La espalda de Ricky Rubio se resiente tras la larga inactividad
El jugador español no viaja con los Wolves a Utah y se perderá los próximos 2 partidos
El regreso de Ricky Rubio tras su grave lesión de rodilla está siendo complicado, como era de esperar. Una de las complicaciones que están surgiendo son los problemas físicos derivados de la larga inactividad. El último de ellos, los dolores de espalda que le han impedido viajar a Utah.
El base español ya se había perdido el partido del sábado ante Phoenix por las molestias que sufre en la espalda y en la franquicia han decidido que no viaje estos días con el resto del equipo para darle más descanso. Eso supone que no podremos verle en la minigira por el centro del país que afrontan los Timberwolves para enfrentarse a Utah y Denver.
“Como no tienes confianza en la rodilla, haces cosas diferentes y eso provoca lesiones en otras zonas”, ha explicado Rubio, “Hace 2 semanas, fue la ingle y ahora es la espalda”. Y es que una de las cosas que más cuesta tras una lesión como la suya es quitarse de la cabeza la idea de que puede repetirse, un pensamiento que lleva a modificar los movimientos naturales en el afán por proteger la rodilla, lo que suele traer consigo sobrecargas musculares en otras áreas del cuerpo.
Su técnico, Rick Adelman, reconoce también que el largo periodo de inactividad tras la lesión es otra de las causas de sus problemas. “Siempré pensé que esto pasaría porque él, básicamente, está haciendo la pretemporada”, aseguraba Adelman este lunes, “Va a pasar por altos y bajos y a tener molestias y ahora le ha tocado a su espalda”.
Los Timberwolves han limitado los entrenamientos de Rubio, el lunes no entrenó y ayer sólo hizo una ligera sesión de tiro, y esperan que mejore en los próximos 2 o 3 días con el tratamiento prescrito por los servicios médicos. No quieren forzar al joven base, conscientes de que han de ser pacientes en su proceso de reintegración a la competición.
Hasta ahora, Rubio ha jugado 5 partidos de liga y ha promediado 4,2 puntos y 4 asistencias por encuentro con un pobre 24% en el tiro de campo. Su mejor encuentro fue precisamente el de su debut, ante Dallas, pero desde entonces se ha podido comprobar que, como es lógico, está aún lejos de recuperar el nivel de juego que tenía el año pasado antes de su lesión.