Los Lakers superan sus lastres y ganan en Dallas

Cuando menos se esperaba una reacción visceral de los Lakers, ésta llegó. Ocurrió anoche en Dallas, donde los Mavericks fueron incapaces de superar a unos Lakers sin Gasol y con un Bryant con la espalda destrozada, un Kobe que hizo un esfuerzo sobrehumano para ayudar a los suyos.

Barea, perdida la titularidad, no tuvo un papel destacado en el partido de la jornada, que deparó dos estadísticas históricas importantes: los Lakers se convirtieron en el primer equipo de la NBA que suma 3.000 victorias en su historia y el alemán Dirk Nowitzki se convirtió en el primer europeo en en lograr alcanzar la barrera de los 20.000 puntos en la NBA.

Mientras, Atlanta sigue a los suyo, que por lo general es ganar partidos. Anoche, ante un rival no demasiado fiero -los Wizards-, el equipo de Horford encadenó su tercera victoria consecutiva para seguir encaramado en las posiciones altas del Este, donde Orlando sigue cediendo. Esta vez perdió, y claramente, en Denver.

Dallas 95 L.A.Lakers 100

Era el partido más atractivo de la jornada y no defraudó. Y aunque los pronóstico daban ventaja a los texanos, vista la situación y últimos partidos de los californianos, fueron estos los que se llevaron el encuentro.

No parecían tener demasiado crédito estos Lakers. Sin Gasol, su juego había bajado mucho y Kobe Bryant está para el arrastre. Pero fue la casta de Kobe, sus ganas de triunfar sin importarle arriesgar su físico, las que llevaron en volandas a sus compañeros a la victoria.

Bryant sólo jugó 11 minutos en los que lanzó 1 tiro en la primera parte. El estado de su espalda era bastante calamitoso, pero a pesar de ello disputó todos los minutos de la segunda mitad y llegó a anotar a 28 segundos del final una canasta decisiva.

Sólo acabó con 10 puntos anotados en 35 minutos, pero ejerció de señuelo para que otros hombres construyeran las victorias, los hombres que tenían que hacerlo dando un paso adelante: el trío Bynum, Odom, Artest.

Bynum sigue haciendo unos numerazos sin Gasol. Esta vez se fue a 22 puntos y 11 rebotes. Pero los que dieron un paso adelante fueron Odom y Artest. El primero porque se mostró mucho más incisivo en ataque (20 tiros), acabando con 18 tantos y 14 rebotes. El segundo, porque empezó a adquirir también ciertas responsabilidades ofensivas que tenía olvidadas últimamente (16 puntos y 11 rebotes con 5 de 5 en el tiro de campo).

Para redondear la faena, los suplentes, liderados por Farmar y con la incorporación desde el pasado partido de Walton, estuvieron mejor que de costumbre.

Con estas bases individuales y colectivas, los Lakers lograron su trigésima victoria de la temporada y la 3.000 de su historia. Todo un hito.

Mientras esto sucedía en las filas angelinas, en las locales se vivía el partido de forma muy distinta.

Tal vez confiados ante las aparentes 'debilidades' del equipo campeón, los Mavericks parecieron salir convencidos de la victoria, pero pronto comprobaron que iban a vivir un partido muy igualado. Porque en ellos, además, se mezclaban dos sentimientos opuestos: la confianza ante su mejor estado físico -contaban a tope con todos sus hombres- y la desconfianza por la paliza que recibieron en el Staples el día que se lesionó Pau Gasol.

El encuentro fue muy especial para Dirk Nowitzki, que hizo otro partidazo. El alemán se convirtió en el primer europeo en alcanzar la barrera de los 20.000 puntos, aunque de nada le sirviera al equipo.

El ala-pívot teutón, que en ataque ejerce de alero -o de lo que quiera-, vivió una noche agridulce tras encestar 30 puntos y capturar 16 rebotes. Y sus esfuerzos en el último cuarto (anotó 15 en dicho cuarto) por desnivelar la contienda no rindieron sus frutos.

Josh Howard -18 puntos- le apoyó en la ofensiva-. El espectacular escolta de Dallas ha quitado la titularidad a José Juan Barea, que apenas jugó 13 minutos en los que anotó 6 puntos y dio 1 asistencia.

