JORNADA NBA / Playoffs 2008 - Primera Ronda Este
Calderón lidera una convincente victoria de Toronto sobre Orlando
Los dos bases locales imponen su ley durante los 48 minutos
Los Raptors minimizan los daños causados por Dwight Howard
Toronto encontró la fórmula para derrotar a Orlando (108-94) y restaurar una sensación de equilibrio en la serie que empezaba a peligrar. Lo hizo a partir del monumental trabajo desarrollado por sus dos bases: José Manuel Calderón y T.J.Ford.
Sam Mitchell dio por fin en el clavo. Salió de principio con un equipo de hombres bajos, reemplazando a Nesterovic por Moon, y mantuvo como titular a T.J Ford a pesar de su bajísimo rendimiento en los dos primeros partidos. Y el gran debate sobre la utilización de los dos bases del equipo, tanto mediático como a pie de calle, se esfumó.
El razonamiento anterior al partido de Mitchell resultaba convincente y demostraba su mayor fe en el rendimiento de Calderón que en el de Ford. Por eso el español sería suplente.
El chantaje emocional del menudo jugador texano había surtido efecto y su entrenador razonaba, con acertado criterio, que si Ford fallaba tendría en la recámara a Calderón, mientras que si sacaba al español de titular y no rendía según lo esperado no tendría a nadie en la suplencia que pudiera enderezar el partido. Son palabras del propio Mitchell, al que, visto lo visto, no le queda otra que alinear de titular a T.J.
El resultado de tal decisión no pudo ser más espectacular. Ford y Calderón ganaron el partido. Y cada uno lo hizo a su manera, es decir, a partir de dos polos opuestos de entender el baloncesto.
Ford jugó 23 minutos en los que anotó 21 puntos con excelentes porcentajes. Sólo otorgó 3 asistencias a sus compañeros, pero cuidó el balón mucho mejor de lo que es habitual en él (robó 2 balones y perdió 1). El suyo fue un rendimiento explosivo, cuya máxima expresión llegó en apenas 3 minutos y 25 segundos. Fue en el segundo cuarto, el período decisivo. En menos de 4 minutos Ford logró 11 puntos para irse al descanso con 18. Su febril anotación sirvió para sentenciar un partido que había encarrilado momentos antes Calderón, que en ese mismo cuarto consiguió 3 triples y cuyo rendimiento fue más constante hasta alcanzar su momento álgido en el último cuarto y acabar con 18 puntos y 13 asistencias.
El entrenador visitante, Stan Van Gundy, lo decía al final del choque: "El juego de sus bases fue fenomenal y probablemente fue la clave del partido".
Paliza al descanso
Toronto alcanzó los vestuarios con un comodísimo 61-40, una paliza en toda regla conseguida a partir de hombres que hasta entonces habían estado escondidos. En el primer cuarto Moon, que anoche alcanzó la titularidad, se fue a los 8 puntos y Parker, que en el partido anterior no anotó en 38 minutos, se estiró hasta los 7. Mientras, la estrella local, Chris Bosh, se fue al descanso con sólo 3 puntos, lo que daba muestras del alto grado de cooperación que habían alcanzado sus compañeros, que hasta entonces fueron incapaces de detener al gran Dwight Howard (13 puntos al descanso).
El duelo parecía sentenciado, pero no fue así. El tercer cuarto inculcó en la grada una sensación de inseguridad que no se correspondía con las señales enviadas hasta entonces por ambos equipos. Los Magic comenzaron a trabajar bien en defensa e iniciaron una remontada que les llevó de perder por 21 en el descanso a hacerlo sólo por 11 al concluir el tercer cuarto. El acierto en ataque de Rashard Lewis (12 puntos en el cuarto) y Keyon Dooling (8) fue muy importante a la hora de desarrollar con éxito esa labor de recuperación.
