Atlanta da la campanada en Indiana y Pierce aniquila a los Raptors en Toronto

Atlanta dio un golpe inesperado en Indiana sacando los colores a los Pacers y prolongando la crisis de juego y resultados del equipo de Frank Vogel, que se viene prolongando desde buena parte de la segunda mitad de temporada regular. 

Triunfo en Indianápolis con Jeff Teague y Paul Millsap dominando el partido y los Hawks rompiendo el choque en el tercer cuarto para cerrar sin problema alguno el triunfo en el cuarto final, en el que Indiana no tuvo capacidad alguna de reacción.

En el Este, también hubo victoria foránea en el partido inaugural de los playoffs. Y es que la experiencia juega un papel esencial en la postemporada. Deron Williams y Joe Johnson guiaron a los Nets en Toronto y Paul Pierce decidió el partido a lo grande. No sirvieron las grandes actuaciones de Greivis Vásquez y Jonas Valanciunas, ni el empuje de Kyle Lowry.

Indiana 93 Atlanta 101

En principio, era el partido menos atractivo de la jornada y la serie aparentemente más desigual, pero a las primeras de cambio todo saltó por los aires. La tremenda solidez de Indiana como local (35-6 en temporada regular) se hizo añicos y el equipo de Vogel prolongó su particular crisis de juego llegados los playoffs, una crisis que parece ir más allá de la propia pista.

Atlanta tuvo la oportunidad y la aprovechó al 100%, con Mike Budenholzer debutando a lo grande en un banquillo en playoffs tras aprender durante años en postemporada de su jefe Gregg Popovich. Y con las estrellas de Hawks funcionando, porque Jeff Teague y Paul Millsap estuvieron estupendos.

El partido se rompió en el tercer cuarto. Se había llegado al descanso con empate a 50 y ese tercer cuarto implicó un 16-30 para Atlanta que desembocó en un 66-80 antes de afrontar el cuarto final. Teague metió 14 de sus 28 puntos en ese tercer cuarto triunfal. A sus 28 tantos, hay que añadir los 25 con 8 rebotes de Paul Millsap, el doble doble con buen trabajo defensivo de DeMarre Carroll y el labor general en defensa de los interiores de Atlanta.

Porque el juego interior de los Pacers fue un desastre. Roy Hibbert mejoró algo, pero es una sombra de sí mismo, David West no vivió un día brillante y Luis Scola tuvo un juego para olvidar con 2 puntos y 2 rebotes en 19 minutos y un 0 de 6 en el tiro. En realidad, los únicos que funcionaron en el equipo fueron Paul George (24 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias y 4 robos), aunque estuviera irregular en el tiro, y Lance Stephenson (19 tantos y 7 rebotes). Pero el juego local fue gris y su capacidad de reacción, nula.

De esa impotencia, esa tremenda incapacidad para reaccionar, dio buena cuenta el último cuarto, que empezó con un claro 66-80 que se disparó hasta un 72-90 con un triple de Pero Antic a 7.48 del final y que llegó a estirarse hasta una ventaja de 20 puntos. Esos 20 puntos campaban en el marcador a 4 minutos del final. Porque nunca hubo emoción, sino simplemente un ligero maquillaje final por parte de Indiana. Y Atlanta recupera el factor cancha tras ganar su primer partido en playoffs como visitante en los últimos 3 años.

Toronto 87 Brooklyn 94

Ambiente espectacular en Toronto. Ya no solo en el abarrotado y ruidoso Air Canada Centre, sino también en su exterior, con una multitud viendo el partido por pantallas gigantes fuera del pabellón. Porque Toronto está volcada y muy ilusionada con esta postemporada. Pero llegó el primer choque y la experiencia de Nets mató a los canadienses.

Deron Williams y Joe Johnson llevaron el peso de Brooklyn durante el partido y Paul Pierce destrozó a los Raptors en la recta final del encuentro.

Pierce es un buen ejemplo de que los viejos rockeros nunca mueren. Metió 6 puntos en el primer cuarto y ya no volvió a anotar hasta el último período, ¡pero en qué momento volvió su cabeza a la pista!. Con 76-79 en el marcador a falta de 3 minutos, Pierce metió 8 puntos consecutivos para llevar el luminoso a otra dimensión, un 81-88 a 51 segundos del final. Esos 8 puntos decidieron un partido que cerraron con aplomo desde los tiros libres D-Will y JJ. 

Poco importó a los Nets en la recta final que el partido se tuviera que jugar casi entero sin reloj de posesión a la vista por una avería técnica que nos retrotrayó a los orígenes del baloncesto. Tampoco importó el horrendo 4 de 24 que los visitantes hicieron desde el triple. Porque el debut de Jason Kidd en playoffs como entrenador fue victorioso. Y ahora los de Nueva York recuperan el factor cancha, algo duro para Toronto teniendo en cuenta la gran solidez de Nets como local en la segunda parte de la temporada regular.

Pierce había abierto el marcado del partido con un triple, Jonas Valanciunas, muy bien en el primer y tercer cuarto, levantó a la afición local con un gran arranque de encuentro y un 2-16 puso a los visitantes con un 13-25 que hizo saltar las alertas de Toronto. D-Will, Johnson y Pierce marcaron el primer cuarto y avisaron ya de que la experiencia en playoffs es un grado. Porque Brooklyn tiene un equipo confeccionado para playoffs.

Pero Toronto estuvo ahí siempre, con un gran Valanciunas (17 puntos y 18 rebotes) y un excelente partido de Greivis Vásquez. El venezolano partió de la suplencia para encender a la grada con sus 18 puntos y 8 asistencias en 29 minutos. Capturó 4 rebotes, solo perdió 1 balón, tomó buenas decisiones y encestó 3 de sus 5 intentos triples. Estuvo en su salsa, porque se crece bajo presión.

Kyle Lowry y DeMar DeRozan fueron las dos caras de la moneda. Lowry sumó 22 tantos, 7 rebotes y 8 asistencias y fue importante, aunque flaqueó en las decisiones finales, y DeRozan debutó en playoffs y le pesó el debut: 14 puntos con un 3 de 13 en el tiro. Estuvo realmente flojo. A ello se unió el desafortunado partido de Terrence Ross, que tuvo problemas de faltas al inicio y ya se descentró. A Toronto le mató también su balance robos-pérdidas (3 a 19) y su inexperiencia en estas lides. Habrá que ver cómo reacciona el equipo de Dwane Casey.