Kidd no estuvo nada mal -11 tantos, 11 asistencias y 7 rebotes-, pero hombres importantes como Jason Terry y Shawn Marion fallaron.

Un triple de Nowitzki empató el encuentro a 95 a 42 segundos del final. Fue entonces cuando emergió la figura del dolorido Byanta para colocar a 28 segundos de la conclusión un 95-97 que abrió el camino del triunfo visitante. La jugada clave... el triple errado a 7 segundos de la bocina por Josh Howard con un marcador de 95 a 98.

Atlanta 94 Washington 82

Los Hawks lograron su tercera victoria consecutiva a costa de unos Wizards que están bastante perdidos, más aún tras todo el asunto de Arenas y Crittenton.

Sin embargo, no fue un partido fácil el disputado en el Philips Arena. El encuentro comenzó muy frío (17-13 en el primer cuarto) y los locales parecieron sentar las bases de su triunfo en el segundo cuarto (45-33 al descanso). Pero a pesar de llegar a acumular 22 puntos de ventaja, Atlanta se complicó la vida de mala manera en el tercer período y los Wizards se metieron en el partido. Lo que ocurre es que luego no tuvieron gas suficiente para mantener su apuesta.

A Atlanta, por el contrario, le sobra gas. Es un equipo joven, conjuntado, sólido y que sabe lo que quiere. Un control de sus actos que ante Washington se tradujo en sólo 7 balones perdidos.

Los de Mike Woodson están en la cresta de la ola en el Este. Y los siguen estando gracias a jugadores como Joe Johnson (24 puntos ayer), el suplente Jamal Crawford (22), que se postula como serio aspirante al premio de Mejor Sexto Hombre de la liga, Marvin Williams (16 tantos, 8 rebotes y 4 tapones) o Josh Smith (que rozó el triple-doble con 10 puntos, 11 rebotes y 8 asistencias).

Pero también con ese jugador dominicano en crecimiento que es Al Horford, aunque anoche no encarnara su mejor papel. De todos modos, no lo hizo mal, acabando con 7 puntos, 10 rebotes y 3 asistencias en 33 minutos.

Los Wizards, donde no jugó Oberto, pelearon lo suyo, pero tuvieron serios problemas para cerrar la pintura al ataque local y a cambio no tuvieron excesiva presencia en la zona contraria, donde nunca fueron una amenaza seria.

Además, tiraron de pena (un 35,8% en el tiro de campo), y eso que en el triple anduvieron muy finos (6 de 12). Para rematar la faena, la segunda unidad tuvo una actuación apática, no aportando casi nada.

Jamison volvió a ser su mejor hombre, con un partidazo de 25 puntos y 19 rebotes y Foye demostró, una vez más, su gran forma con 18 tantos y 8 asistencias. Mientras que Haywood y Butler conseguían sendos dobles dobles, aunque el alero fallara más de la cuenta en el tiro.

La fortaleza de Denver

En partido sin hispanos, pero muy atractivo, Denver demostró su fortaleza como equipo al derrotar cómodamente a Orlando por 115-97 tras dominar brutalmente a su rival en el tercer cuarto, que acabó con un parcial de 35-19.

La clave de la victoria local estuvo en su maravilloso equilibrio ataque-defensa y en el espectacular trabajo defensivo llevado a cabo por Nené Hilario, Kenyon Martin y Chris Andersen sobre Dwight Howard, que acabó con 8 puntos tras encestar 1 de sus 7 tiros de campo.

Porque en Orlando no funcionó ninguna de sus figuras, ausente Carter. Entre Howard, Lewis -que está jugando a muy bajo nivel- y Nelson sumaron 22 puntos. Y tuvo que ser un enorme Matt Barnes el que hiciera la estadística del equipo (28 puntos, 9 rebotes y 3 robos).

En Denver, todo fue más lógico. Los hombres interiores defendieron muy fuerte y aportaron lo suyo al ataque, pero fueron los hombres de fuera los que protagonizaron la ofensiva. Carmelo Anthony hizo 27 puntos, se mostró infalible en los tiros libres y ayudó en el rebote y el pase, Chauncey Billups anotó 24 con una excelente selección de tiro y J.R.Smith sumó 17 en 24 minutos.