JORNADA NBA / TEMPORADA 2009-2010
Sergio Rodríguez anota 24 puntos en la victoria de Sacramento
Villanueva se lleva el duelo dominicano ante Horford, pero acaba lesionado
Toronto fracasa ante Phoenix y Nash se come a Calderón
El español Sergio Rodríguez vuelve a sonreír tras 3 años de ostracismo en Portland. En los últimos partidos con Sacramento se apreciaba una notable mejoría en su juego, pero anoche rompió por fin y consiguiendo su mejor marca anotadora de siempre en la NBA dio la victoria a los suyos.
Sacramento ganó bien a New Orleans con 24 puntos de Rodríguez en 24 minutos de juego. El canario lo hizo todo bien: tiró excelentemente, repartió juego, no perdió ni un solo balón... A su lado, el argentino Andrés Nocioni tampoco lo hizo nada mal al anotar 13 puntos en 20 minutos.
Mientras, en Detroit, los Pistons ganaron a los Hawks y Villanueva ganó un duelo dominicano de alto nivel a Horford, si bien el de Queens, que fue suplente, tuvo que abandonar el partido al recibir un durísimo golpe que le rompió la nariz. Tanto Charlie como Al jugaron a buen nivel.
El que no jugó a buen nivel fue José Manuel Calderón, al que Steve Nash le pasó por encima sin contemplaciones en la victoria de los Suns en casa de los Raptors.
Sacramento 112 New Orleans 96
Sacramento es una caja de sorpresas atiborrada de buenos bases. Si al principio de temporada surgieron con fuerza primero Tyreke Evans y después Beno Udrih, ahora parece el momento de Sergio Rodríguez.
El base canario bordó anoche el baloncesto, ése que fue incapaz de desarrollar en Portland bajo la batuta de Nate McMillan, lo que había provocado serias dudas en su país sobre su continuidad en la NBA. Pero ahora, llegada su oportunidad debido a las lesiones de otros compañeros, el tinerfeño empieza a levantar el vuelo.
Se veía venir. Rodríguez ya había protagonizado últimamente buenos encuentros y había empezado a encarar con asiduidad el aro, dejando atrás un pasado más timorato. Y ante unos pobres Hornets, sin Paul ni Stojakovic, rompió el internacional español con su mejor registro anotador de siempre en la NBA: 24 puntos. ¡ Y sólo en 24 minutos!.
Fue el suyo, un medio partido perfecto. Tiró bien (9 de 14 de campo con 2 de 4 triples y 4 libres sin fallo), pasó el balón según su costumbre -5 asistencias- y lo que es más importante, robó 2 balones y no perdió ninguno. Es decir, conservó la esencia de su juego incorporando lo que tanto le pidió McMillan en Portland, control de bola. Bajo su batuta el equipo funcionó como un reloj (+20).
Pero no fue Rodríguez el único valor de estos Kings increíbles, que sin Martin y García acumulan ya tantas victorias como derrotas -8-. También estuvo ahí el joven Jason Thompson, inconmensurable en la pintura (22 puntos y 14 rebotes).
Fue Thompson el que puso el contrapunto en un equipo plagado de bajos y medianos con galones. Porque Evans, Udrih -que no falló un tiro en todo el partido-, Casspi y Nocioni superaron también la decena.
El argentino funcionó bien, aunque no jugara demasiado. En 20 minutos hizo 13 puntos con 3 de 6 en el triple. Estuvo, como siempre, solícito y efectivo, competitivo como pocos, y contribuyó junto con Rodríguez y Casspi a que la suplencia internacional de los Kings arrollara a la segunda unidad de los Hornets (54 puntos a 24). Ésta fue una clave de la victoria.
Los Kings abrieron brecha en el segundo cuarto para irse al descanso con un cómodo 57-45, pero no pudieron atar el partido hasta el último período. Lo hicieron superando el 50% en el tiro, seleccionando bien sus triples y manteniendo una ofensiva brillante y regular.
Mientras, los Hornets notaron las ausencias de Paul y Stojakovic, éste por motivos personales. Su juego exterior fue inexistente y sólo sus dos hombres altos funcionaron: David West hizo 24 puntos, pero sólo 2 rebotes, y Emeka Okafor aportó 20 con 9 capturas bajo los aros.
Detroit 94 Atlanta 88
Los Pistons cortaron su mala racha y lo hicieron ante un equipo que, teóricamente, no era el más asequible para conseguir la victoria, vista la gran trayectoria de los pupilos de Woodson.
Partido emocionante en The Palace of Auburn Hills que se decidió en el último cuarto y en el que nuestro interés lo captaban dos jugadores dominicanos: el local Charlie Villanueva y el visitante Al Horford.
Ambos jugaron a buen nivel sin terminar de despuntar, aunque lo cierto es que Villanueva tuvo más gracia en su juego hasta que tuvo que abandonar a 9:30 del final la cancha tras recibir un severo golpe en el rostro que le rompió la nariz.
