La Junta de Propietarios de la NBA aprobó este miércoles por unanimidad la venta de la mayoría de las acciones de los Dallas Mavericks a un grupo empresarial con sede en Las Vegas. Mark Cuban permanece como accionista minoritario y mantendrá el control operativo de la franquicia.
La aprobación de la venta obtuvo 29 votos a favor y ni uno solo en contra, superando ampliamente las tres cuartas partes de votos favorables que resultaban necesarias para dar el visto bueno a la operación por parte de la liga.
Las Vegas Sands Corporation, controlado por las familias Adelson y Dumont, pasará a ser el propietario del 77% de las acciones de los Mavs, tras una operación de venta que, según fuentes cercanas a la negociación, valora la franquicia en algo menos de 4.000 millones de dólares, 14 veces más que los 285 millones que Cuban invirtió hace 24 años para hacerse con el equipo.
Cuban, por su parte, mantendrá el control del 23% de las acciones del conjunto de Dallas y seguirá siendo, de momento, la cabeza visible de la franquicia y el hombre encargado de llevar las riendas en el día a día del equipo. No parece que haya intención alguna de trasladar la franquicia fuera de Dallas, al menos a corto y medio plazo.
La entrada en el accionariado de un grupo cuyo principal negocio son los casinos y hoteles ha vuelto a disparar los rumores sobre la posible futura construcción de una nueva instalación de juego para los Mavs dentro de un complejo hotelero con casino incluido.
Sin embargo, de momento, el juego no es legal en el estado de Texas e, históricamente, sus legisladores se han mostrado muy reacios a su legalización pese al impulso en esa dirección que lobbies ligados a la industria han intentado lograr en los últimos años a través de generosas donaciones a las campañas de diversos legisladores estatales, especialmente en el lado republicano.