Gasol y Bryant vuelven a firmar otro partidazo y ganan a unos Raptors sin Calderón

El dúo integrado por Pau Gasol y Kobe Bryant multiplica sus esfuerzos de un modo bárbaro. Si en la victoria ante New York sumaron 92 puntos, anoche totalizaron 67 en el triunfo en Toronto, que no pudo contar con Calderón y perdió en la recta final del choque a Bosh.

Gasol volvió a bordar el baloncesto y terminó con 31 puntos, 15 rebotes y 4 asistencias para alcanzar una valoración de 48, la más alta lograda por un jugador hispano en la temporada. Lo preocupante para los Lakers es que tuvo que jugar 45 minutos. Mientras, Bryant logró 36 puntos tras los 61 del Madison Square Garden y resultó vital en los minutos finales. Desde que Bynum no está, estos dos jugadores están rindiendo a un nivel excelso, pero si tienen que seguir jugando así terminarán fundiéndose.

Y si Toronto notó la ausencia inicial de Calderón, que no termina de superar sus problemas musculares, y la final de Bosh, más aún sufrieron los Hornets de Nueva Orleans sin su estrella Chris Paul. Sin el base perdieron su identidad como equipo, cayendo en casa claramente ante Chicago. El argentino Nocioni aprovechó a la perfección sus 19 minutos en cancha al anotar 13 unidades.

Toronto 107 Lakers 115

El marcador resulta engañoso, porque los Raptors completaron un gran partido en el que fueron superando una a una todas las adversidades que se le fueron presentando.

La primera fue la baja de Calderón, que se ha resentido de su problema muscular en la pierna derecha. Eso hizo que Jay Triano saliera al partido con un cinco titular altísimo en el que más de un jugador estaba fuera de posición. Parker hizo de base, Graham de escolta, Bargnani de alero, Bosh de 4 y O'Neal de 5. Con ese quinteto, Toronto partió a la carrera en el inicio del encuentro sorprendiendo a unos Lakers dormidos. Un parcial de 21-9 certificaba esa sorpresa.

Fue entonces cuando Bryant rescató por primera vez a su equipo y con un gran primer cuarto -14 puntos- niveló el marcador hasta dejarlo en un 31-26 para los locales en los primeros 12 minutos.

Los dos primeros cuartos se jugaron a la carrera, pero con un extraordinario control del balón (los Lakers perdieron 4 balones en todo el partido). A ello ayudaron los escasos sacrificios defensivos de ambos equipos, lo que hizo llegar el partido a su ecuador con un abultado 63-58 tras una canasta increíble sobre la bocina de Derek Fisher. Lo peor para los locales es que los Lakers defendieron en la segunda parte y ellos no (44-57).

En ese segundo cuarto ya se reveló cuál podía ser el gran problema de los Lakers: no podían jugar sin Gasol. En los algo más de 3 minutos que el jugador español permaneció en el banquillo -los únicos de todo el partido- Mihm se mostró incapaz de detener a un gran Jermaine O'Neal, que terminó el partido al borde de un enorme triple-doble a base de tapones (22 puntos, 9 rebotes y 9 tapones).

Esa dependencia de Bryant, pero más aún de Gasol por la posición que ocupa ante la ausencia de Bynum, se reveló en toda su expresión en la segunda parte, que el español jugó íntegramente para sumar en los dos últimos cuartos 19 puntos y 10 rebotes. Pau hizo un tercer cuarto colosal (12 puntos y 5 rechaces bajo el aro) para culminar un partido de impresión: 31 puntos, 15 rebotes, 4 asistencias, 2 tapones y 2 robos sin pérdida alguna en 45 minutos. Tiró excelentemente y esa ausencia de pérdidas es sinónimo de su gran concentración durante toda la noche, ya que jugó prácticamente todo el encuentro y muchos balones pasaron por sus manos. Su gran rendimiento contrastó con el del otro hispano de los Lakers. Y es que Trevor Ariza vivió una de sus peores noches.

El otro gran hombre visitante volvió a ser el inimitable Kobe Bryant (36 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias). Kobe volvió a jugar como los ángeles y dio un recital de templanza y calidad en los minutos finales en los que Toronto se vino abajo porque a la baja de Calderón se sumó la de Bosh. El escolta de los Lakers anotó una canasta vital a 23 segundos del final (105-109), pues fue esa cesta la que abrió el camino de la victoria a los angelinos.

Mientras, los Raptors hicieron lo que pudieron. Parker desarrolló una destacadísima labor como base (18 puntos y 9 asistencias). A ese trabajo enorme se sumó el gran partido del ya mencionado O'Neal, la aportación del italiano Bargnani (21 puntos y 9 rebotes) y, sobre todo, el impresionante encuentro que dibujó Joey Graham, que aprovechó su titularidad y los 36 minutos que le dio Triano para convertirse en el máximo anotador local con 24 tantos.

El equipo canadiense estuvo muchísimos minutos por delante del californiano e incluso superó con nota la ausencia de Bosh durante los últimos 7 minutos del tercer cuarto por problemas de faltas, ya que cometió su cuarta personal. Lo que ya no pudieron hacer los locales fue superar el segundo contratiempo de Bosh, que a 9 minutos del final del partido se lesionó una rodilla y tuvo que abandonar el encuentro. Entre las personales y la lesión, Bosh sólo pudo estar 29 minutos en la pista y de forma entrecortada, lo que le rompió su ritmo de juego, que era bastante bueno.

La baja de Bosh fue el varapalo definitivo para los de Triano, que aún así se resistieron como jabatos a la derrota.

