Viento en popa a toda vela. Así marcha la nave de Minnesota Timberwolves, equipo que este domingo ganó a los Warriors en San Francisco, 110-116, para firmar su sexta victoria consecutiva y seguir peleando por el liderato del Oeste.
Minnesota es ahora mismo tercero de su conferencia con un gran 7-2, solo superado por el 8-2 de Dallas y Denver.
El equipo de Chris Finch empieza a creer en sí mismo tirado por un líder indiscutible, Anthony Edwards, que hoy volvió a encabezar la ofensiva de los suyos con 33 puntos y 7 asistencias, brillando incluso en una muy mala noche desde el triple.
Pero Minnesota tuvo otras buenas noticias. Una fue la buena jornada de Karl-Anthony Towns, autor de 21 puntos y 14 rebotes, y otra la de ser capaz de vencer a domicilio en una difícil cancha a pesar de ceder 19 rebotes en su propio aro.
Los visitantes terminaron el tercer cuarto ganando 73-89, pero Warriors apretó en el último tramo del partido a base de calidad ofensiva, una calidad que, sin embargo, no le dio para ganar.
Stephen Curry -38 puntos y 5 triples- rubricó su 11º partido consecutivo sin bajar de 4 triples anotados, pero su aportación resultó insuficiente porque no tuvo los apoyos necesarios por parte de sus compañeros.
Ni funcionó Klay Thompson, ni lo hizo Chris Paul, ni mucho menos contribuyó Andrew Wiggins, cuyo comienzo de temporada está empezando a ser de lo más preocupante.
Draymond Green tuvo problemas de faltas y Kevon Looney solo jugó 19 minutos en un partido en el que el equipo rival tuvo hombres altos en juego durante bastantes minutos.
En el aspecto positivo las aportaciones de Jonathan Kuminga y Dario Saric.
Por parte de Minnesotta, además de Edwards y Towns, 13 puntos de Jaden McDaniels, 10 puntos, 10 rebotes y 5 tapones de Rudy Gobert, 9 asistencias de Mike Conley y buena presencia de los suplentes.
Warriors, que se fue al descanso con un espantoso 4 de 20 desde el triple, ha perdido sus 3 últimos compromisos y 4 de sus últimos 5 juegos. Ahora mismo puede mirar con cierta envidia a Minnesota, un equipo que parece olvidar a día de hoy las potenciales incompatibilidades de su cinco inicial. En este momento nadie se acuerda de ellas.