JORNADA NBA / TEMPORADA REGULAR 2020-2021
Los Sixers dominan a unos Mavs desdibujados
El equipo de Rivers no tuvo rival a partir de un gran segundo cuarto
Dallas perdió 18 balones y no tuvo una buena versión de Luka Doncic
No hubo partido. Si acaso un primer cuarto igualado. Poco más. Los Sixers dominaron a su antojo a unos Mavericks muy grises a raíz de un muy buen ejercicio de baloncesto en el segundo cuarto. A partir de ahí no hubo emoción alguna en un partido sin demasiada gracia.
Decidió Carlisle partir de inicio con Boban Marjanovic como titular en la marca de Joel Embiid, y su decisión surtió efecto más por la errada noche del camerunés en el tiro que por otra cosa, porque Embiid tuvo muchísimos tiros de media y larga distancia liberados, sin su marcador ni siquiera cerca, pero los erró repetidamente. Si no hubiera sido así, el partido no hubiera durado ni siquiera el primer cuarto, el único competitivo.
Marjanovic al menos se mostró como un gran baluarte reboteador (¡8 rebotes en los 6 primeros minutos del partido!). Eso sí, más allá de este emparejamiento, el partido no tuvo color.
Sixers ganó 111-97 a pesar de tener a Embiid al final del choque con una serie de 5 de 20 en el tiro de campo y a pesar de perder en el tercer cuarto a Tobias Harris, que estaba haciendo un partido gris, tuvo un golpe en la rodilla y ya no volvió a la cancha.
Ese doble hándicap superado -la mala noche en el tiro de Embiid y la lesión de Harris- habla bien a las claras del buen armazón de equipo que está construyendo Doc Rivers, porque bajo esas circunstancias el equipo local ganó sin despeinarse, con 23 puntos y 9 rebotes del desafortunado Embiid, con 15 puntos y 7 asistencias de un crucial Ben Simmons, con 15 puntos de un gran Seth Curry y con un desatado Dwight Howard, autor de 14 puntos, 8 rebotes y 3 tapones jugando solo 16 minutos. Eso sí que es ejercer de microondas.
Todo ello para ponerse 22-11 en la tabla y volver a dejar a Dallas en negativo, con un balance de 15-16.
El gran abismo que separó a ambos equipos fue el trato del balón. La relación de robos-pérdidas local fue de 11-7 y la visitante se fue a un horrendo 2-18.
Dallas estuvo mal en la medida de que su gran estrella, Luka Doncic, no encontró su lugar en la cancha. El esloveno, muy bien defendido, se mostró errático en la dirección, perdió muchos balones y fue incapaz repetidamente de generar juego a su alrededor. Se le vio un poco fundido, como a más de un compañero. Venían de un back-to-back triunfal y eso tal vez se haya notado.
El esloveno acabó con 19 puntos y 3 tapones lanzando con buenos porcentajes, pero dio 4 asistencias mientras perdía 7 balones. No jugó el cuarto final. Josh Richardson, Tim Hardaway Jr. y Jalen Brunson estuvieron en dobles dígitos anotadores y Boban Marjanovic atrapó 12 rebotes en 17 minutos, pero hizo un 3 de 11 en el tiro. Tercer partido consecutivo sin Porzingis, que sigue en medio de constantes rumores.
Rompió el partido Sixers en el segundo cuarto con un 36-21 que llevó el encuentro al descanso con 59-43 gracias a que Doncic acertó con un triple en el último segundo. Los locales llegaron a ponerse con 20 de ventaja (57-37) con Embiid haciendo daño desde el rango de los 4-5 metros, con Simmons mostrando lo importante que es en este equipo y con Curry acertado en el tiro.
Dallas no estaba ni se le esperaba. El equipo texano perdió 11 balones en la primera parte, mientras Brunson tenía que lidiar en defensa con Simmons y Harris en el poste, un despropósito.
El tercer cuarto tuvo un atisbo de partido cuando Dallas se llegó a poner a 7 puntos (69-62), pero fue una falsa alarma, ya que Sixers se puso en un abrir y cerrar de ojos con más y más ventaja en el marcador hasta cerrar el cuarto 86-68 a pesar de que Embiid firmó en este tercer cuarto un indeseable 0 de 7 en el tiro de campo.
El último período nos dejó a unos Sixers alcanzando una ventaja máxima de 26 puntos (102-76) y luego relajándose. El trabajo ya estaba hecho. Había sido una victoria muy cómoda ante un rival decepcionante.