JORNADA NBA / Playoffs 2008 - Primera Ronda Este
Orlando gana por un punto a Toronto a pesar del partidazo de Calderón y Delfino
Chris Bosh falló el tiro decisivo a 1,9 segundos del final
Howard vuelve a ser la bestia negra de los Raptors con 29 puntos y 20 rebotes
Toronto Raptors estuvo a punto de ganar en el Amway Arena el segundo partido de la serie eliminatoria ante Orlando Magic (104-103). Y estuvo a punto de hacerlo a pesar de su entrenador, Sam Mitchell, que volvió a regalar a su rival el primer cuarto obligando a hacer un sobreesfuerzo a sus jugadores de proporciones titánicas, más aún cuando el único titán con pedigrí lo tiene el rival y se apellida Howard (29 puntos y 20 rebotes).
Y es que a pesar de que el técnico de los canadienses había hecho pública su intención de jugar muchos más minutos con combinaciones de hombre bajos, el encuentro comenzó con idénticos quintetos iniciales que el primero y el desenlace de esos primeros 12 minutos fue un calco. Desastre total de los Raptors y exhibición de los Magic, que lo tuvieron muy fácil en esos primeros compases del partido.
Fueron minutos de borrachera de juego local hasta alcanzar un impresionante 20-6. De esos 20 puntos, 16 los anotaron desde la pintura, y de esos 16, 10 procedieron de 5 mates. Son números que retratan el desastre de Sam Mitchell y los suyos y la intensidad de los de Van Gundy. Los Raptors perdían balones, los Magic contraatacaban a placer y las metían para abajo sin oposición ninguna. El miedo del entrenador de Toronto a volver a ser acribillado desde la línea de 3 como en el primer partido pasó una dura factura a los Raptors, que invitaron a su rival a colarse con estridencia hasta la cocina. Y ante la debacle (35-18), Mitchell pasó página y adoptó su plan B.
Orlando no sella el partido
El equipo local no fue capaz, sin embargo, de sellar el partido y su entrenador se vio incapaz de hacer frente con solidez a los cambios tácticos procedentes del otro banquillo.
Como decimos, tras la tormenta llegó la calma, una calma en forma de remontada que tuvo su origen en la salida de la pista del desafortunadísimo -en ataque y en defensa- T.J Ford (2 de 17 en el tiro en los dos primeros partidos), la desaparición de dos hombres altos (Nesterovic y Bargnani) y la apuesta por los aleros tiradores, tales como Delfino y Kapono. El resultado fue espectacular (24-39 en el segundo cuarto).
Esa apuesta, sólo cercenada a medio partido por el cúmulo de personales cometidas por Calderón, hizo que Orlando se sintiera mucho más incómodo sobre la pista, en parte porque el explosivo y brillante Jameer Nelson no jugó tan a placer cuando se sentó Ford, que en defensa dio señales vergonzosas en alguna que otra jugada.
Un final vibrante
Los últimos minutos del encuentro resultaron vibrantes. Postergado Ford al banquillo de modo definitivo, Calderón (18 puntos y 5 asistencias en 24 minutos) jugó los últimos 16 minutos de manera ininterrumpida y su equipo lo agradeció, así como agradeció las grandes aportaciones de Kapono (20 puntos con excelentes porcentajes) y Delfino (16 puntos y 6 rebotes). Entre los tres sumaron 54 de los 57 puntos que anotó la suplencia de Toronto, que brilló a una enorme altura.
Hasta ese último cuarto, Bosh había sido el jugador que había hecho posible que Toronto siguiera asido al partido. El ala-pívot alcanzó el descanso con unos números increíbles -23 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias-, aunque en la segunda parte estuvo mucho mejor parado, concluyendo el choque con 29 tantos, 10 rebotes y 6 asistencias.
Por ello, ante la menor productividad de su estrella en la segunda mitad, tuvieron que tomar las riendas del equipo otros jugadores. Y en los minutos cruciales esos jugadores llevaban apellidos hispanos: Calderón y Delfino.
Frente a esos jugadores, los de Florida presentaban un argumento protagonizado por Howard y con Nelson en un papel de estrella secundaria, toda vez que Lewis y Turkoglu no tenían su noche (acabaron con 0 de 13 triples entre los dos, 9 de ellos fallados por Lewis). Sin embargo, fue Turkoglu el que decidió el encuentro con 4 puntos en los segundos finales. Y es que el turco es un jugador prodigioso.
Mientras, la exhibición de Calderón y Delfino en los últimos 4 minutos fue espectacular. Los últimos 12 puntos de los Raptors llevaron sus firmas, 6 de cada uno. Entre los dos lograron 3 triples decisivos en la recta final. La victoria pasaba obligatoriamente por sus manos. Pero llegó la jugada postrera y el último balón no fue suyo.
Delfino acortó distancias a 9,6 segundos del final con una gran penetración (104-103) y acto seguido Calderón provocó una personal en ataque de Dooling. Los dos jugadores hispanos estaban sembrados y habían llevado el partido a su molino: tiempo muerto de Sam Mitchell y la última posesión para ganar el encuentro.
Tal vez esa jugada final era para Calderón, no lo sabemos, pero el base español se topó con la defensa rival y dobló a Bosh, que a 1,9 segundos lanzó un tiro de media distancia clásico en él, pero el balón se fue al aro y con él todas las esperanzas de los visitantes. La estrella de los Raptors ya había demostrado en una jugada anterior que no era su noche en los momentos finales, ya que con 102-101 en contra atacó para adelantar a los suyos encarando con valentía en uno contra uno a Howard, que le intimidó de tal manera que a Bosh se le escurrió el balón de entre las manos. En esa jugada final hubiera valido Calderón, Kapono, Delfino o incluso el mismo Parker, a pesar de firmar anoche su partido más triste (0 puntos en 38 minutos)... pero el balón fue para Bosh, una decisión que tampoco es muy criticable, ya que es el jugador franquicia de los canadienses.
Howard, un gigante estratosférico
Dwight Howard fue durante todo el partido un gigante inabarcable, un dominador insultante de la pintura que a veces cayó, incluso, en algún gesto de desprecio hacia sus rivales que no venía a cuento.
El monumental pívot de Orlando acabó con 29 puntos y 20 rebotes, logrando así su segundo doble veinte en dos partidos. En los dos primeros encuentros de la serie lleva una media de 27 puntos y 21 rebotes. Su fortaleza da miedo y Toronto para ganar deberá olvidarse de su existencia.
Junto a Delfino y Calderón hubo otro hispano en cancha, Arroyo. El base puertorriqueño jugó, inesperadamente, 10 minutos, en los que dio 2 asistencias.
ORLANDO: Nelson (18), Evans (9), Turkoglu (12), Lewis (18), Howard (29) -cinco inicial- Bogans (9), Dooling (7), Arroyo, Gortat y Foyle (2). |
TORONTO: Ford (6), Parker (0), Bargnani (9), Bosh (29), Nesterovic (2) -cinco inicial- Kapono (20), Delfino (16), Calderón (18), Moon (3) y Humphries. |
Parciales: 35-18, 24-39, 24-21 y 21-25. |