Warriors se impuso 120-109 a Pelicans tras remontar una desventaja de 20 puntos. Remontada espectacular de la mano de Stephen Curry en la ofensiva y de Draymond Green como catalizador de la reacción del equipo tras el descanso.
Un triunfo importante en la lucha por alejarse del play-in y conseguir la clasificación directa para playoffs. Ahora Warriors es sexto con 40-36, muy cerca del cuarto y el quinto, mientras que Timberwolves ocupa la séptima plaza con 39-37 y Pelicans la octava con 38-38. La Conferencia Oeste está en un pañuelo.
El partido tuvo dos partes más que diferenciadas, dos partes antagónicas. En la primera los Pelicans dominaron a placer yéndose al descanso 46-63. En la segunda Warriors reaccionó de forma vibrante hasta endosar a su rival un rotundo 74-46, con un 35-20 en el cuarto final, el cuarto de la verdad.
Defendió, y mucho, Warriors en el último cuarto, todo lo que no defiende cuando juega como visitante, demostrándose una vez más que los problemas defensivos del equipo fuera de su feudo son más un problema de actitud que de aptitud.
El propósito de enmienda de los locales en el descanso se tradujo en acciones concretas. Pasó Warriors de perder en la primera mitad 13 balones a solo extraviar 5 en la segunda, una segunda mitad en la que el equipo metió 74 puntos, defendió infinitamente mejor, encestó el 57,8% de sus tiros, repartió 21 asistencias y dominó de principio a fin encestando 12 triples.
Venció Warriors de la mano de Stephen Curry, un jugador que llegado el momento de la verdad saca a relucir sus mejores armas. Esta noche... 39 puntos, 8 rebotes, 8 asistencias, 3 robos, un 14 de 25 en el tiro de campo, 8 triples anotados... un caudal inmenso de baloncesto en sus piernas, en sus manos y en su cabeza.
El otro hombre clave de Golden State fue Draymond Green, porque fue él quien trasvasó su química contagiosa al resto de sus compañeros, una química competitiva y ganadora que le llevó a meterse en algunos líos, recibir una técnica, que le pitaran una flagrante... pero fue el de hoy el Draymond Green de los grandes momentos, incontenible en su furia competitiva. Sumó 8 puntos, 6 rebotes y 13 asistencias, y su equipo con él en pista hizo un +26 en el marcador.
Todo ello sin restar importancia a que Jordan Poole sigue funcionando desde la segunda unidad (21 puntos), a que Klay Thompson metió 17 puntos y con sus 5 triples llegó a los 278 en la temporada, su récord personal, o a las buenas contribuciones de los titulares Jonathan Kuminga y Donte DiVincenzo.
Pelicans venía de ganar 5 partidos consecutivos y vista la primera parte parecía que iba a hacerse con 6 seguidos, pero no fue así.
Brandon Ingram sumó 26 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias, Trey Murphy III, acertado desde el triple, metió 21 puntos y C.J. McCollum añadió 15 en una noche poco afortunada de cara al aro.
El español Willy Hernangómez no saltó a la cancha.