JORNADA NBA / Playoffs 2008 - Primera Ronda Este
Butler mantiene viva la esperanza de los Wizards con una canasta a 3,9 segundos del final
LeBron James falla sobre la bocina la cesta que hubiera dado el pase a semifinales a Cleveland
Washington no se resiente por la ausencia de Arenas, que da por finalizada la temporada
CLEVELAND: West (12), Szczerbiak (4), James (34), Wallace (2), Ilgauskas (19) –cinco inicial- Gibson (9), Smith (1), Varejao (3) y Brown (3). |
WASHINGTON: Daniels (12), Stevenson (17), Butler (32), Jamison (8), Haywood (4) –cinco inicial- Mason (8), Songaila (6), Blatche (1) y Young. |
Parciales: 16-23, 27-22, 22-24 y 22-19. |
El quinto partido de la serie que enfrenta a Cleveland y Washington deparó un final bellísimo e inesperado. La sorpresa vino porque Butler se puso los galones de superestrella de la NBA, rango que aún no tiene, para superar a Lebron James y conseguir que los Wizards ganaran a domicilio (87-88) y evitaran quedar eliminados, pues ahora recortan la serie, que pierden por 3-2.
Todo se decidió en los últimos 20 segundos. En esos momentos los locales ganaban por 87-86 y atacaban para decidir el partido, pero Smith falló su intento de canasta, Ilgauskas no acertó tras lograr el rechace y el rebote se lo quedó Butler, que solicitó un tiempo muerto.
Fue Caron Butler la estrella absoluta a partir de ese rebote. Tras el tiempo muerto Washington atacó para darle la vuelta al lumninoso. Butler botaba el balón a 9 metros de la canasta rival cuando emprendió un atrevimiento máximo, pero es que no quedaba otra. Penetró hacia la canasta jugándose un uno contra uno contra LeBron James, al que, ya muy cerca de la canasta, quebró y dejó atrás para anotar a 3,9 segundos la canasta que a la postre daría la victoria (87-88) a su equipo. El alero de los Wizard estuvo brillante en la jugada decisiva, tal y como lo había estado durante todo el partido, pero dio la impresión de que el jugador franquicia de los Cavs pudo hacer mucho más en el terreno defensivo, ya que se mostró más que blando en una jugada tan trascendental.
Pero el partido no había acabado. A los Cavaliers le quedaban casi 4 segundos para anotar, ganar el encuentro y eliminar a los Wizards por 4-1.
Sacaron de banda para James, como no podía ser de otra manera, ya que en este equipo todos los galones los lleva el 'King'. Lebron hizo una jugada semejante a la de Butler y se jugó un uno contra todos por el centro de la zona en una penetración plena de rapidez y potencia. Llegó a las cercanías de la canasta, tiró prácticamente sobre la bocina, pero el balón no entró. Buena parte de que así fuera se la debe el equipo capitalino al lituano Songaila, que se quedó debajo de la canasta parado entorpeciendo lo suficiente a James para que no anotara.
Así es el baloncesto. Durante el partido James fue el mejor jugador de los Cavs y Butler fue el mejor de los Wizards, pero el primero pudo dar la clasificación a su equipo y no lo consiguió y el segundo pudo mantener a su escuadra en la serie y lo logró. La diferencia estuvo en uno o dos centímetros, como mucho. El lanzamiento de Butler golpeó el tablero, tocó el aro y entró y el de James golpeó el tablero, tocó el aro y no entró. Dos frases casi idénticas correspondientes a dos jugadas muy similares. La diferencia está en una palabra, en un centímetro.
Otra victoria sin Arenas
Las malas lenguas pueden seguir hablando y como todo siga así no les faltará razón. Anoche la gran estrella de Washington, Gilbert Arenas, volvió a causar baja al resentirse de la lesión de rodilla que le ha mantenido buena parte de la temporada en el dique seco. Antes del partido se anunció que para el 'Agente Cero' la actual campaña había terminado. Lejos de que esa noticia hundiera a su equipo -lo que era fácil porque perdía en la serie por 3-1-, lo que hizo fue darle alas para tener la fuerza suficiente para dar un disgusto muy serio al equipo de Mike Brown, mientras Arenas seguía el partido desde el banquillo ataviado con una llamativa chaqueta que se podía ver desde cualquier lugar del pabellón.
