Portland vence a Toronto y Cleveland se impone a Boston

Lo españoles Rudy Fernández y José Manuel Calderón completaron una gran primera parte en el partido que enfrentó a sus equipos, Portland y Toronto, pero en la segunda parte el primero jugó poco y el segundo se dedicó más a ayudar con el pase a sus desacertados compañeros.

Aún así, cabe destacar el papel que tuvo Rudy en el segundo cuarto -donde anotó 10 de sus 12 puntos-, ya que ése fue el momento de partido en el que los Blazers se desprendieron del aliento de su rival para conservar la ventaja obtenida durante los 2 siguientes cuartos.

Mientras, en el gran partido de la jornada, que enfrentaba a 2 colosos del Este, Cleveland demostró ser, hoy por hoy, un aspirante mucho más cualificado para el título que Boston. LeBron James marcó la diferencia y Varejao completó una gran actuación.

Portland 109 Toronto 98

Los Blazers apretaron en el segundo cuarto con Rudy Fernández como protagonista, se despegaron al descanso (60-49) y luego supieron aguantar el tipo ante un rival al que se le escapó el partido por su incapacidad defensiva del primero tiempo y por sus ineficaces maniobras para recuperar el pulso del choque en la segunda mitad.

Perdieron los Raptors anotando casi el 55% de sus tiros. Una barbaridad que se convierte en razonable si examinamos que los Blazers lograron meter 12 de sus 20 intentos triples y capturaron 19 rebotes ofensivos hasta casi equilibrar la lucha por los rechaces en el aro rival (25 a 19 para Toronto).

Los españoles en liza estuvieron bien, pero no tuvieron continuidad, bien por culpa de la falta de minutos (Fernández), bien por la pérdida de fuelle según avanzaba el encuentro (Calderón) por la acumulación de esfuerzos -2 partidos en 24 horas-.

Esa acumulación de esfuerzos se vio en la dificultad de los canadienses para recuperar el centro del partido una vez el rival les había expulsado hacia las afueras. Porque, al final, Bosh estuvo demasiado solo en ataque.

Rudy Fernández aportó 12 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias en 21 minutos de juego. Hizo 3 de 5 en el triple, todos en el segundo cuarto, un período en el que maravilló. Pero luego, McMillan no le dio mucha continuidad en la segunda mitad, debido en gran parte a que prefirió utilizar a un inspiradísimo Batum. Aún así, y aunque le saliera bien la cosa a McMillan, no es de justicia todos los minutos que el español se pasó en el banco. Y empieza a desesperarse, no sin razón.

En cuanto a Calde, firmó una espléndida primera parte, pero en la segunda bajó su ritmo anotador y se dedicó más a dirigir. Sin mucha fortuna, dada la mala noche de más de un compañero. Terminó con 11 tantos, 7 asistencias y 3 rebotes en 31 minutos, volvió a jugar más que un desangelado Jack, disputó los minutos decisivos con Jack en la banda, pero no estuvo demasiado fino en el triple (5 de 8 en el doble por 0 de 3 en el triple).

Portland dominó con su quinteto más Rudy en dobles figuras anotadoras. Aldridge (22 puntos y 12 rebotes), Batum (otros 22 con 5 de 6 en el triple, ¡cómo ha mejorado este chico en el tiro!) y Roy -20 tantos- fue el trío decisivo, sin desmerecer por ello el buen trabajo de Miller, Camby y Fernández.

En Toronto, no hubo alegría italiana: Bargnani estuvo mal y Belinelli ni siquiera jugó. Bosh fue, de largo, el mejor con 28 puntos; luego vinieron 5 compañeros con 10 o más puntos, aunque sin demasiada consistencia. Turkoglu sumó 14 con mucho acierto desde más allá del arco y DeRozan también lo hizo bien. Calderón y Amir Johnson (13 tantos y 6 rebotes) fueron los mejores suplentes.

Boston pierde en Ohio

Duelo de altos vuelos en el Quicken Loans Arena de Cleveland, donde los Cavs, cumpliendo los pronósticos, derrotaron a unos Celtics venidos a menos por 104 a 93. Un triunfo que agranda aún más las diferencias entre ambos equipos (52 por 41 victorias).

El partido fue serio en materia física. Hubo, de hecho, hasta 78 tiros libres, con especial desacierto local al anotar 31 de sus 48 intentos.

Pero el equipo local funcionó como un reloj. Seria defensa, buena labor en los aros a la hora de pelear por el rebote y un gran control en la ofensiva.

LeBron James fue el rey del encuentro al anotar 24 de sus 30 puntos en la segunda parte. Además, capturó 8 rebotes, repartió 7 asistencias y puso 3 tapones.

Junto a él estuvo un magnífico Varejao, que jugando de falso suplente se fue a 17 puntos y 10 rebotes en 30 minutos. Y también estuvieron bien Jamison (15 puntos y 12 rebotes pero tremendamente irregular en el tiro -1 de 7 en el triple y 2 de 8 desde la línea de personal) y Mo Williams.

En Boston, funcionó -y es noticia- su antiguo 'big three'. Por fin, los 3 rindieron al unísono para sumar 56 puntos: 20 de Ray Allen, 18 de Garnett y otros 18 de Pierce. Además, el cuarto hombre -casi ya el primero-, Rajon Rondo, hizo 16 tantos con 8 rebotes y 6 asistencias. Pero el resto, ¿dónde estuvo el resto?. Nadie más superó los 6 puntos y la suplencia anduvo de pena. Lo suficientemente mal como para perder el partido y hacerlo sin gracia.