Kobe, 61; Pau, la llave
La NBA lo ha entendido por fin. Kobe Bryant es el merchandising, el super jugador capaz de anotar 61 puntos en el Madison y poner su firma al lado de la de Michael Jordan o Bernard King. Gasol, en cambio, es el MVP de febrero, el que anota 26 puntos tirando 10 veces a canasta, el que reparte juego a sus compañeros, el que coge 14 rebotes, el que corre el contraataque, el que pone la cabeza.
En febrero, los Lakers se han sentido algo más campeones. A pesar de los tropiezos en Utah y Denver, los de Phil Jackson crecieron como equipo en Boston y Cleveland, donde se llevaron dos victorias para crecer. El salto cualitativo de 'Los Lakers' –tal y como lucieron en la mítica camiseta el pasado martes ante los Grizzlies– tiene nombre español.
Kobe Bryant venía de realizar uno de los partidos de su vida en el Madison, anotando 61 puntos a una defensa desastrosa como la de los Knicks. En aquel partido Bryant se llevó las portadas, pero Gasol puso la eficacia: 31 puntos, 14 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones para abrir su mes.
Ante Celtics y Cavs, los otros candidatos al título, fue Gasol quien apareció en los momentos de la verdad para dar la confianza a los angelinos y llevarse los encuentros. El resto del mes ha tenido sus virtudes y sus defectos, pero el catalán se ha mantenido a un extraordinario nivel, sumando 20,9 puntos y 10,9 en la racha de once victorias y dos derrotas.
A pesar de la corriente favorable, Pau es crítico y sabe que el camino al anillo pasa por el juego colectivo y no por el lucimiento personal, como ocurrió el año pasado. "Tal vez falte madurez en algunos aspectos. Debemos entender qué es lo mejor para el equipo y qué necesita de nosotros en vez de pensar en lo que cada uno desea hacer. Algunas noches es necesario robar tres balones y dar cuatro asistencias y no anotar 15 puntos. Hay que sacrificarse. Para algunos es un poco difícil entender esto".
Todos en Los Ángeles saben que la condición principal para el anillo pasa por jugar con Gasol, de la misma forma que en los Bulls de los 90 Pippen era el salto de calidad. Jordan era el mejor, sí, pero tuvo que esperar 7 años para ganar un anillo, el tiempo que pasó hasta que le pusieron un equipo.
Lo mismo pasa con Kobe. Esperemos que este año sí lo entienda y no quiera ganar él solito las finales. Gasol será la llave.