JORNADA NBA / TEMPORADA REGULAR 2008-2009
La afición de Detroit Pistons ya corea el nombre de Walter Herrmann
El argentino se exhibe en 23 minutos de juego y el boricua Barea juega 16 minutos con Dallas
Horford contribuye a la segunda victoria de Atlanta Hawks
Noche emocionante la vivida por Walter Herrmann en el Palace of Auburn Hills. El alero argentino se exhibió en 23 minutos de juego y la afición se volcó con él coreando su nombre. Mientras, el puertorriqueño José Juan Barea dispuso de 16 minutos con Dallas, todo un avance.
Fue una jornada casi navideña, de esas en las que cualquier deseo puede cumplirse. Y dos jugadores hispanos que necesitan este año que sus deseos empiecen a hacerse realidad disfrutaron como niños, especialmente uno de ellos.
Esos dos jugadores fueron Herrmann, que vivio el momento más bello desde que está en Estados Unidos, y Barea, que empieza a contar con las oportunidades que se auguraban con la llegada al banquillo de Dallas de Rick Carlisle. Y es que parece que tanto Carlisle como el nuevo entrenador de Detroit, Michael Curry, vienen con nuevas ideas, ideas en las que caben Herrmann y Barea.
Mientras, Al Horford firmó otra actuación más casi calcada a la anterior. Buen signo el de su regularidad, pero a veces se agradecería alguna explosión ofensiva inesperada por parte de este joven valor.
La gran sorpresa de la noche fue la debacle ofensiva de Boston en Indiana, donde perdió por 95 a 79.
Detroit 117 Washington 109
Detroit se impuso a los Wizards en un partido con un marcador inusualmente alto para la franquicia de Michigan, que suele hacer más alardes defensivos que ofensivos. Y en esa fiesta de la canasta un hombre se llevó el premio gordo: el argentino Walter Herrmann.
“Fue increíble”, afirmaba el jugador tras el partido cuando recordaba lo que había pasado. Y lo que había pasado no fue otra cosa que un pabellón rendido a sus pies, pero no cualquier pabellón, sino el pabellón de Detroit Pistons, uno de los mejores equipos de la NBA.
Los aficionados terminaron coreando el nombre y el apellido del internacional argentino. “Walter Herrmann” era el mensaje que partía de la grada ante la gran exhibición de juego de un hombre poco acostumbrado a brillar en Detroit.
Hasta anoche Herrmann tenía un tope anotador con los Pistons de 11 puntos. Pues bien, ante Washington disputó 23 minutos en los que hizo 16 puntos (con excelsos porcentajes de tiro, incluidos 3 de 4 en triples), 7 rebotes, 4 asistencias y 1 recuperación.
Su rendimiento resultó tan convincente que su entrenador decidió mantenerle en pista en los minutos decisivos del partido. Allí estaban los 4 grandes titulares (Billups, Hamilton, Prince y Wallace) y Herrmann. Una foto deliciosa para cualquier aficionado, y más si se es argentino.
Fue Herrmann la guía ofensiva de los locales en compañía de dos clásicos: Hamilton (24 puntos) y Wallace, que destacó además en la zona, (17 puntos, 12 rebotes y 6 tapones).
El equipo de Curry se dio en la segunda mitad un atracón ofensivo poco habitual (66-57) y terminó con un 53,2% en el tiro dinámico.
Fieles a su estilo, los Pistons supieron amarrar una ventaja que rondaba la decena de puntos, dando una nueva lección magistral de administración inteligente de las ventajas.
El juego fue sabiamente dirigido por Billups y perfectamente finalizado por Hamilton y Wallace, pero nada hubiera podido pasar sin el beneplácito de unos suplentes que estuvieron a un nivel máximo. Anotaron 55 puntos con Herrmann, Maxiell y Stuckey (estos 2 últimos con 11 puntos cada uno) a la cabeza.
Demoledor resultó el dominio del rebote. Y es que los locales capturaron 49 y los visitantes 24.
Ese desastre en los tableros hizo inútil el esfuerzo ofensivo de jugadores como Antawn Jamison (24 puntos), Caron Butler (21 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias) y Nick Young (23 puntos en 29 minutos).
Atlanta 95 Philadelphia 88
Segunda victoria en 2 partidos de Atlanta, que tuvo como líder carismático a un espectacular Joe Johnson y en el que el dominicano Al Horford volvió a estar en sus números (9 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias en 35 minutos).
