JORNADA NBA / TEMPORADA 2009-2010
Los Lakers ganan a los Heat con una canasta imposible de Bryant sobre la bocina
Pau Gasol anota 4 puntos en los momentos decisivos y acaba con 22 y 8 rebotes
Memphis sorprende a Dallas con una gran defensa en un gris partido de Marc Gasol
Asombrosa, fantástica, afortunada, milagrosa, imposible... póngale el calificativo que quieran, pero la canasta que anotó anoche sobre la bocina Kobe Bryant le acerca al pedestal más alto de este deporte. Los Lakers ganaron así a Miami en otro gran partido de Pau Gasol.
El español anotó 4 puntos muy importantes en el último minuto y tuvo que sobreponerse a un tremendo golpe en el ojo izquierdo que le envió al banquillo a 6 minutos del final del partido. Pocos apostaban por su vuelta a la cancha, pero tuvo que regresar a raíz de la expulsión de Lamar Odom.
El partido resultó espectacular en su último cuarto y el duelo Bryant-Wade, inolvidable. Y Carlos Arroyo se tuvo que conformar con verlo todo como espectador desde la banca.
Mientras, Memphis sorprendió a Dallas en el FedExForum, donde logró una cómoda victoria a base de defender de manera extraordinaria. No fue el partido de Marc Gasol en ataque, aunque brillara en defensa. Y aún menos lo fue de José Juan Barea.
L.A.Lakers 108 Miami 107
Tras 6 auténticos paseos de los Lakers en la 'era Gasol', a la séptima los angelinos encontraron un rival, y ¡qué rival!. Unos Heat que tuvieron el partido en su mano y que aún se estarán preguntando cómo lo pudieron perder. Porque sufrida, extremadamente sufrida, fue la victoria de los locales, que suman ya 8 triunfos consecutivos y con 15 en 18 partidos son el mejor equipo de la liga.
El partido pareció jugarse a los puntos en los 3 primeros cuartos, como un combate de tanteo en el que de vez en cuando se ve un movimiento de calidad, pero todo está dormido. No es que el partido no fuera bueno en esos 3 cuartos, sino que simplemente, a pesar de la igualdad, le faltaba algo de tensión, pues todos parecían ir con una marcha de menos, especialmente los Lakers.
En el primer cuarto, los de Phil Jackson ya mostraron sus cartas y sus dos 7 pies titulares, Gasol y Bynum, causaron estragos en la zona rival. Sin embargo, poco a poco, O'Neal, Beasley y Haslem ajustaron sus serios problemas defensivos, dada la calidad de los oponentes.
El que también ajustó su rendimiento fue Dwyane Wade, que no anotó su primera canasta en juego hasta casi el final del segundo cuarto. Y es que su primera parte fue para olvidar. Un ajuste que también fue perfeccionando Kobe Bryant, que según se acercó el final del partido se fue agrandando hasta parecer inconmensurable.
Fue el duelo Bryant-Wade, emparejados en ambos lados de la cancha durante el partido, una regalo para los ojos, que en el último cuarto cobró forma de arte en una última jugada, sobre la bocina, en la que ambos, elevados al cielo, Bryant lanzando y Wade defendiéndole como una lapa, resumió el partido. Ese triple imposible de Kobe fue el maravilloso colofón en un duelo más que estelar.
Pero antes de llegar a describir ese final de partido habrá que poner a todos en antecedentes. Y esos antecedentes pasaron por 1 minutos que pudo echar por tierra todas las opciones locales, 60 segundos en los que los Lakers pudieron perder de un plumazo a Pau Gasol y Lamar Odom.
La primera desgracia llegó a 6:03 del final cuando Odom, intentando taponar a un rival, le dio un tremendo manotazo en el ojo izquierdo a Pau Gasol, que quedó tendido en el suelo boca arriba con enormes gestos de dolor. Se detuvo el partido y el español, que tuvo una gran actuación, se retiró al banquillo con el ojo a la virulé y el rostro desencajado.
56 segundos después llegaba la segunda jugada. Jermaine O'Neal hizo un mate y pareció -colgado todavía del aro- subirse a hombros de Odom, y el enfado mutuo acabó a empujones. Inexplicablemente, los árbitros expulsaron a Odom (que tuvo una noche para olvidar) y sólo le pitaron técnica a O'Neal. Y Gasol tuvo que reincorporarse al juego medio tuerto.
Fue poco después (a 2:43 del final) cuando 1 triples de Quentin Richardson (95-96) hizo saltar todas las alarmas. A partir de ahí todo fue un frenesí.
Pau Gasol anotó un palmeo importante a 1:02 del final y 2 tiros libres todavía más cruciales con 9 segundos por jugar, que colocaron el luminoso en 102-104. Décimas después, Wade, desde la línea de personal, colocaba el 102-106. Todo parecía decidido.
Pero entonces, el tiempo muerto de Jackson dio para una jugada rápida. Sacó Kobe sobre Pau, éste pasó a Fisher y el base obró uno de esos triples tan suyos de última hora. Ese tiro arqueado colocó el 105-106 en el luminoso.
