Colangelo espera encontrar con la FEB una solución al 'caso Garbajosa'
Los Raptors exigen ser indemnizados por la lesión del jugador con la selección española
El General Manager de Toronto Raptors, Bryan Colangelo, cree que su equipo y la Federación Española de Baloncesto (FEB) pueden alcanzar un acuerdo para solucionar el 'caso Garbajosa'.
En declaraciones al diario local Toronto Star, Colangelo afirma que "estamos trabajando en busca de una solución y soy optimista porque los encuentros fueron productivos", en relación a las reuniones mantenidas con miembros de la federación a raíz de la estancia del General Manager de los Raptors en España con motivo de la Final Four de la Euroliga.
El Toronto Star asegura que Colangelo está intentando hacer las paces con España y, a buen seguro, que ese deseo es recíproco, tanto por el bien de ambas partes como por el bien del ala-pívot español de los Raptors, Jorge Garbajosa.
La situación es peliaguda y tiene su origen en la grave lesión que sufrió el jugador madrileño la temporada pasada en un partido contra los Boston Celtics.
A raíz de aquella lesión, Garbajosa estuvo meses en el dique seco pero se recuperó a tiempo para disputar el Eurobasket 2007, que se jugaba en España. Su equipo no quería que jugara, pero finalmente cedió ante la suscripción de un millonario seguro por parte de la FEB.
Garbajosa jugó el Eurobasket, pero a su vuelta apenas disputó partidos con Toronto al volver a resentirse de la lesión, por lo que tuvo que ser operado y perderse la temporada.
Entonces, los propietarios de Toronto presentaron una demanda millonaria contra la FEB al considerarse engañados por la federación. Esa demanda, tal y como informamos en su día, solicitaba una indemnización para el club de 6 millones de euros en caso de que el jugador no volviera a jugar y 1,5 en caso de que su ausencia fuera temporal.
A su vez, la FEB anunció hace unos días que presentaría una demanda contra Toronto por el 'caso Garbajosa'. Todo ello mientras los Raptors prohibían a Garbajosa disputar los JJOO de Pekín.
En esta locura, parece que empieza a imponerse cierta cordura si nos atenemos a las escuetas declaraciones de Colangelo al Toronto Star. Esperemos que así sea.