La falta de una suplencia de calidad -sólo Ukic funcionó- y la ausencia de la adecuada agresividad defensiva -no robaron ni un solo balón en los 48 minutos- tuvo algo que ver con su derrota, pero de haber jugado toda la temporada como lo hicieron ayer, Toronto estaría metido cómodamente en los playoffs.

Los números:

• Toronto: Graham 24 pt; O'Neal 22 pt, 9 reb, 9 tp y 4 as; Bargnani 21 pt y 9 reb; Parker 18 pt y 9 as.
• Lakers: Bryant 36 pt, 9 reb, 5 as y 4 tr; Gasol 31 pt, 15 reb, 4 as y 0 per en 45 min (12 de 17 tc).
• Los Lakers han ganado 8 de sus últimos 9 partidos.
• El equipo visitante sólo perdió 4 balones y Toronto 8, aunque los canadienses no robaron ni una sola pelota en todo el partido.

New Orleans 93 Chicago 107

Los Hornets sin Chris Paul son otros Hornets. Diferentes, pero sobre todo mucho más vulgares. Dio igual que David West y Peja Stojakovic demostraran que son jugadores validísimos por sí mismos (24 puntos cada uno). Lo importante es que sin la impronta de Paul al mando, sin su sello personal e intransferible, los de Nueva Orleans pueden caer en el anonimato de la liga. Menos mal que la lesión del base parece poca cosa.

La ausencia de Paul en los últimos minutos ante Portland hizo que el partido cambiara de rumbo de forma radical y arrastró a los Hornets a la derrota. Anoche, ya sin Paul desde el principio, los Bulls de Chicago vieron el campo abierto y bien que lo aprovecharon.

El primero en hacerlo fue el base novato Derrick Rose, que sin Paul delante hizo y deshizo a su antojo, siendo el máximo realizador de los suyos con 21 puntos. Antonio Daniels se mostró como un base titular incapaz. De hecho, el que actuó con más juicio como armador fue el escolta Devin Brown, que salió de la segunda unidad para terminar con 17 puntos y 7 asistencias. Pero tanto uno como otro no están capacitados para imponerse a casi ningún base de esta liga.

Jugadores como Posey, Butler y Ely anduvieron perdidos, con porcentajes dañinos para su causa, y el esfuerzo adicional de West y Stojakovic no tuvo suficiente peso para compensar el trabajo en el otro lado del citado Rose, Gordon (19 puntos) y los dos hombres interiores de los Bulls, Noah y Thomas, que rindieron a gran nivel.

Como a gran nivel rindió el argentino Andrés Nocioni a pesar de que su participación no fue más allá de los 19 minutos. Se mostró el de Santa Fe muy activo en ese tiempo. Anotó 13 puntos, lanzó con acierto (5 de 9 en el tiro de campo), capturó 3 rebotes, dio 1 asistencia y robó 1 balón. Fue el suyo un gran papel, limitado pero un gran papel.

El partido se resume en dos cifras, las del porcentaje de tiro de unos y otros, dos cifras que implican por sí la derrota de los primeros y la victoria de los segundos. Y es que los Hornets acertaron un 36,3% de sus tiros en juego y los Bulls anotaron el 56,2%. Aún así, New Orleans se agarró como pudo al partido superando en el rebote a su rival a pesar de que hubo 44 rebotes en el tablero visitante por sólo 31 en el local.

Esa capacidad de lucha llevó a los locales a acercarse a 10 puntos en el cuarto período tras haber ido 23 abajo en el tercero. Restaban 4 minutos cuando amenazaron levemente a los Bulls, pero la sangre no llegó al río, y todo quedó en un arranque de dignidad de última hora para salvar la imagen.

Los números:

• New Orleans: West 24 pt, 14 reb, 3 tp y 4 as; Stojakovic 24 pt, 7 reb y 3 rob; Brown 17 pt y 7 as en 23 min.
• Chicago: Rose 21 pt y 6 as (10 de 14 tc); Gordon 19 pt y 7 as; Noah 16 pt y 9 reb; Thomas 15 pt y 10 reb.
• Los locales anotaron el 36,3% de sus tiros, mientras que los visitantes firmaron un 56,2%.

Orlando y Golden State ganan anotando

En encuentros sin jugadores hispanos, Orlando y Golden State ganaron a base de ataque. Los Magic se desembarazon de los Clippers por 125-96 y los Warriors de los Suns por 124-112.

Orlando ganó de calle a unos lamentables Clippers. Lo hizo sin Nelson, al que sustituyó de modo magistral para sorpresa de propios y extraños Anthony Johnson. Johnson fue el máximo encestador local con 25 puntos (6 de 8 triples), seguido por el novato Lee (21) y Turkoglu (20). Los Magic se fueron al descanso humillando a los angelinos (72-48), anotaron 16 de 26 triples a lo largo del partido y no necesitaron ni al mejor Howard ni al mejor Lewis.

Mientras, los Clippers pudieron contar como titulares con Baron Davis y Marcus Camby y como suplentes con Zach Randolph y Ricky Davis. De poco les sirvió. Sólo Thornton (27 puntos) rindió a buen nivel.

En California, los Warriors ganaron a Phoenix en un partido loco que empezó con un 43-30 en el primer cuarto.

El gran protagonista del encuentro fue el local Stephen Jackson, que se marcó un fantástico triple-doble con 30 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias. Crawford, con 27 tantos, y Azubuike, con 25, le apoyaron bien.

En el bando perdedor, Richardson -24 puntos-, Barbosa -20- y O'Neal -17 y 12 rebotes- fueron los mejores.