Maurice Podoloff, el rey de la cesta y el hielo
Podoloff fue el primer presidente de la NBA, que dirigió 17 años
El primer rey de la NBA nació en Rusia. El origen de la mejor liga de baloncesto del mundo le debe mucho como espectáculo de masas a un inmigrante ruso de origen judío llamado Maurice Podoloff.
Pocos podían pensar en 1890, cuando Maurice nació en Yelisavetgrad -actual Kirovograd-, que aquel bebé que vio la luz en la actual Ucrania se convertiría en una figura señera del deporte profesional estadounidense, nación que lo acogió en sus años de adolescencia y que le crió como a uno de los suyos, al máximo nivel.
Podoloff no fue un inmigrante cualquiera. Su familia, comerciantes judíos, pronto regentó negocios de alto nivel y él se formó como hombre de leyes en una de las más prestigiosas universidades del país, Yale.
Estamos ante un hombre especial. No es casualidad que el Trofeo al MVP de la temporada en la NBA se llame Trofeo Podoloff. Y es que Podoloff fue el primer presidente de la Basketball Association of America (BAA), que luego se llamaría NBA.
La BAA surgió el 6 de junio de 1946 en el Hotel Commodore de Nueva York. Arrancó con 11 equipos pertenecientes a otras tantas ciudades y lo hizo bajo la batuta de Podoloff, que nunca quiso que le llamaran comisionado porque le recordaba a los comisarios soviéticos, comisarios de una URSS en la que nunca llegó a vivir, ya que cuando su familia marchó hacia Estados Unidos lo hizo dejando atrás una Rusia aún zarista.
Ese año, 1946, marca un hito en el baloncesto estadounidense, que adquiere por primera vez una estructura profesionalizada de algún modo, una estructura que busca hacer del baloncesto un deporte de masas en un tiempo dominado por el hockey sobre hielo y el boxeo. Y también marca un hito para Maurice Podoloff en lo personal, puesto que se convierte en el primer hombre que preside de forma simultánea la liga de baloncesto (BAA) y la de hockey sobre hielo. Ríanse del poder del señor David Stern, aunque aquellos eran otros tiempos. Y es que Podoloff venía de dirigir el hockey sobre hielo, deporte del que sabía tan poco como de baloncesto cuando se metió en él.
Eso sí, el prestigioso hombre de leyes demostró desde el principio grandes dotes para la organización y la negociación. Además, sus ideas fueron creando los cauces adecuados para que el baloncesto se convirtiera poco a poco en un negocio rentable.
Impulsor de importantes novedades
Podoloff rigió los destinos de la NBA desde 1946 hasta 1963, momento en el que le reveló como comisionado Walter Kennedy, e ingresó en los años 70 en el Salón de la Fama.
Su lista de méritos es indiscutible desde nuestra mirada actual, 66 años después de la creación de la NBA bajo el nombre de BAA.
Convencido de que la liga recién creada precisaba de un salto de calidad, Podoloff ideó un sistema para que la competición elevara su nivel año a año. Muchos de los mejores jugadores jugaban en otras ligas del país y en la BAA faltaba talento. El talento llegó con una genial idea: la creación del draft. Podoloff creó el draft en 1947. A partir de entonces, los mejores jugadores universitarios fueron a parar a la liga profesional que presidía. Fue, sin duda, un gran acierto.
Además, en 1954 se añadían dos aspectos importantes al juego bajo su mandato. Por una parte, se negociaron los primeros contratos televisivos y, por otra, se instauró el reloj de posesión de 24 segundos ideado por Dan Biasone.
Entre tantas novedades que favorecieron el espectáculo y el negocio, Podoloff fue el causante por azar de que el gran Bob Cousy recalara en los Celtics de Boston para hacer historia.
Corría el año 1950. El equipo Chicago Stags acababa de desaparecer y muchos equipos de la liga se pegaban por sus 3 bases. Finalmente, 3 equipos pujaron por los 3 bases: Warriors, Knicks y Celtics. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, Podoloff optó por el azar. El sorteo fue de lo más sencillo: un sombrero con 3 papelitos dentro. La mejor suerte correspondió a los Knicks, que se hicieron con el armador Max Zaslofsky, el más deseado; la suerte intermedia recayó en los Warriors, que lograron los servicios de Andy Philip; y los peor parados fueron los Celtics, que se tuvieron que conformar con el tercero de la lista, Bob Cousy. La historia, luego, cambió la fortuna de aquel día. ¡Y de qué manera!.
Lo cierto es que lo que no cambió con el tiempo fue la imagen exitosa y triunfal de Maurice Podoloff, que en sus 17 años al frente de la NBA llevó la competición de 11 a 17 equipos divididos en 3 divisiones dentro de una temporada de 557 partidos. Fue él quien sentó las bases que han hecho posible la actual NBA, aunque haya sido con David Stern cuando la liga estadounidense haya traspasado fronteras hasta internacionalizarse de forma espectacular.
Podoloff, aquel chaval judío nacido en la Rusia zarista de finales del siglo XIX, hizo muchísimo por un deporte que apenas conocía cuando llegó a él. Su sentido del negocio y del espectáculo arraigó en el baloncesto de Estados Unidos. Fue su vida, una vida intensa, y larga, muy larga. Falleció en Estados Unidos a los 95 años de edad. Para entonces, ya había recibido en vida todos los honores posibles.