Se llegó así al último tiempo con ciertas dudas en el ambiente, pero esas dudas quedaron disipadas por la extraordinaria dirección de juego de Calderón, que en el cuarto decisivo repartió ¡9 asistencias!. Fue el suyo un clinic de dirección de juego, una lección magistral que sus compañeros agradecieron. Nuevamente el armador español jugó íntegramente los últimos 12 minutos. Y es que su entrenador, Sam Mitchell, lo tiene más que claro. No podrá dejar en la suplencia a Ford, pero el que ha de organizar las jugadas claves del partido ha de ser el extremeño, más que nada porque en los partidos de playoff jugados por los Raptors en los dos últimos años ha demostrado un mejor pulso que su compañero de puesto a la hora de solucionar las situaciones más comprometidas.
El internacional español corroboró esa impresión con unos números de estrella: 18 puntos, 13 asistencias y 7 rebotes en sólo 24 minutos. Además batió su mejor marca de triples anotados al enchufar 4 en 8 intentos.
El cuarto final se movió con ventajas hasta cierto punto cómodas de los canadienses hasta que Kapono transformó esa sensación de comodidad en puro relax. Lo hizo con un triple que marcó el principio del fin al colocar el luminoso en un claro 85-71.
Fue Kapono otra vez un hombre esencial en el buen rendimiento de los locales. Tras Ford y Calderón, Kapono (15 puntos con 3 de 6 triples) y Bosh (15 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) fueron los mejores. Llama la atención la bella metamorfosis que está experimentando Bosh, un discreto pasador que en su empeño por ser un líder indiscutible lleva en los dos últimos partidos un total de 11 asistencias. También notable fue el aporte de 'repescado' Moon (11 puntos y 10 rebotes).
Howard se esfumó tras el primer cuarto
Un aspecto imprescindible en el triundo de los Raptors fue su defensa sobre Howard, que tras anotar 13 puntos en el primer cuarto sólo hizo 6 más en los tres siguientes. Con estas cifras el juego de Orlando se resintió enormemente a pesar de los esfuerzos desarrollados por sus otras dos grandes estrellas. Turkoglu batió su mejor registro de anotación en playoff, acabando con 26 puntos y 7 rebotes, y Lewis firmó 19 puntos.
A la anulación de Howard hay que sumar el mal partido de Jameer Nelson, que acusó serios problemas físicos que le dejaron desnudo frente al poder de Ford y Calderón. De hecho, el base titular de Orlando tuvo que ser tratado al final del partido debido a los dolores de espalda que sufría. Puede ser una baja muy importante en la eliminatoria si se confirman esos problemas surgidos, según explicaba su equipo, en un golpe que recibió defendiendo una jugada de bloqueo y continuación.
Toronto ganó siendo fiel a la táctica que tantos éxitos le dio hasta bien avanzada la temporada. Juego basado en las líneas exteriores (intentaron 34 triples y sólo anotaron 28 puntos cerca de la canasta). Fe ciega en la capacidad anotadora de su perímetro y suma de talentos en la dirección del juego, una dirección que andaba rota en las últimas semanas por un debate que estaba minando a la plantilla y a su entrenador, y que, a buen seguro, no se va a apagar. Ese aumento de la química colectiva se trasladó a un dato espectacular: los locales doblaron a su adversario en el número de pases de canasta (31 frente a 15).
Stan Van Gundy no fue capaz de responder a las modificaciones tácticas procedentes del banquillo contrario y habrá de articular antídotos ante la apuesta diferente que ofrece su rival.
En el partido intervinieron otros dos jugadores hispanos, aparte de Calderón. El argentino Delfino no estuvo tan brillante como en el segundo encuentro de la eliminatoria y acabó el tercero con 7 puntos y 6 rebotes en 27 minutos. Y el base puertorriqueño Carlos Arroyo volvió a jugar. Esta vez saltó a la pista 4 minutos en los que hizo 2 puntos y 1 asistencia.
TORONTO: Ford (21), Parker (10), Moon (11), Bargnani (9), Bosh (15) –cinco inicial- Delfino (7), Calderón (18), Kapono (15) y Nesterovic (2). |
ORLANDO: Nelson (6), Evans, Turkoglu (26), Lewis (19), Howard (19) –cinco inicial- Bogans (12), Dooling (8), Gortat (2), Arroyo (2) y Redick. |
Parciales: 28-20, 33-20, 19-29 y 28-25. |