Los Wizards se sobrepusieron a dos grandes adversidades. La baja de Arenas y el mal partido en ataque de Jamison, que sólo anotó 8 puntos. Bajo esas circunstancias pocos podrían apostar por el equipo capitalino, toda vez que de su trío estelar sólo pudieron contar a pleno rendimiento con Butler. Pero lo que nadie podía imaginar es que Butler pudiera rendir por todos ellos. El alero de Wisconsin completó un partido excepcional en el que encestó 32 puntos, capturó 9 rebotes y repartió 5 asistencias. Butler logró 4 triples de 8 intentos, sumó 10 tantos en el último cuarto y fabricó la canasta decisiva que dio el triunfo a los suyos. En ataque sólo le acompañó Stevenson, que acabó con 17 puntos. Pero es que el planteamiento de Eddie Jordan no fue otro que apretar las tuercas a su rival en el plano defensivo y encomendarse a Butler en ataque al comprobar que era la noche del jugador formado en la universidad de Connecticut.
En Cleveland pasó algo semejante. Fuerte aplicación defensiva y ponerle un montón de velas al santo del lugar, es decir, a Saint James, que terminó con 34 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias. LeBron logró 24 de sus 34 puntos en la segunda parte y hasta estuvo fino en los tiros libres, un lugar que a veces le hace pasar malos momentos (15 de 18). El joven rey sólo tuvo un escudero: el lituano Ilgauskas (19 puntos, con 8 de 11 en el tiro).
Un partido muy igualado
El encuentro disputado en el Quicken Loans Arena fue tremendamente igualado y extrañamente regular (43-45 en la primera parte y 44-43 en la segunda). Ningún equipo se marchó nunca en el marcador y las máximas ventajas oscilaron entre los 6 puntos de diferencia que llegó a tener Cleveland y los 7 que alcanzó Washington.
Las estadísticas muestran del mismo modo esa igualdad. Ambos equipos tuvieron bajos índices de acierto -36% de Cavs por 40,8% de Wizards-, lanzaron de forma similar desde más allá del arco, mantuvieron una lucha equilibrada en los tableros...
Por eso se llegó a los últimos segundos como se llegó. Fue en ese cuarto postrero donde se comprobó que la extrema dependencia que tienen los de Ohio de James les puede pasar factura. De los 19 puntos que anotaron los Cavs en el último cuarto, 13 llevaron la firma de LeBron, que se jugó en solitario, como cabía esperar, la posesión de la victoria.
Esto hizo que cuando otros jugadores del equipo intentaron decidir les perdió la falta de costumbre. Gibson falló un triple a 43 segundos del final, Smith erró otro tiro a 15 segundos e Ilgauskas no pudo anotar el rebote ofensivo de ese tiro. Y todo quedó en manos, en defensa y en ataque, de James, que no tuvo el acierto esperado.
A ese problema se está sumando otro, de gran calado, en esta primera ronda de playoffs. El fracaso de dos jugadores interiores que deberían aportar mucho al equipo de Mike Brown: Ben Wallace y Anderson Varejao. Ambos volvieron a pasar desapercibidos en el partido de anoche e Ilgauskas no puede soportar todo el peso de la pintura. Ésta es una circunstancia que poco puede importar viendo los hombres altos de Washington, pero que puede ser determinante ante otros equipos de la liga que sí que tienen un gran poderío interior.
Otro mal que padeció anoche el conjunto de Brown fue la decepcionante aportación de la suplencia. Y es que 16 puntos no parecen una gran ayuda para el equipo, que acaba de activar a Pavlovic, que ya está recuperado de sus males físicos.
La serie se traslada ahora a Washington, donde se jugará el sexto partido. Si los locales ganan habrá séptimo. Los Wizards han recuperado la ilusión, pero la historia no está de su parte. De los 174 equipos que se pusieron con un 3-1 en contra en playoffs sólo 8 remontaron para ganar 4-3. Una estadística como para perder la ilusión.