Noche histórica en el Wells Fargo Center. Inolvidable noche para Joel Embiid y para la franquicia de los Sixers. Y todo ello en la primera visita a Filadelfia del fenómeno Victor Wembanyama, que fue testigo de la animalada del vigente MVP de la NBA.
Histórica actuación de Embiid en el término más estricto de histórica. Porque Embiid anotó 70 puntos en la victoria de su equipo ante los Spurs (133-123) y con esos 70 puntos batió el récord de anotación de un jugador de Sixers que estaba en poder de Wilt Chamberlain con 68 puntos encestados el 16 de diciembre de 1967, un récord que tenía ya 56 años.
Chamberlain protagonizó en su día con la franquicia un partido de 68 puntos, otro de 65 y otros de 62. Solo otro jugador hasta hoy había llegado con el equipo a los 60 puntos. Fue Allen Iverson en 2005. Desde entonces, la mejor marca del club era de Embiid con 59 puntos anotados el 13 de noviembre de 2022, siendo esa la mejor marca de siempre en la NBA del camerunés.
Ahora todas esas cifras miran desde abajo a los 70 puntazos hechos hoy por Embiid, que de paso ha batido la mejor marca NBA de la temporada, que estaba en 64 puntos y era obra de Giannis Antetokounmpo.
El partido fue una locura por 'culpa' de Embiid, que teniendo como rival a Wembanyama se creció hasta límites insospechados haciendo trizas el aro rival.
Embiid terminó el partido con 70 puntos, 18 rebotes (9 ofensivos) y 5 asistencias en 37 minutos, anotando 24 de sus 41 tiros de campo, 1 de sus 2 triples y 21 de sus 23 libres. Fue todo un despliegue físico y técnico, toda una apasionante borrachera de buen baloncesto que incluyó de todo, incluso una asistencia de pura fantasía, medio de espaldas, con mirada de reojo, en pase picado. Corría por entonces el tercer cuarto, un tercer cuarto que Embiid acabó con 59 puntos.
El partido andaba entre decidirse o no en el inicio del último cuarto, y como Sixers no lo rompió definitivamente, con Spurs agarrándose al marcador, a 6:38 del final volvió el camerunés a la pista.
A partir de ahí todo se centró en su figura, con el marcador aún sin resolver y con San Antonio probando a ver qué podía pescar ante la lluvia de emociones que se esparcía por la cancha. Porque olía a noche histórica.
Fueron cayendo puntos y más puntos de Embiid. Con un libre igualó a Chamberlain con 68 puntos. Y poco después corrió un contraataque y anotó una entrada con bandeja contra tablero para el 133-118. Era su punto 70 restando 1:41 para el final. Instantes más tarde, a 1:22 de la conclusión, el jugador del partido era sustituido para que pudiera celebrar su hazaña con un público entregado. La fiesta estaba en marcha, en la banda y en la grada.
Al final se vio a Embiid celebrando con todos y charlando muy amorosamente con Brett Brown, exentrenador de Sixers y actual asistente de Gregg Popovich en los Spurs, una charla en la que también intervinieron otros jugadores haciendo corrillo al veterano técnico. A Embiid se le veía colmado de alegría. Lleva 21 partidos seguidos sin bajar de 30 puntos, constituido en un auténtico martillo pilón para sus rivales.
Con tamaña actuación pasaron desapercibidos los 33 puntos y 7 rebotes que Wembanyama hizo en 28 minutos. El francés sigue yendo a más, y su techo, claro está, no hay quien lo defina aún.
En el triunfo, el sexto seguido de Philadelphia, intervinieron también Tyrese Maxey con 18 puntos y 8 asistencias y Tobias Harris con 14 y 6 pases de canasta. En unos Sixers que sobrevivieron a su pobre jornada desde el perímetro, y que como contrapartida se mostraron fuertes en el rebote ofensivo y solo perdieron 4 balones.
Spurs, marca de 8-35 en la temporada, tuvo, además de a Wemby, a un buen Devin Vassell, autor de 22 puntos y 9 asistencias. Fue digno el partido de los texanos, pero sin recurso alguno para parar a la bestia Embiid.