Johnson regaló a su afición 35 puntos (14 de 23 en el tiro) y un tremendo triple en los segundos finales que desniveló la balanza. A su lado, Bibby fue el perfecto director de juego y el ideal escudero en la ofensiva (19 puntos).
Nada hacía presagiar tan feliz final para Horford y los suyos. Al final del primer cuarto la preocupación se extendía por la grada (18-34) y unos minutos más tarde esa preocupación se convertía en desazón cuando los Sixers se colocaban 21-44 a falta de 7:23 para llegar al descanso.
Fueron momentos de zozobra local. Pero Mike Woodson supo reconducir su nave y logró, al menos, minimizar las pérdidas al descanso (44-57).
Los Hawks se supieron mantener en el partido para ajusticiar a su rival en el último cuarto a partir de una defensa ejemplar que se tradujo en un parcial de 29-13.
El partido, a pesar de ello, se resolvió en los últimos 2 minutos. Empate a 88 señalaba el luminoso a 1:40 del final. Y a partir de ahí, monólogo de los Hawks y 7-0 de parcial con canastas de Murray, el mencionado triplazo de Johnson y 2 tiros libres de Bibby.
El encuentro resultó muy fluido. Hubo muy pocas interrupciones como revela el hecho de que sólo se pitaron 29 faltas.
Y la clave de la victoria de Atlanta se midió en el trato del balón: 11 robos y 9 pérdidas los locales por 6 y 18 los visitantes.
En Philadelphia, Thaddeus Youn fue el mejor (22 puntos), seguido por los dobles-dobles de Brand (17 tantos y 16 rebotes) y Dalembert (12 y 11).
Minnesota 85 Dallas 95
No tuvo una actuación brillante pero por lo menos le dieron la opción de tenerla. Y es que anoche José Juan Barea empezó a contar con esos minutos de más de los que tanto se hablaba en pasados días en la prensa de Dallas.
Ante los Timberwolves sí que se cumplieron las estimaciones que hablaban de que el puertorriqueño sería el segundo base para dejar que Jason Terry jugara más de escolta, su posición natural. Y así fue ante Minnesota, pues Barea ocupó como armador todos los minutos que Kidd dejó libres, mientras que Terry se comió los minutos que dejó en el aire el anoche escolta titular Jerry Stackhouse.
16 minutos jugó Barea, que terminó con 5 puntos, 1 asistencia, buenos porcentajes de tiro y la sensación de andar un poco justo en defensa (hizo 4 faltas).
La victoria de los Mavericks no precisó del mejor Nowitzki, si bien el jugador teutón fue el más prolífico en ataque con 21 puntos. Jason Terry, partiendo el banco, se lució con 19 puntos y 4 robos y el base titular Jason Kidd estuvo completísimo con 9 puntos, 9 rebotes, 7 asistencias y 4 recuperaciones.
En el Target Center, los Mavs estrenaron su casillero de victorias a costa de uno de los equipos más flojos del Oeste, Minnesota.
Los locales naufragaron desde el triple (1 de 12) y sólo contaron en ataque con la brillantez de McCants (18 puntos).
A pesar de ello, llegaron a acercarse en el cuarto final a 5 puntos, situándose 85-90 en el último minuto. Pero ahí tuvieron que recurrir al carrusel de faltas personales que se saldó con 5 tiros libres a favor de Dallas.
Partidos sin hispanos
Nos centramos finalmente en 2 partidos sin jugadores hispanos, la derrota de Boston en Indiana por 95 a 79 y el triunfo de Utah Jazz, sin contar con Deron Williams, ante los Clippers por un concluyente 101-79.
Los Celtics sufrieron su primera derrota en una noche en la que su ataque no estuvo a la altura. Garnett, con 18 puntos y 14 rebotes, se salvó de la quema en un equipo que anotó en 34,6% de sus tiros de campo, metiendo 4 de sus 20 intentos triples.
En Indiana, Granger (20 puntos) celebró su nuevo contrato multimillonario (60 millones de dólares por 5 años) y T.J.Ford divirtió a la afición (19 puntos).
Por su parte, Utah se desembarazó de unos inoperantes Clippers en la segunda parte con un parcial de 53-31.
Boozer (25 puntos y 10 rebotes) y Ronnie Brewer (16 puntos) destacaron por los de Salt Lake City, mientras que Cuttino Mobley (20 puntos) fue el mejor artillero de unos Clippers que cuentan sus partidos por derrotas.