JORNADA NBA / Playoffs 2008 - Primera Ronda Este
Los Celtics ponen la directa y se adelantan 3-2 tras endosar un serio correctivo a Atlanta
El mejor de los Hawks fue Horford con 14 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias
Garnett, Pierce y Allen lideran la victoria de Boston
Llegó el quinto partido de una serie que se está prolongando más de lo esperado y con él aparecieron los verdaderos Celtics, un equipo serio, superior a su rival y sin fisuras. Boston vapuleó a Atlanta (110-85) y se adelanta en la serie por 3 a 2. Ahora tiene dos partidos, uno en el estado de Georgia, el sexto, y otro en el TD Banknorth Garden, el séptimo, para certificar su clasificación.
Los tres grandes tenores bostonianos -Garnett, Pierce y Ray Allen- tomaron la batuta del juego y pusieron sobre la mesa su inmensa variedad de recursos para arrastrar a los suyos a una fácil victoria, que nunca llegó a peligrar y que se empezó a construir desde el mismo inicio del partido.
El trío estelar de los Celtics anotó 63 puntos. Garnett insufló a su equipo 22 puntos, 7 asistencias y 3 tapones; Pierce ofreció 22 tantos, 7 rebotes y 6 pases de canasta; y Ray Allen aportó 19 puntos, con 5 triples de 8 intentos.
Pero hubo otros dos hombres importantes, que desde el banquillo saltaron a la cancha para regalar a los de Massachusets grandes minutos. Esos dos hombres representan a dos generaciones y son Leon Powe (10 puntos y 7 rebotes) y Sam Cassell (13 puntos en 15 minutos). Ya lo dijimos en su día. Sam Cassell es un hombre al que habrá que observar con lupa en los playoffs. Boston le fichó en marzo, ocupó los minutos que hasta entonces estaba jugando Eddie House y ahora llega su momento. Porque Cassell es un estilista con alma de 'asesino' a sueldo. Y a la menor oportunidad un par de disparos suyos pueden hacer valer un partido y una eliminatoria.
Mientras, en los Hawks destacó por encima de todos el dominicano Al Horford. El jugador novato volvió a demostrar su valía en todos los capítulos del juego y acabó con 14 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias en 41 minutos, anotando 7 de sus 11 lanzamientos de campo. Pero no pudo hacer nada ante la superioridad del equipo contrario.
Como no pudieron hacer nada ni Joe Johnson, que venía de anotar 35 puntos en el cuarto encuentro (21 puntos en éste con buenos porcentajes), ni Josh Smith, que produjo 18 tantos, aunque no estuvo tan acertado de cara a la canasta como Johnson y Horford.
El que volvió a fallar, y estrepitosamente, fue Mike Bibby. El base titular visitante protagonizó una desastrosa actuación y, de nuevo, el joven Rajon Rondo le ganó sobradamente la partida.
Dominio local desde el inicio
Las primeras señales de Boston a su adversario fueron inequívocas. Los de Doc Rivers no podían fallar en el quinto encuentro -hubiera sido su suicidio deportivo- y saltaron a la pista con un nivel de concentración impresionante que les llevó a dominar cómodamente el primer cuarto por 27-19 liderados por el trío Pierce (10 puntos), Garnett (8) y Rondo (7).
Sin embargo, fue en el inicio del segundo cuarto cuando los célticos abrieron ya una importante brecha. Lo hicieron con los suplentes. Bueno, mejor dicho, con dos suplentes porque la exhibición de Cassell y Powe fue maravillosa.
Ambos jugadores desbordaron en ataque de forma contundente a Atlanta. Y es que Cassell y Powe anotaron los primeros 16 puntos de su equipo en el segundo acto (9 puntos procedieron del base y 7 del jugador de segundo año, que además sumó 5 rebotes). Sus canastas sirvieron para agrandar la diferencia en el luminoso hasta los 15 puntos (43-28 a falta de 6:28). Una distancia que se mantuvo hasta el descanso (58-43).
Fueron estos dos jugadores la avanzadilla de una suplencia, la de Boston, que se mostró muy superior a la de Atlanta (35 puntos por 14). Y es que el punto más débil del equipo de Georgia es la segunda unidad, un banquillo que no está a la altura del equipo y que tiene muy poca profundidad.
Un pequeño susto
Tras una primera mitad sin fisuras, los de Massachusets salieron dormidos en el tercer cuarto, no como los Hawks que después de que su entrenador, Mike Woodson, les leyera la cartilla en el descanso afrontaron la reanudación con nuevos bríos y con mayor concentración.
De ese modo, los visitantes se acercaron a 10 puntos tras un parcial de 2-7 en los primeros cuatro minutos y medio de cuarto. De los 9 ataques que dispusieron los locales en ese tiempo sólo acabó con éxito uno (anotaron 1 de sus 6 lanzamientos a canasta y perdieron 3 balones). Y Doc Rivers se vio obligado a pedir un tiempo muerto con 60-50 en el marcador. Sin embargo, tras el tiempo Atlanta encestó 2 canastas más, la última de las cuales, de Horford, apretó el marcador hasta un sorprendente 60-54.
Las estrellas al rescate
Cuando todo parecía complicarse y las gradas del Garden empezaban a experimentar una cierta duda surgieron Garnett, Pierce y Ray Allen para enderezar el rumbo de los Celtics con un parcial de 12-2 que llevó a los aficionados locales hasta un tranquilizador 81-64. Especialmente notable fue la aportación en esos minutos de Ray Allen, que en la segunda parte del tercer cuarto logró 3 canastas triples. Devuelta la ventaja a cerca de los 20 puntos el partido se desvaneció y el último cuarto fue un simple trámite.
El último tiempo no sirvió más que para que la ventaja fuera a más hasta dibujar un resultado incontestable (110-85). Un marcador que refleja el dominio de los Celtics sobre los Hawks en todas las facetas del juego.
Boston tiró mucho mejor que Atlanta hasta alcanzar un 53,6% en el tiro de campo y un 45% en el de 3, dominó el rebote (39 a 28), jugó de modo más colectivo (28 asistencias frente a 16), perdió menos balones y colocó a su contrincante 9 tapones.
El partido, evidentemente, no tuvo color, pero sí tensión, porque si por algo se está caracterizando esta serie, además de por el gran rendimiento de Atlanta, es por la exigencia física, la dureza y la tensión.
El quinto encuentro no estuvo exento de momentos puntuales en los que esa tensión afloró con fuerza. Lo hizo en la falta flagrante propinada por Horford a Garnett, en la doble técnica pitada a Garnett y Johnson o en las técnicas recibidas por Smith y su entrenador, Mike Woodson. Todo esto demuestra una verdad incontestable: hay serie. Aunque ahora habrá que ver si los inexpertos Hawks son capaces de controlar la tremenda presión que van a padecer en su feudo, el Philips Arena, mañana viernes. Si pierden todo se habrá acabado.
BOSTON: Rondo (12), R.Allen (19), Pierce (22), Garnett (20), Perkins (2) -cinco inicial- Powe (10), Posey (6), Cassell (13), Brown, Davis (4), T.Allen (2) y House. |
ATLANTA: Bibby (6), Johnson (21), Smith (18), Williams (12), Horford (14) -cinco inicial- Childress (5), Pachulia (2), Law (5), Jones (2), Stoudamire y Richardson. |
Parciales: 27-19, 31-24, 23-21 y 29-21. |