Los Cavs renuncian a la remodelación del Quicken Loans Arena
La oposición a la financiación pública y los retrasos dan al traste con el proyecto
La renuncia conlleva que Cleveland no será sede en los próximos años del All-Star
Adiós al proyecto de renovación del Quicken Loans Arena, el pabellón de Cleveland Cavaliers, un recinto deportivo que tiene 22 años, pero que arrastra unas carencias que le sitúan muy lejos del valor deportivo del equipo que juega en su pista.
La idea era remodelar el pabellón de forma espectacular. El presupuesto del proyecto ascendía a 140 millones de dólares, de los cuales la mitad iban a ser aportados por la franquicia y la otra mitad iba a proceder del erario público, algo que no gustó a amplias bases de la comunidad.
El plan era generar una nueva imagen mediante un espectacular exterior de cristal, pleno de vanguardismo, y mejorar parte de los servicios que se ofrecen en el interior a los espectadores.
Las obras tenían que haber empezado en junio, pero casi llegado septiembre el equipo ha renunciado a las mismas vista la oposición ciudadana, que pedía un referéndum sobre el tema, y los retrasos. Dicha renuncia implica que Cleveland no podrá ser sede del All-Star en los próximos años, tal y como pretendía, aspirando al de 2020 o 2021.
Con la financiación en el aire y tal grado de tensión vecinal, el propietario de los Cavs, Dan Gilbert, ha terminado por claudicar y The Q se quedará sin su tan cacareado lavado de imagen.