Denver Nuggets ya está engrasado. Los vigentes campeones se han puesto en modo cercanía de playoffs y desde que volvieran del parón del All-Star no hacen más que mandar mensajes bien directos a sus rivales. Son el equipo a batir, con permiso de la trayectoria general de Boston.
Esta noche segundo duelo de la temporada entre los finalistas de la pasada campaña, y nueva victoria de Denver. Triunfo en Miami 88-100, nuevamente Heat perdiendo y nuevamente Heat sin alcanzar los 100 puntos. Porque estos Nuggets defienden. Una victoria que sitúa al equipo de Colorado como líder del Oeste: su 46-20 deja atrás el 45-20 de Thunder y el 45-21 de Timberwolves.
Miami empieza a tener pesadillas con Denver. En los últimos 13 partidos en los que se han enfrentado -incluyendo temporada regular y playoffs- el balance es de 12-1 para Denver. Tremendo repaso.
Los números de Denver asustan. Tras volver del parón del All-Star el equipo de Michael Malone acumula un 10-1, con un par de triunfos ante Heat y otro ante Celtics como grandes trofeos, pero también con victorias ante Lakers, Warriors (dos equipos en muy buenas rachas cuando se enfrentaron a Denver) y Kings.
Además, el equipo cuando juega con su quinteto de gala atesora un balance de 32-9 esta temporada.
Esta vez Denver apretó el acelerador en ataque en el primer cuarto y en la recta final del partido, y con eso le bastó para derrotar a unos Heat sin Tyler Herro y Kevin Love. Porque en defensa la escuadra visitante no perdió pie a lo largo de los 48 minutos.
En el primer cuarto un parcial de 2-18 situó a Nuggets con ventaja de 13 puntos (11-24), acabando el cuarto con un más discreto 19-26.
Luego Miami fue apretando las clavijas, con un espectacular trabajo durante toda la noche de Bam Adebayo en la marca de Nikola Jokic, pero Denver va más allá del serbio, siendo el serbio, obviamente, la pieza que convierte a este equipo en un equipo campeón.
Heat llegó a colocarse por delante en el marcador en el tercer cuarto con un 56-55, y a partir de ahí el luminoso se balanceó hacia uno u otro lado, pero llegó la hora de la definición y... no hubo color.
En esa definición emergió Reggie Jackson, que con 7 puntos consecutivos llevó el marcador hasta un 84-94 con 3:38 por jugar, 7 puntos anotados en apenas 72 segundos.
A partir de ahí ya no hubo capacidad de reacción por parte local, con Denver llegando a tener una máxima ventaja de 14 puntos (86-100) tras un triple de Michael Porter Jr., que fue el máximo anotador visitante con 25 puntos, a los que añadió 7 rebotes. Ese era su quinto triple.
Se permitió el lujo Denver de ganar con un Jokic en modo humano debido a la monumental defensa de Adebayo. El serbio sumó 12 puntos, 14 rebotes y 6 asistencias tras solo tirar 8 veces a canasta.
Aaron Gordon terminó con 16 puntos y 8 rebotes y Jamal Murray con 14 puntos y 5 asistencias.
A Miami le mató el triple. El equipo sufrió en ataque en líneas generales y solo metió 5 triples en todo el partido.
Adebayo fue el mejor. No solo contuvo a Jokic, sino que además firmó 17 puntos y 13 rebotes. El resto estuvo muy lejos del nivel de Adebayo.
Jimmy Butler se quedó en 15 puntos, Terry Rozier aportó 14 y el mexicano Jaime Jáquez Jr. firmó 8 puntos y 2 rebotes en 28 minutos de juego.
Miami sigue sin terminar de despegar. Había ganado 9 de sus últimos 11 partidos antes de encadenar 4 derrotas consecutivas. Pero ya sabemos que Miami Heat es Miami Heat. El equipo de Spoelstra es un mal compañero de viaje cuando llegan los playoffs, aunque peor compañero de viaje son estos Nuggets.