentemente defendida la pintura por Knicks, el equipo local tuvo en sus filas al jugador más dominante del partido, Julius Randle. El ex de Lakers se ensañó con el que fuera su equipo: 34 puntos y 10 rebotes. El único pero en su gran noche radicó en sus 7 pérdidas de balón. Pero más allá de eso, Randle fue, sin duda, el hombre del partido.

Knicks contó además con 20 puntos de Elfrid Payton, 14 de Derrick Rose en 20 minutos de acción y un muy buen trabajo de Reggie Bullock.

Sobrevivieron los de Thibodeau a su horrible ejercicio desde el triple (5 de 27) y a la mala noche de Barrett. Soportaron esos lastres con defensa, mucha defensa, y con poderío en el rebote. Mal los Lakers, hay que insistir, en los tableros.

Lakers anduvo a remolque y sin opciones. Bueno, atisbó una especie de opción final cuando se acercó hasta un 92-87 a 5:14 de la conclusión, pero llegaron pronto las rebajas y en un periquete Randle hundió las esperanzas angelinas. Parcial de 8-0 con Randle como gran protagonista, 100-87 en el marcador y ahí se acabó toda la oposición del equipo de Vogel, que ahora queda en marca de 33-21.

Los visitantes tuvieron a Dennis Schröder con 21 puntos y 6 asistencias, a Markieff Morris con 17 tantos y a Kyle Kuzma, que no descubrió la pólvora esta vez, con 14, un Kuzma que regresaba al juego, como lo hicieron también Wes Matthews y el ahora marginal Marc Gasol.

Los Knicks, que están recuperando en los últimos partidos el buen camino, se sitúan con registro de 28-27. En positivo. Algo inesperado en el inicio de la temporada.