Ni el inicio ni el final del partido fueron fáciles para el de Queens. El inicio, porque el alero de origen dominicano partió desde la suplencia con la inclusión de 2 bases, más bien 2 escoltas, Atkins y Stuckey, en el quinteto inicial. El final, por la ya mencionada lesión.
Esa inclusión de Atkins intentaba mover los cimientos de un equipo en franco retroceso que no podía contar en sus filas con Hamilton, Prince y Gordon, demasiada cesión al rival. El técnico local buscaba reactivar el juego desde la segunda unidad a través de Villanueva, y lo consiguió. El jugador de origen caribeño hizo un gran papel al anotar 13 puntos en 19 minutos y capturar 6 rebotes, 4 de ellos en ataque.
Porque ésa fue la gran clave: el rebote. Pocas veces en un partido se verá tamaña exhibición en el rebote ofensivo y tamaña ineptitud en el defensivo.
Los locales capturaron 53 rebotes por 27 del rival, un dominio que adquirió tintes dramáticos en el aro de los Hawks, donde atraparon más rebotes los Pistons (21-24), algo realmente difícil de ver. En este sentido, el resucitado Ben Wallace fue una pesadilla, pues se hizo con 11 rebotes ofensivos para un total de 18, como en sus mejores tiempos. Todo ello, además, hizo que Detroit anotara 30 puntos en segundas oportunidades por 10 de Atlanta.
Ese Wallace encendido en el rebote se vio complementado por un gran Stuckey, que acompañado de otro base no sólo anotó, sino que asistió más que nunca (23 puntos y 8 asistencias). Mientras que Will Bynum volvía a demostrar su valor desde la banca con 19 puntos y el sueco Jonas Jerebko mostraba con un doble doble cómo ha tomado el pulso a la competición.
Mientras, en Atlanta, Horford acababa con 10 y 10 en puntos y rebotes, pero no acababa de despuntar, a la par que se veía impotente para detener al torbellino Wallace. Josh Smith hizo 23 puntos, 7 rebotes y 5 tapones, Jamal Crawford logró 20 tantos y Joe Johnson tuvo una horrible jornada -10 tantos tras errar 14 de sus 19 tiros-.
A pesar de todo, el partido estuvo vivo hasta el final. Detroit pareció volver a las andadas al anotar 12 puntos en el tercer cuarto, pero sobrevivió a base de defensa, y se llegó al final sin un mando claro, aunque una canasta de Stuckey a 1:35 del final pareciera dárselo a los locales (89-81).
No fue así, los Hawks se rehicieron y un triple de Bibby a 25 segundos del final (90-88) puso un nudo en la garganta a la afición local, que respiró con el acierto en los libres de Bynum y Jerebko.
Toronto 94 Phoenix 113
Phoenix mantiene el liderato en el Oeste con un extraordinario balance de 14-3 mientras los Raptors entran en una preocupante fase de mal juego en la que se han convertido, además, en un equipo más que vulnerable en su Air Canada Centre.
Anoche, Steve Nash jugaba su partido anual en su tierra de origen, Canadá, y bien que los celebró. El gran damnificado, José Manuel Calderón y los Raptors.
Porque anoche, Nash se comió de arriba a abajo al base extremeño, que apenas pudo responder a la exhibición de juego del canadiense nacido en Sudáfrica. Los números son dañinos para el español. Mientras que Nash hizo 20 puntos y 16 asistencias con muy buenos porcentajes de tiro, Calderón se quedaba en 2 puntos con 1 de 7 en el lanzamiento y como mejor tarjeta de visita repartía 7 asistencias sin pérdida de balón alguna. No hubo color.
Los locales aguantaron hasta el descanso (49-50), pero luego la batuta maestra del que fuera 2 veces MVP dejó desnuda a una enclenque defensa de los de Triano, que cedieron en la segunda parte por 45 a 63.
De nada sirvió el partidazo de Chris Bosh (30 puntos y 17 rebotes). La estrella local tuvo que hacer un esfuerzo extra y tirar 26 veces a canasta, de los que acertó la mitad, ante el despropósito de algunos de sus compañeros. Y es que Bosh sólo se vio acompañado por Bargnani -24 puntos y 7 rebotes- y en cierta medida por DeRozan -14 tantos en 23 minutos-.
El resto del equipo flaqueó. A la, ya citada, mala actuación de Calderón, hay que unir la nula aportación desde el banquillo de Marco Belinelli y Amir Johnson y el discreto encuentro en el tiro de Turkoglu, que por lo menos apoyó en el rebote.
El desastre local se personificó desde la línea de 3, donde la debacle se mide en unos números generadores de un abismo: Toronto anotó ¡1 de 20 triples!, mientras que Phoenix hizo 13 de 30.
De este modo, la recta final del partido fue un paseo triunfal por la alfombra roja de los de Arizona. Con Jason Richardson en 22 puntos, 9 rebotes y gran acierto en el triple, Stoudemire en 18 tantos y Barbosa en 17. Y eso que el brasileño, que estaba en racha, se tuvo que retirar por un esguince de tobillo cuando sólo había disputado 15 minutos, que si no...