JORNADA NBA / playoffs 2013 (semifinales este)
Los Knicks se agarran a los playoffs con 28 puntos de Melo y una gran defensa
Derrotan a Indiana y se colocan con un 2-3 en las semifinales de la Conferencia Este
Paul George y David West tiran de unos Pacers que echaron de menos a su base George Hill
Los Knicks se mantienen todavía con vida en los playoffs. Indiana no aprovechó en el Madison Square Garden su primer 'match ball' arrastrado por la baja de George Hill y los problemas de faltas de Roy Hibbert y Paul George. Carmelo Anthony lideró el triunfo con 28 puntos.
Mientras, Pablo Prigioni volvió a la titularidad y la rotación habitual de Mike Woodson, quedándose muy marginado un Jason Kidd que sigue sin anotar. La sorpresa positiva de New York fue Chris Copeland; la negativa, otra vez, la mala segunda parte de J.R. Smith.
La serie se pone ahora con un 2-3 a favor de Indiana, que jugará el sexto encuentro en su pabellón. Será la gran oportunidad de volver a meterse en unas Finales de Conferencia, algo que no logra desde 2004.
New York 85 Indiana 75 (2-3)
Rectificar es de sabios. Mike Woodson decidió reubicar a Pablo Prigioni como base titular y darle 19 minutos de juego, que es una presencia normal para el argentino en la rotación. El gran perjudicado fue Jason Kidd, que tan sólo disputó 5 minutos para sumar otro partido más sin anotar. Es duro tomar una decisión así con un jugador del calibre y trayectoria histórica de Kidd, pero resulta necesario viendo la extraña deriva que ha tomado el juego del All-Star.
No fue ése el único rectificado de Woodson. Chris Copeland fue otro beneficiado de los reajustes del técnico local y bien que lo mereció. Porque se marcó un notable partido.
Fuera de esos cambios, los Knicks basaron su triunfo en dos aspectos ineludibles de su juego: la ofensiva de Carmelo Anthony y el trabajo defensivo llevado al extremo. Cuando los Knicks han defendido así, casi siempre han ganado.
Es cierto que Melo fue muy individualista. Hay números que no pueden ocultar esa realidad, como sus 28 tiros a canasta con 0 asistencias a sus compañeros. Pero también es verdad que la situación no estaba para bromas y que la estrella local tenía que dar un paso adelante y lo dio con creces a pesar de su maltrecho hombro izquierdo. Porque Carmelo fue parte esencial del éxito de los Knicks, parte crucial de que los neoyorquinos no se hayan ido ya para casa.
Hubo otras claves, pero en el equipo contrario. Porque es duro afrontar un partido decisivo sin tu base titular, George Hill, baja por conmoción. En su lugar, la titularidad fue para un D.J.Augustin que ha hecho una muy deficiente temporada y que anoche estuvo francamente mal. Baste decir que no dio una sola asistencia en 39 minutos de juego. Fue todo menos un base.
A ese inconveniente, la baja de Hill, se unieron los problemas de faltas personales que aquejaron a dos hombres clave visitantes: Roy Hibbert y Paul George. Entramos aquí ya en problemas mayores. Y es que si con todas estas circunstancias los Knicks no hubieran ganado...
Indiana arrastró innumerables problemas. Además de los ya citados, ambos de gran enjundia, hay que añadir su horrible ejecución en los tiros libres. ¡Fallaron 14 y terminaron con un 57,6% de acierto!. También hay que sumar sus 19 pérdidas de balón, un mal que se repite en el equipo de Frank Vogel. Y su 36% en el tiro de campo. En fin, que metiendo 75 puntos se va a pocos sitios.
El partido fue complicado. No fácil para el espectador. Salvado por lo que había en juego. Y los Knicks lo supieron controlar con relativa facilidad, haciendo un buen ejercicio mental y físico ante un rival que movió el balón mejor, pero no estuvo acertado.