Poco después, Gasol hizo falta a Wade y éste sólo anotó el segundo tiro (105-107). Y el nuevo tiempo de Jackson sólo sirvió para avanzar el balón al sacar desde campo contrario, porque la jugada estaba clara: dársela a Kobe y que fuera lo que Dios quisiera. Y la Diosa Fortuna estuvo con el genio de Filadelfia que en un tiro imposible, con Wade encima, se suspendió en el aire rectificando hacia la izquierda y, desequilibrado, ¡anotó un triple contra tablero!. Los Lakers habían anotado ¡8 puntos en los últimos 9 segundos! para ganar el partido.
Unos Lakers que habían anotado 1 de 10 triples en el primer tiempo, pero que acabaron ganando gracias a 2 triples y al discreto papel en los tiros libres del rival (27 de 42).
Bryant terminó con 33 puntos (17 en el último cuarto), Pau Gasol se fue a 22 con 8 rebotes, 4 asistencias y ninguna pérdida de balón en 42 minutos y Bynum sumó 19 con 8 rebotes. Fueron los mejores. Pero no hay que olvidar tampoco las labores de Fisher, Artest y Farmar.
En Miami, Wade hizo un horrible primer tiempo y un extraordinario segundo para acabar con 26 puntos (9 en los últimos 2 minutos del partido), 9 asistencias y 7 rebotes, aunque con 7 de 21 en el tiro. O'Neal hizo 16 y 10 rebotes y Haslem sumó 14, mientras que Carlitos Arroyo no salió a pista porque así lo decidió Spoelstra.
Memphis 98 Dallas 82
Mucho peor en ataque que su hermano Pau estuvo Marc Gasol en Memphis, pero su trabajo defensivo, como el del resto de sus compañeros, terminó por abrumar a unos sorprendidos Dallas Mavericks, en un duelo de equipos de la misma División que acabó en sorpresa.
Porque sorpresa fue ver defender a estos Grizzlies de un modo tan extraordinario. Tal fue así que dejaron a Dallas en 31 puntos en la segunda parte para inflingirles la que fue su sexta derrota de la temporada.
Los Mavericks perdieron el norte en ataque en la segunda parte, y el mismo equipo que encestó en la primera parte anate los Nets un 81% de sus tiros de campo, anoche se quedó en el partido ante Memphis en un paupérrimo 35,2%. Ninguna de sus estrellas se salvó.
Terry, su máximo anotador con 18 tantos, hizo 5 de 16 en el tiro, Nowitzki (16 puntos y 10 rebotes) anotó 7 de 22, Kidd (13 tantos y 7 asistencias) encestó 4 de sus 12 tiros, Marion se quedó en 2 de 8... y así hasta prácticamente el último de los jugadores. Porque, por ejemplo, el puertorriqueño José Juan Barea también tuvo su peor noche al no ser capaz de anotar ni un solo punto en los 12 minutos que jugó, mucho menos que lo habitual. Su serie: 0 de 5.
Así fue como los Grizzlies aturdieron a su rival, defendiendo. ¡Quién lo iba a decir!. Pero también atacando con garantías, basándose en una tripleta de lujo: O.J.Mayo (25 puntos con 5 de 8 en el triple), un gran Zach Randolph (24 puntos y 15 rebotes) y Rudy Gay (18).
El resto fueron meros acompañantes en ataque, aunque piezas esenciales en defensa. El mejor ejemplo de ello fue Marc Gasol, que apenas tuvo protagonismo en la ofensiva (6 puntos tras lanzar sólo 5 veces a canasta en 31 minutos).
Ese trabajo colectivo en la retaguardia dejó a Dallas en 82 puntos, lo que unido a la buena noche de los locales desde el perímetro (9 de 17 en el triple) abonó el camino de la victoria del equipo que dirige Hollins, que ya suma 8 triunfos en 20 partidos. Mejor de lo esparado.
Se entona la máquina bostoniana
La máquina que parece cada día mejor engrasada es la de los Celtics, que anoche ganaron en una cancha nada fácil, el Ford Center, a Oklahoma City Thunder por 87 a 105 en otro festival defensivo del equipo de Doc Rivers.
Los visitantes abrieron el hueco a partir de dos fantásticos cuartos, el primero y el tercero, que depositaron al equipo con 23 puntos de ventaja en el inicio del cuarto final.
Hasta 7 jugadores célticos alcanzaron o superaron la decena de puntos. Los mejores: un maravilloso Garnett (23 puntos y 8 rebotes en 26 minutos con 10 de 11 en el tiro de campo), Pierce (21 tantos) y Rondo (15 con 6 asistencias y 4 robos).
En los Thunder, todo fue Durant, que hizo 36 puntos y recibió su segunda técnica en más de 200 partidos como jugador de la NBA. Vamos, lo mismo que su rival de anoche, Rasheed Wallace, que está a punto de alcanzar la cifra de 200 técnicas recibidas.