Alarma en San Antonio por el estado del tobillo derecho de Ginóbili
El jugador sintió dolor en el partido ante Cleveland y tuvo que ver a los médicos
El escolta de los Spurs podría no jugar mañana ante Oklahoma City
Todas las alarmas saltaron ayer en los Spurs. La causa: el tobillo derecho de Emanuel Ginóbili. El jugador argentino sintió dolor en el tobillo que le ha mantenido alejado de las canchas durante 19 partidos y se puso de inmediato en manos de los médicos de su club.
Ocurrió en Cleveland, en el transcurso del partido que enfrentó a los Cavaliers y los Spurs y que terminó con una contundente victoria del equipo de Ohio y una mala actuación personal del jugador de Bahía Blanca. Pronto se supo que ese mal rendimiento se debió en gran parte a las molestias sufridas por el escolta argentino, que se alarmó al sentir cómo le dolía el tobillo recién recuperado de una lesión por estrés como consecuencia de la lesión que antes padeció en su tobillo izquierdo.
Según avanzó una reportera de ESPN nada más acabar el partido, Ginóbili se puso en manos de los galenos del club y voló de inmediato a San Antonio para someterse a observación. Pero nada ha trascendido de esos exámenes médicos. Por de pronto parece que no jugará mañana ante Oklahoma City.
Dolor y cojera
Alarmó ver el domingo por la tarde a Ginóbili exhibiendo un rastro de cojera en su pierna derecha. El jugador aseguró al diario local San Antonio Express-News que sintió un poco de dolor en su tobillo lesionado y se alarmó ante la situación.
"Jugué muchos minutos en Indiana", aseguró Gino, que indicó que dispuso además de poco descanso entre partidos. Aún así, aseguró que "realmente no sé la razón del dolor. Hablaré con los doctores y veremos. Quiero ver si es normal o no".
Manu se ausentó ya definitivamente del partido en el último cuarto. El de Cleveland era su sexto compromiso tras haberse perdido los 19 partidos anteriores por culpa de la lesión sufrida en su tobillo derecho.
Lo cierto es que no se sabe muy bien cuál es el estado real de ese tobillo y si se trata de una recaída seria o de un simple susto. Habrá que esperar.