Volvió a hacerlo. Boston Celtics vive esta postemporada en la cuerda floja y sin red de protección, pero sigue manteniendo el equilibrio para sobrevivir a duras penas. Nuevamente los Celtics evitaron su eliminación. Esta vez ganaron 110-97 a Miami Heat en el TD Garden para acortar su deventaja en las Finales del Este hasta el 3-2.
Cuarto partido en los presentes playoffs en el que Celtics gana cuando tenía la espada de Damocles de la eliminación sobre la cabeza. Le sucedió dos veces ante los Sixers y en ambas salió airoso y ya le ha ocurrido en dos ocasiones con Heat y permanece con vida aún.
Del 3-0 al 3-2. Los de Joe Mazzulla están a medio camino del milagro, aunque todavía les queda la parte más difícil, porque aún tienen que completar un camino inexplorado, el de remontar un 3-0.
Por de pronto, pueden convertirse en el cuarto equipo en la historia que llega al séptimo partido tras perder los 3 primeros. Para ello tienen que ganar el sexto en Miami el próximo sábado. Si lo logran, en ese séptimo el peso de la historia estará ahí: 150 series que iban 3-0 y 150 series que ganó el equipo que venció en los 3 primeros encuentros. Pero Boston no desfallece.
El cuarto y el quinto han caído del lado céltico con notable facilidad, con marcadores holgados y desarrollos de juego claramente inclinados a su favor. La defensa y el triple han estado presentes en ambas victorias.
Esta noche, sin ir más lejos, Miami no fue capaz de tomar la delantera en el marcador en ningún momento, y Boston dominó con mano férrea de principio a fin. Llegaron a tener los locales 16 puntos de ventaja en el primer cuarto para un 35-20 al final; gozaron de 20 puntos en el segundo para irse 61-44 al descanso; dispusieron de una máxima de 23 puntos en el tercero para acabarlo 90-72; y se fueron a un +24 (96-72) en el cuarto para finalizar el juego con un 110-97. Así de claro fue el trascurrir del partido.
Boston tuvo a 4 jugadores en más de 20 puntos. Derrick White sumó 24 con una gran eficiciencia en el tiro, incluyendo un 6 de 8 desde el triple; Marcus Smart firmó 23 puntos, 5 robos y 4 de 6 en el tiro de 3; Jayson Tatum añadió 21 puntos, 11 asistencias y 8 rebotes; y Jaylen Brown produjo 21 puntos, brillando en el segundo cuarto.
El dominicano Al Horford acabó con 6 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias en 29 minutos y Malcolm Brogdon solo pudo jugar 8 minutos debido a sus problemas físicos.
El partido se medio deshizo nada más empezar, con un 18-5 a mitad de primer cuarto que se extendió hasta un 23-7, gracias a un inicio en el que Celtics sacó a relucir todas su armas defensivas y en el que Tatum, White y Smart socavaron con su acierto ofensivo al rival. Un triple sobre la bocina de White puso el 35-20 al final del cuarto, con 7 triples de Boston y un 8-0 de los locales en la relación asistencias-pérdidas por un 3-6 de los visitantes.
Y el segundo fue la puntilla para Heat. Se entonó en ataque Jaylen Brown, adquirieron 20 de ventaja los locales (61-41) con un triple de Smart y se llegó al descanso con 61-44 en el marcador, con los Celtics habiendo metido 11 triples por solo 4 Miami, que se libraba en aquellos momentos de una soberana paliza gracias al rendimiento de su segunda unidad.
Ahí acabó todo, en el intermedio. Porque la segunda parte fue un querer y no poder de unos Miami Heat impotentes ante la superioridad de Boston. Nunca estuvieron los de Spoelstra en situación de pelear el partido con los Celtics.
Sin Gabe Vincent el equipo palideció. En primer lugar, porque su baja en el cinco titular la cubrió un Kyle Lowry inoperante; en segundo, porque la ausencia de Vincent por lesión se suma a las de Tyler Herro y Victor Oladipo, lo que debilita mucho el juego exterior de Heat.
Además, Jimmy Butler hizo su peor anotación en los presentes playoffs, quedándose en 14 puntos tras solo tirar 10 veces en juego.
Los suplentes fueron lo mejor de Miami, con Duncan Robinson en 18 puntos, 9 asistencias y un 70% en el tiro, con Haywood Highsmith sumando 15 puntos y con Caleb Martin terminando con 14 y salvándose de una grave lesión que terminó tan solo en un susto cuando se le fue la rodilla quedando 4:31 para llegar al descanso.
Además, 16 puntos y 8 rebotes de Bam Adebayo, que en la primera parte hizo un 3 de 9 en el tiro y perdió 4 balones.
Ahora Miami aguarda a jugar el sexto partido en casa. Otro error le metería en un tremendo atolladero. Pero la historia dice que, hoy por hoy, sigue siendo el favorito para jugar las Finales con Nuggets. De conseguirlo, se convertiría en el segundo equipo que llega a unas Finales siendo el octavo cabeza de serie de su conferencia desde que se fijó el actual formato de playoffs en 1984.