El encuentro arrancó con un 7-0 para Knicks con Melo golpeando desde el principio. Hibbert ya se metió en problemas de faltas en este primer cuarto, que acabó con un resultado equilibrado: 19-15.
El segundo acto comenzó con una muy buena actividad de los Knicks en cancha, unos Knicks que notaron la presencia de Prigioni. El argentino aporta racioncinio al juego, que no es poco, un sentido colectivo, una pausa reflexiva y un ejemplar modo de ejecutar el pick-and-roll. También intensidad. Un cóctel que ayudó en los primeros minutos del segundo cuarto a su equipo. Un triple de Chris Copeland puso 9 arriba a los locales (32-23) mediado el cuarto.
Sin embargo, Indiana reaccionó excelentemente a partir de la defensa, un trabajo atrás que dejó sin anotar durante 3 minutos a los Knicks, equilibrándose el partido, que andaba ciertamente espeso. Al descanso se llegó con un 40-34 tras hacer una falta personal Sam Young a J.R. Smith sobre el intento triple de éste sobre la bocina. J.R. metió 2 de sus 3 tiros libres.
Por entonces, Anthony ya sumaba 15 puntos y Smith parecía haber regresado de sus farras (9 tantos). Lo segundo fue una simple ilusión. El mejor de Indiana en el intermedio era David West.
Comenzó el tercer cuarto con festival de triples. Hasta 3 en 60 segundos justos. Uno anotado por Prigioni, sus únicos puntos.
Éste fue el cuarto en el que Hibbert siguió con su conflicto de faltas al cometer la cuarta, pero también fue el período en el que Copeland explotó definitivamente con muy buenos minutos. El jugador de los Knicks volvió a ser el que llevó a su equipo a 9 de ventaja (53-44) con 6:54 por jugarse del tercer acto. Y también fue él el que protagonizó con una canasta la máxima ventaja de 11 tantos (59-48). Estaba en perfecta sintonía con el encuentro. Andaba feliz por la cancha. Y New York acabó el cuarto con 10 de ventaja (67-57).
Los Knicks no habían aprovechado del todo, de forma definitiva, una circunstancia favorable, que no era otra que unos Pacers sin Hill (por lesión) y sin Hibbert (por faltas). Esa doble circunstancia se convirtió en triple cuando en el último cuarto Paul George, que estaba haciendo una gran segunda parte, cometió su quinta personal. Hubo momentos en los que George defendió con 5 faltas a J.R., un hombre mucho más bajo, mucho más eléctrico. Pues bien, los Knicks no sacaron provecho de la situación.
Los Pacers se pusieron a 4 (75-71) con una cesta precisamente de George. El Madison dudó, pero la situación no fue a mayores. Fue Melo el que tomó la batuta asumiendo su liderazgo. Fue Anthony el que respondió con 4 puntos a esa situación complicada. Y los Knicks ya no volvieron a pasar apuros reales, más aún cuando su rival acumuló pérdidas y errores en el tiro en la parte final del choque.
Al final, ganaron los locales con una fantástica defensa y 28 puntos con 6 rebotes de Anthony. Copeland terminó con 13 tantos en 19 minutos y un 3 de 4 en el triple, J.R. sumó otros 13 yendo de más a nada y Raymond Felton mostró una vez más la consistencia que ha adquirido su juego. Prigioni hizo 3 puntos y 3 asistencias en 19 minutos y Amar'e Stoudemire y Jason Kidd estuvieron 7 y 5 minutos en cancha. La cosa no estaba para extravagancias.
En Indiana, Paul George (23 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias) y David West (17 tantos, 10 rebotes y 3 robos) fueron los que tiraron del carro. El resto, apenas aportó en ataque. Hibbert estuvo bien controlado y arrastró los ya mencionados problemas de faltas, Augustin fue un mal sustituto de Hill y Lance Stephenson no aportó esta vez en ataque. Indiana perdió y tendrá que esperar a solucionar la serie en su feudo. Porque todavía hay serie.